Capítulo 11: La Llamada

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Taehyung ya ni siquiera se lo cuestionaba. Simplemente no se preocupaba de despertar al joven Príncipe, pues esa labor la había asumido Seokjin. "No me importa. Está frente a mi habitación. Es sólo despertarlo...", esas eran las frases que más utilizaba, aun cuando el mayordomo sospechaba que la realidad era que le encantaba entrar al cuarto para ver dormir a Jungkook. Sin embargo, el no decía nada, sabiendo cual sería la reacción del Secretario.

Así es que una semana después de la llegada de Jungkook a Jeolbyeog seguía siendo "su responsabilidad" despertarlo. Como cada mañana, abrió las cortinas y dejó entrar los rayos de sol. Luego se dirigió a la cama, donde Jungkook dormía una vez más abrazado a su almohada. Con la diferencia que ahora llevaba siempre un pijama. O al menos una camiseta.

Había sido una semana intensa. Yoongi y Namjoon acudían diariamente a informarle al Príncipe las novedades del Principado y a discutir algunos asuntos que eran primordiales. Al principio Jungkook había tenido dudas sobre su real capacidad para tomar decisiones, pero con el paso de los días y el apoyo incondicional de sus mayores, se había sentido más seguro.

En realidad, estaba muy agradecido de la lealtad, cariño y comprensión que le habían dado. Namjoon seguía siendo la persona más cercana a él, en términos de afecto, pero reconocía en Yoongi su preocupación por él. Otra cosa era Seokjin. Su Secretario seguía siendo extremadamente formal, incluso en algunas ocasiones frío en su trato, pero en el fondo, sabía que se preocupaba por él. Había ordenado al chef de Palacio preparar más comidas coreanas que occidentales, no le faltaba su leche, ni su té. Todavía permitía que usara su ropa antigua, aun cuando había llenado su closet con ropa de marca, que habían comprado en línea. Y por supuesto estaba en todo momento acompañándolo, asesorándolo, dándole lecciones de protocolo y demás.

Jungkook era consciente que en ocasiones volvía loco al secretario por sus informalidades, pero también era su forma de que ese hombre tan rígido al menos sonriera un poco. Todavía extrañaba mucho a sus padres y los llamaba cada noche, esperando que pronto pudieran reunirse con él.

Jin seguía observando a Jungkook. Eran las ocho de la mañana y ya debería haberlo despertado hacía quince minutos, pero sin querer había estado mirándolo. Se enojó consigo mismo por ese comportamiento casi psicópata y al fin, se acercó y sin sentarse en la cama, sacudió un poco el cuerpo del Príncipe.

—Su Alteza, ya es hora de despertar...

—Nooo, por favor Seokjin déjeme dormir un rato más...—la voz casi infantil que provenía de ese mar de almohadas en las que le encantaba enterrarse a Jungkook hizo sonreír a Seokjin.

—Su Alteza, hoy es un día muy importante. No sólo grabará su saludo, sino que además se asomará al balcón para saludar. No querrá tener su rostro hinchado—. En estos días, Seokjin había aprendido que JungKook era un poquito vanidoso y cuidaba mucho su aspecto y piel. Sabía que era parte de la cultura coreana. En Jeolbyeog eran mucho más relajados en torno a la estética y esas cosas. Esperaba que, con ese argumento, el Príncipe pusiera más voluntad en despertarse.

—Seokjinnie eres malo...sabes que si dices eso...voy a abrir los ojos.

Un sonrojo fulminante atacó a Seokjin. No era la primera vez que lo llamaba con ese diminutivo. Hacía dos noches lo había llamado así, cuando le rogó que terminaran la lección sobre política interna de Jeolbyeog a las siete de la tarde, para poder ir a ver el nido de pajaritos. Y obviamente, él no se había podido negar. Eso irritaba a Seokjin, pues a veces, se sentía hipnotizado por la personalidad tan persuasivamente dulce del Príncipe. "Él es virgo", le había dicho Taehyung más tarde ese mismo día, "él ya te analizó por completo y sabe tus puntos débiles y ahora los usa a su favor. ¿Sabías que es uno de los signos más inteligente? El Príncipe Jungkook es todo encanto y seducción...¿por qué presiento que vas a caer muy pronto Kim Seokjin?"

Un Príncipe para JeolbyeogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora