Capitulo 12: El abismo de los Beifong

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Pv Kuvira Miller 
(Relato personal)

Las arenas de Combate
Plataforma de Tierra control

Todo era un caos, el odio....la desesperación.... y este eterno dolor en el pecho que tanto se habia acumulado, solo tenia que dejarlo salir, externar todo aquello que me carcomia por años para lanzando por la borda esperando que al final del dia una mísera parte de esto pudiera mantener mi mente a flote y al fin seria libre, sentia la humedad en mis ojos intensificarse a cada golpe sobre la tierra, el lazo de metal rodeando mis músculos desgarrando parte por parte las capas de piel para retenerla aqui, frente a mi.

Su respiración se evidencio agitándose cuando acaricié sus mejillas, su aliento entraba por mis labios llegando a saborearla aun sin tocarla, no tarde mucho en olvidarme de la existencia del resto del planeta apreciando el tacto de su piel bajo mis yemas.

Me mantuve asi tal vez una hora o seria una fracción de segundo, ¿quien carajos lo sabia? apenas razonaba mientras seguia a la espera de su rechazo, sin embargo este nunca llego.

La mire insegura de toda la situacion cuando su rostro quedo a escasos centimetros, bajo la vista a mis labios y antes que pudiera comprender lo que iba a pasar me anime a lo impensable, sintiendo sus calidos labios bajo los míos, eran suaves que la ceda y tan perfectos como los tallos de la flor mas delicada, todo para disfrutar dulcemente en ese sencillo e intenso contacto, pasaron varios segundos donde el tiempo dejo de avanzar mientras se desbocaban nuestros corazones.

Se separo de mi apenas pudo apoyando su frente sobre la mia  dandole oportunidad de tomar varias bocanadas de aire que mucho nos hacian falta. Sus pupilas verdes jades dilatabas fijas en mis labios me hicieron hervir la sangre en un instante, vacile un poco logrando tomarla por la cintura mis manos aun firmes entraban en su ropaje buscando los caminos secretos hasta su piel.

Fue ahí donde encontre mi locura, apenas el meñique logro atravezar el laberinto de tela, senti la piel de su cadera hervir como maestro fuego, el contacto la hizo soltar un gemido el cual creyo haber ahogado a media garganta pero mis oidos se deleitaron borrando total esperanza de dejarla marchar, mordio su labio inferior al ver lo que habia ocasionado en mi, la total y completa excitacion que tenia de pies a cabaza.

"A la mierda todo"

Esta ves mas pasional nos fundimos la una en la otra desgarrando las gargantas, fui en busca de aquel sonido ahogado que reclamaba como mio, rompiendo el sello que tanto me impedia intoxicarme de su sabor.

-Kuvira.....no..- Salian sus palabras mientras mi lengua seguia recorriendo cada seccion de su boca, aun con la idea de ser rechazada poco me importaba, "¿Acaso se puede volver adicta a algo en tan poco tiempo?" Si este era el comienzo o el final de algo, habia valido la pena..... solo por este momento, cada maldito segundo.

-Suyin.... Solo......no digas nada- Sus ojos entrecerrados estaban tan sometidos al deseo como yo. 

"Si, ella lo quiere" Me intentaba convencer para que el raciocinio no se atreviera a entrometerse.

Respondio a mis besos al fin tomando la decision que tanto temia, sus brazos me rodearon el cuello y senti la tierra bajo nosotras caer un par de metros con un movimiento de tierra control, dejandonos en una burbuja bajo la superficie de la plataforma, como si jamas hubiéramos estado ahí, nuestro pequeño y encerrado mundo se volvio una caverna de tierra donde solo yaceríamos nosotras dos, acababamos de desaparecer de la faz de la tierra, ella bajando conmigo y yo en el segundo que probe sus labios. "Adios a Kuvira, adios a su hija, adios a la familia..... no habia vuelta atrás"

El movimiento me hizo caer sobre mi espalda muy lentamente sujetada por ella aun sin romper el suave y pasional beso que continuaba respondiendo con una exquisita habilidad. "Es tan maravillosa" 

Universidad República Unida- Nueva Era Donde viven las historias. Descúbrelo ahora