Dark Romance - Spencer Reid © ✔

|09| Capítulo

— ¡Oye! — Grita la mujer al guardia del banco, para después dispararle. — Sí damas y caballeros, somos los naipes.

— Dame todo el dinero, que no esté marcado. — Le dice uno de los hombres a la cajera.

Está con las manos temblando empieza a meter dinero en la bolsa, pero se va un fajo marcado, ganándose una cachetada.

— Tenemos problemas, blanco y negro. ¡Corran!
— ¡Vámonos!

Los naipes tratan de escapar, pero al salir, uno de los dos policías le dispara a uno de lo naipes, el compañero de este le dispara a la policía, matándola.

...

Llegue a la oficina 20 minutos antes de mi hora de entrada, veo que ya todos estaban allí.

— Buenos días. — Saludo y sigo mi rumbo hacia mi escritorio.

Hotch entra a la sala y todos lo vemos.

— Vayan a casa, alisten sus cosas, salimos en una hora a DC. — Dicho esto se retira.

— Bien, tomen un carro del UAC por parejas. — Dice Emily. — Morgan con Penélope, Spencer con Diana y JJ, conmigo, vamos.

Iba a negarme, pero algo me decía que no era el momento, Spencer y yo nos miramos de reojo, caminamos al ascensor en silencio. Cuando llegamos al auto, él conduce. Primero fuimos a su casa.

— Puedes pasar si quieres. — Me invita.
— Te lo agradezco, pero prefiero quedarme en el auto. — Le digo y Spencer asiente.

Cuando se va, tomo mi teléfono y llamo a mis hermanos en llamada conjunta.

— Necesito mi casa impecable, Spencer puede que entre en unos 20 minutos. — Digo nada más atienden el teléfono.

— ¿Qué tú no tienes sirvientas? — Dice Shawn.
— ¡Ahora!
— Bien, ya vamos. — Escucho a mi hermana.

— Gracias, cada uno puede tomar las botellas que quiera de mi refrigerador. — Les digo.
— Al fin, creí que ya no me pagarías. — Escucho a Shawn.
— Nunca te he quedado debiendo nada. — Le reprocho.

Veo a Spencer aproximarse.

— Ya estamos en tu casa, Di. — Escucho a Aaliyah.
— Por supuesto, son bienvenidos a pasar.

Spencer entra al auto.

— Listo, lamento haberte hecho esperar. — Me dice.
— No te preocupes. — Le sonrió.

— Diana limpia tu casa más seguido ¿quieres? — Escucho a Shawn quejarse.
— Por supuesto, cuando me pagues una colaboradora.

Escucho el tintineo de mis botellas.

— Listo, Di. Todo limpio. — Escucho a Aaliyah.
— Gracias, estaré fuera de la ciudad por unos días, pueden cuidar mi casa, por favor.
— Claro, nos turnaremos. — Dice Shawn.
— Yo me iré con las botellas. — Escucho a Aaliyah.

Me rio.

— Gracias. — Les cuelgo.

Guardo mi teléfono en mi cartera.

— ¿Dónde vives? Porque no creo que sea la casa de la semana pasada. — Pregunta Spencer.
— Creí que JJ ya se había encargado de darles toda mi información. — Le digo.
— Entiéndela, eres nueva y en el UAC somos como una familia. Además, es sospechoso que tu información esté encriptada. — Dice.

— Cruza a la derecha. — Spencer me hace caso. — Ahora a la izquierda.
— Este es... El condominio de apartamentos más lujoso y costoso de la ciudad. — Dice al ver el portón.

Spencer voltea a verme.

— Nueva información para JJ.
— Esto es...

El guardia se acerca a ver quienes vienen.

— Lady Mendes ¿Es usted? — Pregunta.
— Sergio, buenos días, me alagas con el Lady. — Este nos mira extrañado, pero nos deja pasar.

— ¿Marquesa? Es gracioso que te llame así porque hay un Duque Mendes en Rumania, que es tu lugar de origen... — Spencer se queda callado y me voltea a ver. — Por eso tu información está encriptada... Eres alguien de alto rango internacionalmente.

— No hagas ideas tontas en tu cabeza, Spencer. Llegamos, puedes quedarte o pasar, como gustes. — Dije bajando del carro.

Me sorprendo al verlo bajar del auto, ambos entramos a mi casa.

— Bienvenido. — Digo al dejarlo pasar, llegamos directamente a la sala. — Puedes sentarte.
— Gracias. — Se sienta en la sala viendo una gran pintura que adornaba mi casa.
— Son mis hermanos y mis padres. — Le digo.
— Si eres familia del Conde... ¿Quién eres?

— Soy Lady Diana de Black Castle... — Digo sentándome junto a él. — Llegué a Estados Unidos para seguir mis especialidades, pero no creí que a la semana de estar en la UAC me investigarían.

— Por eso está encriptada tu información, por tu padre. — Dice uniendo las piezas.

— Penélope pronto encontrará otro expediente, pero está vez como Diana Mendes... Necesito seguir como Diana Mendes, Spencer. Nadie puede saber lo que soy en Rumania, por favor. — Spencer asiente. — Gracias. — Le beso la mejilla.

Me levanto y corro a mi habitación para hacer mi maleta. Cuando vuelvo con mi maleta veo a Shawn sin su anillo, cara a cara con Spencer.

— No es el momento, Diana. — Dice para después ponerse su anillo.

Veo cómo se va, volteo hacía Spencer... Dormido. La pintura de mi familia ahora es una obra común de arte. 

Empiezo a despertar a Spencer.

— Despierta.
— ¿Diana? ¿Me quede dormido? — Pregunta y yo asiento. — Tenemos que irnos. 

...

— En seis robos nadie ha podido hacer un retrato. — Informa Emily. 
— Los medios los apodaron "Los naipes" siete robos en siete meses, asesinan a una persona en cada robo. — Informa Hotch.

—  Esos robos son hacía bancos pequeños, en pueblos, pero todos en un camino hacia DC. — Explica Spencer.
— Y este es el banco más grande de DC. — Le digo.

— Inspeccionan las sucursales por adelantado. — Dice Emily. — Estos son robos de poder, no hay caras, no hay notas, no hay huellas... Son profesionales.

— Tengo algo. — Digo leyendo la información. — Solo la Reina oprime el gatillo... Penélope, busca a los sujetos por separado. 

— De inmediato. Tome las medidas de estatura y peso de los sujetos, las compare con dúos especializados en bancos, son hermanos, Chris y Ollie Stuard. Estuvieron en prisión 2 años tras un intento de robo fallido. Los liberaron hace unas semanas. — Informa García.

— ¡Eso es! — Todos me observan. Tomó los papeles y los pongo en la mesa. —  Chris y Ollie no eran eficientes solos, consiguieron una socia... Por eso los otros 6 robos, los estaba entrenando antes del gran golpe.

— Buen trabajo, Diana. — Me felicita Hotch.

— La mujer mata a un tipo diferente cada vez, no solo es el guardia, también mujeres, hombres... De todo. — Dice Spencer.
— Les dispara al abdomen, se desangran mientras ellos continúan con el robo. Es sádica. — Digo. 

Continuará