Los siguientes días fueron diferentes para ambas chicas, pero llegaba el momento de enfrentar la realidad, posterior al mensaje que recibió por parte de su madrastra, su padre no se hizo esperar a los dos días, resignada se tomó el tiempo de cancelar su clase y viajar dada la insistencia y recomendación que Sam le había hecho, así podría estar en paz un rato.
Parqueada frente a la imponente Mansión Luthor, cuyo aspecto tenebroso, era relacionada, o bien comparada con varios libros ficticios. Casi había sido inspirada en la Mansión Malfoy o familia Black de Harry Potter. El interior no se quedaba atrás, varios tonos opacos en los suelos adornaban de dicho lugar relucientemente y las paredes con matices oscuros de gris, eran adornadas elegantemente—o narcisistamente—, con retratos de sus patriarcas, casi podía sentir que estaban intentando crear un árbol genealógico como los Black habían hecho, comenzaba a pensar que su familia real eran verdaderamente fans de aquella saga espectacular de magos y brujas, o tenían los mismos pensamientos malévolos que aquellas malvadas familias.
Su padre nunca fue un hombre considerado atractivo, la calvicie solo acentuaba su ambición y avaricia, solo rescataba que tenía los ojos verdes, así como un físico trabajado para un hombre de su edad. Mientras su madrastra era una mujer hermosa, los ojos de igual color que los de su padre, pero también la acompañaba su actitud narcisista y clasista, una pareja perfecta con sus ideas—o, bueno, casi—. La infidelidad de Lionel marcó mucho tiempo el legado Luthor, hasta Lex le contaba que habían pagado miles de dólares para comprar el silencio de todos los medios sensacionalistas, por nada del mundo podría salir que había cometido adulterio y como resultado de ello, estaba ella.
Lena había vivido muchos momentos en ese lugar, buenos si se trataba de sus aventuras científicas en el jardín con su medio hermano, pero no todo era oro, recordaba cada insulto que recibía. Dejando atrás el portón negro ostentoso, salió de su lujoso Alfa Romeo negro, dejó que uno de los peones se lo llevara, caminó tranquila y elegante, sus manos iban dentro de las bolsas del traje azul marino que llevaba puesto, amaba la comodidad y no siempre llevar vestidos o faldas lápiz. Respiró profundo varias veces, presentía que no sería una charla tan agradable con su familia, le dolía saber que ahora se encontraba en Metrópolis de última instancia. No le gustaba dejar a Kara sola tanto tiempo, se había acostumbrado a su presencia, aún teniendo el privilegio de contar con un Jet privado.
Llamó a la puerta no queriendo utilizar su vieja llame, el orgullo podía más, más si se trataba de los Luthor, agradeciéndole al viejo mayordomo que, parecía inmortal porque nunca cambiaba su aspecto físico, hizo acto de presencia en el salón, entonces los vio. Sus padres tomaban su té refinado con una lujosa vajilla reluciente de plata llena de bocadillos, ni siquiera fueron cordiales en esperarla para tomarlo juntos, arqueó la ceja derecha evitando darles el gusto de verla irritada.
—Padre, madre —saludó acercándose de forma educada para saludarlos con un beso en la mejilla—. ¿Qué puedo hacer por ustedes? Ya que solicitaron tan urgente mi presencia.
—Siéntate, Lena —ordenó su padre levantando su mano como señal—. Vamos a hablar como la familia decente que somos.
Asintió, procurando estar lo más distanciada posible, se desabotonó su saco para tomar asiento, ya estaba preparada mentalmente para el mismo discurso narcisista que su padre tenía memorizado desde toda la vida, se preguntaba si algún día podrá ser el padre cariñoso que cualquier hijo querría tener, si pudiera ver más allá del dinero y negocios, era casi inútil pensarlo.
—Soy toda oídos, padre.
—Me podrías decir, ¿qué significa esto? —acercó un sobre manila amarillo. Lena lo tomó paciente sacando su contenido, ya sabía gracias a Lillian, eran varias fotografías de Kara y ella comiendo, casi sonreía— No sabía que mi hija menor, estaba saliendo con una ciega, no hasta que Lillian me lo dijo.
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Ojos Del Alma
RomantikDentro de las familias más adineradas del mundo, donde los errores eran imperdonables así como las imperfecciones, siempre existía una persona que no sigue los ideales superficiales, esa era Lena Luthor. Junto a su hermano funda una universidad que...