Dark Romance - Spencer Reid © ✔

|08| Capítulo

Shawn y yo nos mirábamos más nerviosos... Teníamos que actuar y rápido.

— ¿Quieren conocer la mansión? — Les preguntó.

Con un asentimiento de cabeza, todos nos levantamos.

— ¿Puedo dar yo la parte de los cuadros? Por favor. — Dice Aaliyah, Shawn y yo asentimos, dejándola pasar primero.

Shawn y yo nos quedamos de último en el grupo. 

— Este es el castillo de Vlad III, papá decía que representaba a Shawn... — Empieza a decir Aaliyah.

Penélope estaba a la par mía, me quito mi anillo y le tocó el hombro. Ella voltea a verme.

— No recordarás las palabras de Aaliyah... — Le susurró.
— No recordaré las palabras de Aaliyah... — Repite en susurró.

Una menos, faltan cinco.

— ¿Porque el castillo de Vlad? — Pregunta Spencer.
— Somos de Transilvania, es chiste local. — Le digo. — Cada pintura tiene un contexto con vampiros.

Le digo.

— ¿Hay más pinturas? — Pregunta curioso.
— Sí, vamos. — Le tomo la mano y lo llevó a la siguiente pintura.

Veo a Shawn hablando con Emily, escuchó y memoria borrada.

Faltan cuatro.

— ¿Qué significa? — Pregunta.
—  Es la ciudad de nacimiento de Vlad. ¿Quieren ver las demás habitaciones? Hay mucho más que ver en esta mansión. — Digo, con un tono amistoso.

Los invitados asintieron, emocionados por la idea de explorar más. Mientras caminábamos hacia las siguientes salas, Aaliyah y Shawn se acercaron sigilosamente a cada uno de ellos, usando sus poderes vampíricos para borrar selectivamente las partes de la conversación que no querían que recordaran.

Con cada paso, los invitados parecían un poco más confundidos, pero no podían recordar por qué. Era como si partes de la conversación se desvanecieran de sus mentes, dejando solo recuerdos borrosos de la mansión y las obras de arte que habían visto.

Una vez que estuvimos seguros de que sus recuerdos habían sido manipulados con éxito, continuamos el recorrido como si nada hubiera pasado, manteniendo nuestro secreto a salvo y asegurándonos de que los invitados disfrutaran de su visita sin sospechas.

Después de haber borrado selectivamente las partes de la conversación que no queríamos que recordaran, continuamos el recorrido por la mansión. A medida que avanzábamos, los invitados parecían cada vez más intrigados por las obras de arte y la arquitectura del lugar, pero cualquier recuerdo de lo que Aaliyah había revelado se había desvanecido por completo de sus mentes.

Nos detuvimos frente a una gran pintura que retrataba una escena nocturna en el bosque. 

— ¿Qué historia hay detrás de esta pintura? — Pregunta Spencer.

Aaliyah y Shawn intercambiaron una mirada rápida antes de que Aaliyah respondiera con una sonrisa — Esta es una representación de uno de los primeros encuentros de nuestra familia con los lobos salvajes de los Cárpatos. Fue un momento crucial en nuestra historia.

Spencer asintió, satisfecho con la respuesta. Continuamos explorando la mansión, disfrutando de la compañía de nuestros invitados mientras manteníamos cuidadosamente el secreto de nuestra verdadera naturaleza.

Finalmente, cuando llegó el momento de despedirnos, los invitados elogiaron la belleza y el misterio de la mansión, sin sospechar nunca la verdad que se escondía entre sus paredes. Aaliyah y Shawn intercambiaron una mirada de alivio mientras cerrábamos las puertas detrás de ellos, sabiendo que habíamos logrado mantener nuestro secreto a salvo por otro día.

— No vuelvas a hacer algo tan estúpido como lo de hoy. — Dice Shawn con una voz de autoridad hacía Aaliyah.

— ¡Fue un error!
— Un error que nos pudo ocasionar la muerte... O aprendes a cerrar la boca o vuelves a casa con mamá y papá. — Le dice furioso. — Está no es una de tus putas novelas, aquí los humanos no se hacen amigos de los vampiros... Los cazan, Aaliyah... Cruces, ajo, estacas... De todo. 

Tras eso Shawn se va dando un portazo.

— Di... — Veo a Aaliyah con los ojos llorosos.

Me acerco y la abrazo.

— Lo siento, Aali... Pero yo también prefiero tenerte lejos y a salvo, que cerca y en peligro. 
— Fue un accidente...
— No puede volver a ocurrir... Shawn no dudará en mandarte a Transilvania.  

— ¿Porque a ti no te dice nada? — Pregunta llorando.

— Shawn sabe que yo tengo más cuidado con lo que digo. Además, él confía en mí para mantener las cosas bajo control. Pero tú eres más impulsiva, Aali. Necesitas ser más consciente de las consecuencias de tus acciones. —Intenté consolarla mientras mantenía la calma.

Aaliyah asintió, limpiando sus lágrimas.

— Lo sé, lo sé... es solo que... me emocioné demasiado. Prometo ser más cuidadosa en el futuro.

— Eso espero, Aali. No podemos arriesgarnos. Nuestra seguridad y la de nuestra familia dependen de mantenernos ocultos. —Le recordé seriamente.

Después de un momento de silencio, Aaliyah asintió nuevamente, comprendiendo la gravedad de la situación.

— Lo sé, lo entiendo. Gracias por estar aquí para mí, incluso cuando meto la pata. —Me abrazó con gratitud.

— Siempre estaré aquí para ti, Aali. Somos familia, nos cuidamos mutuamente. Pero debemos aprender de este error y asegurarnos de que no se repita. Ahora, ¿qué dices que nos tomemos un descanso y disfrutemos de una buena comida a nuestro estilo? Necesitamos recargar energías. — Propuse, tratando de alejar la tensión del momento.

Aaliyah sonrió débilmente, aceptando la idea. Nos dirigimos hacia la cocina, dejando atrás las preocupaciones por un momento y concentrándonos en fortalecer nuestros lazos familiares.