La alarma de su teléfono lo despertó. Seokjin había sido cuidadoso de ponerla, antes de dormirse. A pesar de todas las emociones de la noche anterior, no había querido descuidar su trabajo. Eran las 06:30 de la mañana y por supuesto el Príncipe no se movió para nada. Le dio un beso en la cabeza y salió de la cama. Era un día de trabajo y él tenía mucho que hacer. Jungkook debía ir también a la Sede del Consejo, luego que Yoongi los había citado para hablar sobre las investigaciones del accidente de Jae-Hwan.
Iba a entrar a la ducha, cuando sintió unos golpes en su puerta. De inmediato se dio cuenta que probablemente era Taehyung. Cada mañana el mayordomo jefe, se encargaba de sacar a Bam del cuarto del Príncipe para que hiciera sus necesidades y alimentarlo. Probablemente, ahora estaría en un pequeño pánico al encontrar la cama tendida y sin un Príncipe en ella. Tendría que decirle la verdad. Con resignación abrió la puerta y efectivamente, los grandes ojos asustados de Taehyung lo miraban.
—Buenos días Seokjin...yo no sé cómo decir esto, pero Su Alteza no...
—Su Alteza pasó la noche conmigo Taehyung—. De inmediato sintió como su rostro se ruborizaba—él está dormido ahora.
—¡Oh! —fue lo primero y único que se le ocurrió contestar al mayordomo y luego una enorme sonrisa asomó en su rostro—bien, entiendo. Yo...me llevaré a Bam. ¿Felicidades, entonces?
—Creo que sí...—murmuró todavía avergonzado—. Dada la personalidad de Jung...Su Alteza..., será difícil ocultarlo al personal que está más cerca nuestro. No necesito decir...
—No Seokjin, no necesitas decirlo. He guardado tantos secretos de Palacio y sabes que el personal que trabaja conmigo y con el Príncipe son leales a la Corona. Ninguno de ellos dirá nada.
Seokjin lo sabía. Con Jae-Hwan había sido igual. Nunca había traído a ningún hombre a Palacio hasta Dong-Gun. Pero el día que el hombre apareció a tomar desayuno en el comedor, ninguno de los empleados había dicho nada y todos simplemente sonreían por ver al Príncipe tan feliz y enamorado. Ese recuerdo lo puso un poco triste, pero enseguida reaccionó cuando vio el nombre de su Jefa de Prensa llamando.
—Gracias Taehyung. Lleva al cachorro, yo como siempre me encargaré de Su Alteza. Prepara todo de la forma habitual—-. El joven mayordomo asintió y se fue llevando a Bam que ya saltaba por todas partes.
Su teléfono volvió a sonar. Era muy temprano para que Chae-Won lo llamara. No había tenido tiempo de ver la prensa con los comentarios sobre la velada de la noche anterior. Así que se preocupó. Decidió que era mejor llamarla. Marcó el número e inmediatamente ella respondió.
—¡Seokjin, lo siento! Sé que es muy temprano, pero tenemos dos problemas. Lo siento, buenos días.
El Secretario, al escuchar la voz angustiada de la siempre tranquila y alegre Jefa de Prensa se alarmó. Se sentó en el sofá de su habitación, mientras Jungkook seguía durmiendo ajeno a todo.
—¿Hubo malos comentarios hacia Su Alteza por la velada? —Seokjin no podía imaginar que podría ser. Jungkook había tenido un comportamiento ejemplar y los comentarios que había escuchado, hablaban de su carisma y simpatía.
—No es eso..., cuando entres a revisar las noticias lo sabrás...los padres de Jimin dieron una entrevista a un diario coreano...ellos acusaron a Su Alteza de llevar por un mal camino a Jimin..., lo culpan de su homosexualidad...ya sabes...todo es tan irracional, sin embargo, ya está en toda la prensa de Jeolbyeog la noticia..., ellos insinuaron, además, que Su Alteza y Jimin están en una relación oculta...
—¡Pero qué carajos! alguien tiene que haberlos incitado...pagado...—Seokjin podía imaginarse de dónde venía todo eso. Su indignación lo había alterado tanto que tuvo que disculparse con la mujer—Lo siento, no quise ser grosero contigo.
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Un Príncipe para Jeolbyeog
RomanceEl pequeño Principado de Jeolbyeog necesita un Príncipe. Jungkook necesita encontrarle un sentido a su vida. Seokjin no sabe que necesita desesperadamente a Jungkook. Historia Original Capítulos Cortos Jinkook No se aceptan adaptaciones