Dark Romance - Spencer Reid © ✔

|19| Capítulo

Salimos de la casa y nos dirigimos hacia donde creemos que Shawn podría estar. El camino está en silencio, excepto por el rugido del motor. Miro de reojo a Spencer, notando su concentración y la manera en que sus sentidos parecen estar agudizándose.

— ¿Estás listo para esto? — Le pregunto, sabiendo que no hay vuelta atrás.
— No, pero lo haré de todos modos. — Responde con una pequeña sonrisa.

Llegamos a un viejo edificio abandonado en las afueras de la ciudad, uno de los escondites favoritos de Shawn. Nos movemos con cautela, entrando en la estructura silenciosamente. El aire está cargado de tensión y puedo sentir la presencia de otros vampiros en el lugar.

— ¿Puedes sentirlos? — Le susurro a Spencer.
— Sí, pero no tan claramente como tú. — Responde.

Nos adentramos más en el edificio, nuestros sentidos en alerta máxima. De repente, un grupo de vampiros aparece ante nosotros, liderados por Shawn. Su mirada es fría y calculadora, y una sonrisa maliciosa se dibuja en sus labios.

Shawn se me deja ir encima a toda velocidad, empezamos a pelear. Veo que Spencer quería meterse.

— No te metas chico. — Escucho a Becky.

Narra Spencer:

Estábamos tratando de retener a Shawn, pues esto ya no era por Aaliyah, era por el orgullo de Shawn, el cual estaba herido pues su hermana menor le quebró el cuello.

 Nada más Diana entro a la cabaña, Shawn se le fue encima. Los hermanos Mendes se encontraban peleando en el suelo. Veo al genio tratando de meterse en la pelea.

— No te metas chico. — Le digo.
— ¿Por qué no hacen nada?
— Qué sean realeza vampira no quiere decir que esto... — Los señala. — No sea una pelea entre hermanos. — Era un chico de ojos verdes. — Dejarlos, cuando se aburran actuarán normal otra vez.

— Pequeño demonio, es suficiente. — Dice un chico de ojos azules. 

Volteo a ver a Diana, la cual le estaba quebrando el hombro a Shawn, está voltea a ver al chico de ojos azules.

— ¡Drac! — Dice Diana soltando a Shawn y corriendo hacia el chico de ojos azules, lo abraza y se les une el chico de ojos verdes.

— ¿Qué estacas hacen aquí? — Les pregunta Diana.
— Oh, cariño... Tus padres hicieron un escandalo por todo el castillo, ya sabes, por lo del cabeza hueca de tu hermano, así que supusimos que cuando las cosas se calmarán, querrías matar a Shawn y... Disculpa, pero eso no ha pasado en los últimos 1,500 años. — Dice el de ojos verdes.

Los veo separarse y Diana voltea a verme.

— Spencer, ellos son de los amigos que te hable... Son parte del clan real. Ellos son Louis y Harry. — Dice presentándome al chico de ojos azules y verdes, los de allá son Zayn, Liam y Niall. — Volteo a ver a dos chicos de ojos cafés y a uno de ojos azules. — Los de allá son Cameron y Nash. — Dice y miro a un chico de ojos cafés y otro de ojos azules. — Bueno y a Becky ya la conocías.

— Encantado de conocerlos. — Digo, tratando de no parecer intimidado por la presencia de tantos vampiros poderosos. Los chicos asienten en reconocimiento, sus miradas penetrantes evaluándome.

Shawn se levanta del suelo, frotándose el hombro herido, y lanza una mirada resentida a Diana antes de dirigirse hacia los demás.

— ¿Qué hacemos ahora? — Pregunta Shawn, su voz cargada de frustración.

Narra Diana:

— ¿Qué tal ir de caza? — Propongo. — Solo tenemos que llamar a Aali.
— ¿No estaba contigo? — Me pregunta Cameron, frunciendo el ceño.

— No, vivía con Shawn y ahora... no quiere... Se mudará a mi casa. Así que está empacando. — Les informo, tratando de mantener mi voz firme.

Shawn lanza una carcajada amarga, sacudiendo la cabeza.

— ¿De caza? — Repite con desdén. — ¿Después de todo esto?

— Es una manera de relajarnos y aclarar nuestras mentes. — Dice Harry, apoyándome. — Y tú, Shawn, necesitas dejar de actuar como un niño herido.

Shawn bufa, pero no objeta. Los demás intercambian miradas, finalmente asintiendo en acuerdo.

— Está bien, vamos a cazar. — Dice Louis. — Pero primero, aseguremos que Aaliyah esté bien instalada.

Llamo a Aaliyah y, después de unos minutos, ella responde.

— ¿Estás bien? — Le pregunto.
— Sí, estoy bien. Ya terminé de empacar y estoy en camino a tu casa. — Responde con voz tranquila.

— Perfecto. Vamos a cazar un rato. ¿Te apuntas? — Le digo, sintiendo un peso levantarse de mis hombros.
— Sí, no tardo en llegar.

Terminamos nuestra llamada y nos preparamos para salir a cazar. La tensión en el aire comienza a disiparse, reemplazada por una emoción latente. Spencer, aunque todavía un poco desconcertado por la situación, parece más relajado.

Nos movemos en un grupo coordinado, saliendo del edificio y adentrándonos en el bosque cercano. La noche está oscura y silenciosa, el ambiente perfecto para la caza. Nos dispersamos ligeramente, cada uno siguiendo sus propios instintos.

Narra Spencer:

Me muevo con cautela, observando a los vampiros a mi alrededor. Es fascinante ver cómo se mueven con tanta gracia y precisión, como depredadores naturales. Diana me lanza una mirada de complicidad antes de desaparecer en las sombras.

La caza es rápida y eficiente. Los vampiros se mueven con una sincronización perfecta, y en cuestión de minutos, hemos terminado. El ambiente se siente más ligero, y la tensión que había estado presente entre todos nosotros parece haber disminuido.

Regresamos al punto de encuentro, y Diana se acerca a mí, su expresión más relajada.

— ¿Cómo te sientes? — Me pregunta.
— Bien, creo. — Respondo, sonriendo un poco. — Es... diferente, pero no está mal.

Diana asiente, satisfecha.

— Esto es parte de nuestra vida. Y ahora, también es parte de la tuya. — Dice, su voz suave pero firme.

Nos dirigimos de regreso al coche, listos para volver a casa. Mientras el motor ruge y nos alejamos del bosque, siento que algo ha cambiado. Hay un nuevo entendimiento y respeto entre nosotros, y sé que, aunque el camino por delante no será fácil, estamos listos para enfrentarlo juntos.