Al siguiente día, Jay citó a su nueva alumna a un café no muy lejos de la escuela después de clases. Aún no entendía por qué el director lo había asignado, si él jamás se ofreció como tutor. Sabía que algunos chicos lo hacían a cambio de becas, pero una beca era algo que él no necesitaba. Como sea, la extranjera necesitaba ayuda y Jay no sabía decir que no.
"어게 지내요?"
—¿Así?
— ...
—¿No? Ahh, es muy difícil, ¿Porque no escriben normal.
— ..?
—No, no quiero decir que sean anormales... e-es solo que en la mayoría de los países escriben normal... no normal, osea que escriben... Ay.
La pelirroja casi no habla, y cuando lo hacía tartamudeaba nerviosa. Pero era muy graciosa y bonita.
Para relajarla, le invitó uno de esos cafés raros que tanto le gustaban a las chicas y hablaron un rato.
Así que era una artista escocesa que vivía con su hermano. Eso sonó interesante.
—¿Vives solo? Wow, yo no podría.
— ...
—Es cierto ya es tarde ¿Nos vemos el viernes?
— ...
—De acuerdo.
Quedaron de verse dos veces por semana para tomar clases de hangul.
Ambos salieron del café, pero la noche ya había caído y la parada de autobús quedaba en una esquina muy solitaria.
— ...
—¿Llevarme? N-no lo se, no quiero ser una molestia.
—...
—De acuerdo, gracias —ella sonrió agradecida. En realidad, le emocionaba viajar por primera vez en moto.
Mientras Jay arrancaba su motocicleta, el viento fresco de la noche acariciaba sus rostros, infundiendo una sensación de libertad en el aire. Con un rugido del motor, se lanzaron a las calles iluminadas por las luces de la ciudad, deslizándose entre los autos con agilidad. El corazón de la Alex latía con emoción mientras se aferraba a la cintura de Jay, sintiendo la velocidad y la adrenalina recorrer su cuerpo.
— ...
—¿Que me sujete con fuerza? De acuerdo —sintió un poco de miedo. Ya iban demasiado rápido.
Entonces el sonido del motor sonó con más fuerza y la motocicleta avanzo a mayor velocidad. Las luces de la noche se volvían lineas neones que quedaban atrás rápidamente. Con cada curva que tomaba, Alexa se aferraba más Jay.
— ..?
—No, n-no tengo miedo —respondió con dificultad por el viento azotando en su cara.
Entonces Jay soltó la motocicleta de una mano y giró para cerrar el visor del casco de Alexa.
— ..?
—¡Si, mejor. Pero no te sueltes! —gritó asustada haciendo reír a Jay dentro de su casco.
Cuando llegaron al final, Alexa se bajó de la motocicleta casi temblando.
— ..!?
—Si me dio miedo, pero no te preocupes, ¡fue tan emocionante! Toma —entre rizas le extiende el casco para entregárselo.
Jay lo toma pero se lo vuelve a poner.
—¿Mío? P-pero...
— ...
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UN TOQUE DE COLOR
FanfictionElla observaba desde la distancia, cada día a la misma hora, al desconocido que se había convertido en su fuente inagotable de inspiración. Tejía historias imaginarias que solo existían en un rincón secreto de su corazón y les daba vida sobre el lie...