|13| Capítulo

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Entré a la sala donde Aaliyah estaba trabajando frenéticamente en su laptop. La preocupación me invadía. Sabía que su intención era buena, pero sus acciones ponían en peligro a todos nosotros.

— ¿Qué estás haciendo, Aaliyah? — pregunté, tratando de mantener la calma.

— Tratando de corregir las mentiras sobre nosotros. — respondió sin apartar la vista de la pantalla. — La gente necesita saber la verdad.

Suspiré, sabiendo que esta conversación no sería fácil.

— ¿De verdad crees que exponernos es la solución? — repliqué, acercándome más. — Shawn tiene razón. Estamos siendo observados. El FBI no es algo con lo que deberíamos jugar.

Aaliyah levantó la vista, su expresión mostrando una mezcla de desafío y arrepentimiento.

— Solo quiero que dejen de vernos como monstruos. — dijo en voz baja. — No somos lo que dicen.

Me senté junto a ella, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

— Lo sé, pero hay maneras más seguras de hacerlo. — dije suavemente. — Además, hay más en juego que solo nuestras reputaciones. La seguridad de todos nosotros depende de mantener un perfil bajo.

— Pero Spencer... — comenzó Aaliyah.

— Spencer entenderá. — interrumpí. — Si realmente le importo, encontraré una forma de protegerlo sin ponernos a todos en peligro.

En ese momento, la puerta principal se abrió de golpe y Shawn volvió a entrar, todavía visiblemente molesto. Se dirigió directamente hacia nosotras.

— Necesitamos actuar rápido. — dijo sin preámbulos. — El FBI está demasiado cerca. Tenemos que movernos.

Aaliyah me miró, la preocupación reemplazando su anterior determinación.

— ¿Moverse? ¿A dónde? — preguntó.

— Hay un lugar seguro en las montañas. — respondió Shawn. — Lo hemos usado antes. Nadie nos encontrará allí.

Asentí, poniéndome de pie.

— Empaquen lo esencial. — ordené. — Nos vamos en una hora.

Aaliyah se levantó lentamente, su mente trabajando a toda velocidad. Cerró su laptop y comenzó a empacar. Yo hice lo mismo, sintiendo el peso de la responsabilidad en cada movimiento.

Una hora después, estábamos todos listos. Shawn, Aaliyah y yo nos reunimos en la sala principal, cada uno llevando una bolsa con lo imprescindible.

— ¿Todos listos? — pregunté.

Asintieron en silencio. Salimos de la casa y nos dirigimos al vehículo que nos esperaba. Shawn tomó el volante, y pronto estábamos en camino hacia las montañas.

El viaje fue tenso y silencioso. Miraba por la ventana, mis pensamientos divididos entre el miedo y la esperanza. Sabía que habíamos tomado la decisión correcta, pero no podía evitar pensar en Spencer y en cómo afectaría esto nuestra relación.

Después de varias horas, llegamos a una cabaña oculta en el bosque. Parecía abandonada, pero Shawn sabía que estaba bien equipada y segura. Entramos rápidamente, asegurando puertas y ventanas.

— Aquí estaremos a salvo por un tiempo. — dijo Shawn, tratando de sonar tranquilizador. — Pero debemos ser cuidadosos. No podemos permitirnos más errores.

— Por supuesto que no. — Escuchamos a nuestras espaldas. 
— No... No. — Digo viéndolos, volteo a ver a Shawn. — ¡Eres un maldito! 

— No somos el enemigo, Di. — Escucho a mi madre.
— Aaliyah se ha salido de control... Estará mejor en casa, donde no pueda casi matarnos a todos. — Dice mi padre con voz grave.

Aali camina hacia mi.

— Si se la llevan, nunca más traten de comunicarse conmigo, están muertos... Los tres. — Digo viendo a Shawn.

— Hablaremos cuando se te pase el berrinche. — Dice mi madre caminando hacia Aaliyah y poniéndole unas esposas, se puede ver el dolor en su rostro pero no grita. — Con esto bastará, no más poderes, no vuelo, no velocidad inhumana, nada... Eres una simple humana ahora.

— ¿Qué le estás haciendo? — grité, tratando de detener a mi madre.

— Es por su seguridad y la nuestra, Diana. — respondió mi padre, deteniéndome con una mirada dura. — No podemos permitirnos más errores.

Aaliyah me miró con lágrimas en los ojos mientras la sacaban de la cabaña. Sentí una mezcla de impotencia y rabia. Sabía que mis padres creían que estaban haciendo lo correcto, pero no podía aceptar lo que le estaban haciendo a mi hermana.

— Esto no está bien. — susurré, mi voz temblando de emoción. — No puede ser así.

— Encontraremos una solución. — dijo Shawn, colocando una mano en mi hombro. — Pero por ahora, necesitamos mantenernos seguros.

En un movimiento rápido le quiebro el cuello a Shawn, este cae.

— No me busques Radu, porque no dudaré en clavarte una estaca. —  Camino hacia mi bolso y salgo de la cabaña, vuelvo a casa.

Cuando estoy adentro tocan mi puerta, tomo un trozo de madera y con un cuchillo creó una estaca, la tomo con una mano y la escondo. Abro la puerta y me encuentro con...

— ¿Qué haces aquí? — Le preguntó.
— Te conozco, Di. Shawn a de estar con la cabeza por un lado ¿no? — Me pregunta y asiento. — Me enteré de lo de Aali. ¿Puedo pasar?

Le enseño la estaca.

— Un movimiento en falso y te mato. — Le digo y ella siente. — Eres bienvenida a pasar, está vez.

Rebbeca entró, cerrando la puerta tras de ella. Sus ojos buscaban los míos, llenos de preocupación y algo más profundo que no podía identificar en ese momento.

— No deberías estar aquí. — le dije, aunque parte de mí se sentía aliviada de verla.

— No podía quedarme lejos sabiendo lo que está pasando. — respondió con determinación. — Sabía que necesitarías a alguien en quien confiar.

— ¿De verdad crees que confío en ti? Por favor, una noche con Shawn y le sueltas la información. — Le digo.

— Estas siendo muy dura con él. — Dice Becky.
— Si las cosas hubieran sido al revés, estaría siendo igual con Aaliyah, la diferencia es que tendría aquí a Cameron. 

— Aali es una vampira, ¿que le pueden hacer tus padres? — Pregunta.
— Se me ocurren algunas ideas, crucifijos, agua bendita, verbena... — Le digo. — Son vampiros, son insensibles.

— Son tus padres. — Me dice.
— Por eso... ¿De donde carajos crees que salí así? 

Rebbeca me miró, la comprensión brillando en sus ojos.

— Di, sé que todo esto es un caos, pero necesitamos encontrar una solución juntos. — dijo suavemente. — No podemos seguir enfrentándonos entre nosotros.

Sentí una oleada de furia y determinación endurecer mi expresión. Mis padres, Aaliyah, Shawn... No permitiría que esto continuara.

— No, Rebbeca. No tenemos tiempo para vacilar. — respondí con firmeza. — Si queremos salvar a Aaliyah, debemos actuar ahora y ser implacables.

Rebbeca asintió, su mirada reflejando mi determinación.

— ¿Cuál es el plan? — preguntó, lista para seguirme.

— Primero, asegurémonos de que no puedan rastrearnos. — dije, mi mente trabajando rápidamente. — Conozco a alguien que puede borrar nuestra presencia digital y física por un tiempo. Luego, vamos por Aaliyah.

Dark Romance - Spencer Reid © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora