Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨<

PARTIDO 13

Un mes pasó rapidísimo, Heeseung estaba mejorando su pensamiento sobre Yunjin, sabía que le hacía mal estar con ella, solo faltaba que diera el último paso, romper con ella.

Oficialmente ya soy la capitana del equipo, se siente bien y extraño, es algo nuevo, solo tengo que acostumbrarme.

Estábamos en el primer receso.

–Seorin.. ¿por qué ya no pasas los recreos con nosotros?–preguntó Jeongin.

–Eso es verdad...–agregó Yeji.

Tal vez debería contarles la verdad.

–Chicos... me estoy juntando con Heeseung.

Me miraron sorprendidos, les conté toda la historia, y de como traté de aconsejarlo y todo lo que a avanzado con respecto a eso, también les expliqué la razón de por qué no les conté.

–Y bueno... solo lo estoy ayudando.

–¡Eso es genial!–dijo Minji.

–Me alegro que esté entendiendo.–dijo Jeongin.

–¿Irás con él ahora?–preguntó Yeji.

–Deberías ir con él, así cuando termine con Yunjin lo integramos al grupo!–dijo Minji.

–Buena idea.–respondió Jeongin.

–Entonces iré.

Fui al lugar donde siempre estaba Heeseung, pero antes de ir pasé a la cafetería a comprar un jugo de durazno.

Llegué a donde estaba él sentado y me senté junto a él.

–Ten, gracias por el jugo de la otra vez.–dije con una pequeña sonrisa.

–Gracias...

–Te ves decaído... ¿pasa algo?

–Voy a terminar con Yunjin.

Me impresioné tanto que me levanté del asiento y mis ojos estaban abiertos como platos.

–¡¿En serio?!–dije tapandome la boca.

–Sí... Al final si me había engañado, fui a su casa ayer, no respondió a la puerta y tampoco veía mis mensajes, vi que estaba abierto así que entré, subí a su cuarto y la vi acostándose con un chico. Me fui de ahí rápido.

Fue triste escuchar lo que había pasado, ya me lo imaginaba, pero para él debió haber sido impactante.

–Está bien Heeseung, cuentas con mi apoyo.

–Gracias..–suspiró.–Planeo hacerlo después de clases, hoy no tengo entrenamiento.

–Está bien, yo estaré entrenando, me puedes contar después si es que quieres.

–Está bien.

El timbre para entrar del receso sonó, yo me fui primero, si nos veían caminar juntos los rumores comenzarían a salir, llegué al salón y les conté a los chicos antes de que llegara el profesor.

Por alguna razón yo también estaba nerviosa, me estaba imaginando las cosas que podrían pasar si es que llega a salir mal.

En estos dos meses han pasado muchas cosas, y pensar que empezamos el colegio en marzo y ahora estamos en mayo, pero parece que pronto todo mejorará, eso espero.

Las clases terminaron, fui a entrenar, como siempre los chicos me fueron a ver, excepto Yeji, tenía que ir a casa de su abuela.

El entrenamiento de hoy fue muy aburrido, era físico, lo que más odio. Estoy muy distraída, tengo que concentrarme, ahora soy capitana, tengo que comportarme como tal.

–¡Buen trabajo chicas! Pueden ir a descansar, Seorin, ven conmigo.

Me acerqué al entrenador, sentía que me iba a regañar.

–Tienes que concentrarte, eres capitana ahora, se que es un cambio difícil, pero sé que puedes lograrlo.–me dio palmaditas en el hombro.

–Lo haré.–hice una reverencia.

Fui al vestidor, me lavé y cambié rápido, los chicos me esperaban afuera.

–Vamos.

Estábamos caminando en dirección a la salida del colegio, hablábamos como de costumbre.

–¡Seorin!–alguien gritó mi nombre.

Me giré y vi a alguien super cerca de mi, no logré ni pestañear y ya me habían dado vuelta la cabeza con una cachetada, impactada y adolorida mi mano se posó en mi cachete, me giré para ver quien era.
Yunjin.

–¡Oye! ¡¿Qué mierda estás haciendo?!–gritó Jeongin empujándola.

–¡Esta maldita manipuló a Heeseung para que terminara conmigo!–gritó.

Estaba confundida, vi como Jeongin estaba sujetando a Yunjin, quería pegarme.

–¡Yo no hice nada!

Heeseung venía corriendo detrás de ella, se acercó a mi rápidamente y me preguntó si estaba bien.

–¡Me engañaste!–seguía gritando Yunjin.

Heeseung se veía molesto, se notaba mucho.

–Tú me engañaste...

–¡¿Qué?! ¡Eso es mentira!

–Seorin, ven...–dijo Minji tomándome del brazo y acercándome a ella.

–¡Yo no te engañé!–agregó.

–¡Te vi acostandote con Bangchan!–gritó Heeseung.–Ya no soy un tonto, Yunjin.

–¿Esta zorra te lo dijo verdad?

–¡Han Seorin no tiene nada que ver!–gritó aún más enojado.–Me harté de ti, déjame tranquilo.

–¡Eres un...!–siguió gritando.

Tuvimos que llamar a un guardia para que se la llevarán.

–¿Estás bien?–preguntó Jeongin acercándose.

–Sí, ¿y tú?

–Solo son unos rasguños, no es nada.

–Seorin lo siento mucho...–dijo Heeseung acercándose.

–¿Qué pasó?

–Estábamos en el patio, rompí con ella y se enojó muchísimo, dijo que no podía hacer eso, y te echó la culpa a ti, corrió hasta acá porque ella sabía que tú estabas en entrenamiento. Corrí detrás de ella.

–Está bien Heeseung, me alegro de que hayas tenido el valor de enfrentarla.

–¿Dejaste que golpeara a Seorin?–dijo Minji molesta.

–Hey... estoy bien, no es nada.–dije tratando de calmarla.

–No fue mi intención... te lo recompensaré como quieras...–dijo con una reverencia.

–Seamos amigos entonces.–sonreí amablemente.

–¿Hablas en serio..?

–Muy en serio.–dije mirando a Jeongin y Minji.–¿Están de acuerdo?

–Yo sí.–respondió Jeongin sin problema.

–Mm...–suspiró Minji.–Está bien.

–¿Qué dices?–dije mirando a Heeseung.

–Claro!–dijo con una pequeña sonrisa.

Nos fuimos todos juntos hasta la salida del colegio, luego cada uno se despidió y se fue hasta su casa.

La verdad es que el golpe si me dolió, pero con un hielo se me pasa.

Sería un día genial si Yunjin no hubiese aparecido.