Un Príncipe para Jeolbyeog

Prefacio

El Principado de Jeolbyeog se formó cuando un grupo de ciudadanos coreanos emigraron del país, luego del término de la Dinastía Joseon. Deseosos de formar un estado independiente y lejos del eminente dominio japonés. Una familia de nobles, Los Gong cedieron un grupo de islas de su propiedad en el sudeste asiático, como la nueva tierra. Su familia por tanto se convirtió en gobernante, consiguiendo ser reconocidos como estado a principios del siglo XX. Otra familia, los Jang que también eran nobles, querían participar del gobierno del Principado, pero no hubo acuerdo.

Luego de algunas serias discusiones, acordaron que el Principado sería regido por un Príncipe soberano, el cual siempre tendría que ser varón. Si los Gong se quedaban sin sucesión, los Jang tomarían el poder. Si bien la naturaleza o la divinidad no fue muy generosa con el nacimiento de herederos para el trono, procurando un sólo hijo varón en la principal línea de sucesión, lo habían logrado mantener hasta la actualidad con el Príncipe soberano Jae-Hwan.

Kim Seokjin fue nacido y criado en el pequeño principado de Jeolbyeog. Toda su familia ha servido a la casa real y ahora él, es el secretario y mejor amigo del príncipe Jae-Hwan. Soltero a sus treinta y dos años, no aspira a nada más que a servir a la casa real y hacer prosperar a Jeolbyeog. Sofisticado, educado y un tanto rígido en su formación, no tiene idea que su vida ordenada y metódica está punto de ser revolucionada.

Jungkook es un descuidado y distraído estudiante de bachillerato en economía en la Universidad de Busan. Con veintidós años, todavía no sabe que hacer de su vida. Se define a sí mismo como un chico promedio, con una familia promedio. Le gusta cantar, bailar coreografías de grupos de chicas y....el boxeo.

Lo único que escapa a esta "normalidad" es que su madre es prima lejana, muy lejana del príncipe Jae-Hwan. Por lo que técnicamente son de la familia real. Por supuesto que ese tecnicismo nace del abuelo de Jungkook que se vino del Principado enamorado de una turista coreana. Como su línea de sucesión al trono estaba lejos decidió quedarse en la Península y formar su familia. Por lo que la conexión con el Principado sólo existe en la pequeña cantidad de dote que Yerin, la madre de Jungkook recibe mensualmente desde Jeolbyeog y que ha servido para pagar los estudios de Kook. Por eso a menudo el joven estudiante olvida esa pequeña conexión. Siempre soñando despierto junto a su amigo Jimin, vive su día a día sin nada extraordinario, hasta que una noticia inesperada, va a cambiarlo todo.