Dark Romance - Spencer Reid © ✔

|01| Capítulo

El sonido de mi alarma me saca de mis pensamientos, como cada mañana me baño, cambio y maquillo... ¿La diferencia? Bueno, la diferencia es que hoy es mi primer día de trabajo, así que mi vestimenta también es distinta a la usual. Estoy utilizando un conjunto de traje color negro con una blusa rojo sangre debajo, unos tacones negros de punta. Me aliso el pelo, me maquillo y me pongo unos aretes... Lo más importante, mi anillo.

Tomo mi bolso y teléfono, subo a mi auto, 10 minutos después mi teléfono suena... Una llamada.

— Buenos días. — Lo saludó por teléfono.
— ¿Como amanecio la nena suicida? — Pregunta.
— Muy gracioso. 
— Hablo en serio, Diana. Es estúpido. — Ruedo los ojos.
— Te pedí que me apoyaras. 
— Eso hago... Simplemente vas a estar rodeada de sangre y eso no es nada bueno. — Dice en tono serio.

— Shawn...
— Cómo crees que reaccionarán todos cuando sepan que te fuiste al otro lado del océano a jugar a la policía... Ese no es tu papel en la vida y lo sabes.

— ¿Vida? Hace años que ninguno de nosotros tiene vida... ¡Y lo sabes! 

Me estaciono en el parqueo de la UAC.

— Por favor, Shawn... Me lo esperaba de todos pero... ¿De tí?
— Ay nena... ¿De verdad lo vale? — Me pregunta.
— Es mi sueño, no me quemé las pestañas para que mis títulos estén de adorno. 
— Sabes que no hablo de los títulos. 

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El equipo está reunido, esperando la llegada de Diana Mendes. La puerta se abre y entra Diana con paso seguro pero sin ostentación. Lleva consigo una maleta de cuero y un ligero toque de elegancia gótica en su atuendo. Su mirada, penetrante y cautelosa, escudriña a cada miembro del equipo.

Hotchner con una sonrisa cordial — Bienvenida, Diana. Es un placer tenerte con nosotros. Permíteme presentarte al equipo. Este es David Rossi, nuestro mentor y un veterano en el campo.

Diana asiente con cortesía, evitando el contacto físico y manteniendo sus manos ocupadas con un anillo que gira nerviosamente en su dedo.

— Un honor conocerlo, señor Rossi. — Menciona educada.
— El honor es mío, Diana. Estoy seguro de que tus habilidades serán un gran aporte para el equipo. — Dice sonriendo.

Diana asiente, agradecida por las palabras de Rossi, pero sin dejar que su expresión revele demasiado.

— Y aquí tenemos a JJ, Derek Morgan, Emily Prentiss, Penelope Garcia y el Dr. Spencer Reid, quienes conforman el núcleo de nuestro equipo. — Presenta al resto, Hotch.

Los miembros del equipo saludan a Diana con sonrisas y gestos amigables, pero ella responde con cortesía distante, manteniendo una distancia física.

— Un placer conocerlos a todos. — Dice con el mismo toque de educación.
— ¡Bienvenida, Diana! Estamos emocionados de tenerte aquí. — Dice JJ con una gran sonrisa. 

Diana asiente, agradeciendo la bienvenida con una inclinación de cabeza, antes de desviar la mirada hacia mi, la observaba desde el fondo de la sala en silencio.

— Hola, soy Spencer Reid. ¡Es genial tenerte en el equipo! — Digo con una sonrisa tímida.

Diana me  devuelve la sonrisa con una leve inclinación de cabeza, reconociendo mi saludo.

— Gracias, Spencer. Estoy ansiosa por colaborar con todos ustedes. — Dice.

— ¿Qué tal si te presentas? — La anima Rossi.

— Claro... Mi nombre es Diana Mendes, tengo 23 años, cuento con un IQ de 190, me especializo en Medicina Forense, Psicología criminal, Criminóloga matemática. Hablo 8 idiomas, español, inglés, rumano, francés, alemán, ruso, húngaro e italiano, memoria fotográfica y germofóbica... Creo que es lo único.

Todos la vimos con sorpresa.

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— ¿Cómo es que hablas tantos idiomas? — Pregunta Derek.
— Por la crianza. Nací y crecí en lo que antes era Transilvania, actualmente Rumania, donde se habla rumano, húngaro, alemán, francés e italiano, a los 16 años junto con mi familia nos mudamos a Rusia, aprendí ruso, luego visitamos América Latina, donde aprendí español, por último nos establecimos en Estados Unidos y aprendí inglés. — Le contesto.

— ¿Estás casada? — Pregunta Emily.
—  ¿Yo? — Pregunto y Emily asiente. — No, Drac- Dios me libre.
— ¿Por qué el anillo?
— Tradición familiar, todos usamos anillos iguales. —Le vuelvo a contestar.
— Es muy hermoso ¿De donde es? — Pregunta Rossi.
— Es de origen transilvano.