Capítulo Siete: La Chaqueta Prada

246 59 37
                                    

Jungkook y Jimin se reían. Era una sonrisa nerviosa porque ninguno podía creer donde estaban en este momento. Sus habitaciones eran enormes. La de Jimin tenía un ventanal que daba a un jardín con una gran piscina en el centro. Tenía una cama king size, un escritorio, y una pequeña sala con un sofá y un televisor. Estaba pintada en tonos pasteles y tenía climatización.

La habitación de Jungkook estaba en una ala cercana, pero con un ventanal que daba a una terraza impresionante. Arbustos frondosos, flores de muchos colores y lo que más le gustó un columpio donde imaginaba podría pasar tardes completas. También tenía una cama gigante, closets por doquier, un vestidor, un baño con jacuzzi y un largo etcétera. Por eso ambos reían nerviosos, pues era mucho, mucho más de lo que hasta ahora habían tenido en sus vidas.

Luego de aquella promesa de Seokjin, Taehyung los había interrumpido para llevarse a Jungkook a su habitación y a presentarle algunas personas del servicio. Apenas si podía recordar los nombres, pero Tae lo había ayudado mucho y ya intuía que se convertiría en un buen cómplice para ayudarlo con aquellas cosas que probablemente no se atrevería preguntar a Seokjin.

Suspiró al recordar al secretario. Era un hombre serio, pero había visto calidez en su mirada. También cansancio y un atisbo de tristeza. Jungkook imaginaba el dolor que ese hombre debía estar sintiendo al trabajar con él, porque su mejor amigo había muerto. Él ni siquiera podía imaginar cómo se sentiría si le faltara Jimin.

—Yoongi hyung me dio su número. Pero él dice que los honoríficos no se usan en Jeolbyeog, así que sólo es Yoongi. ¿Viste su sonrisa? No sé, tiene algo salvaje en la mirada—. Jimin había caído totalmente rendido frente al Jefe de Gobierno—Me gustaría saber si le atraen los chicos.

—Namjoon hyung me dijo que se hicieron amigos en la Universidad porque se encontraron en una fiesta organizada por un grupo que apoyaba la diversidad sexual, así es que imagino que sí le atraen—. En ese momento Jungkook se preguntó si Seokjin también estaba en esa fiesta y si le atraían los chicos.

—De todas maneras, no creo que él se fije en alguien como yo. Soy apenas un estudiante universitario coreano. Él es el Jefe de Gobierno del Principado. Imagina nuestros mundos son totalmente diferentes.

—Jimin—Jungkook miró seriamente a su amigo—no quiero que te menosprecies. Eres precioso y, tienes un corazón gigante y eres el mejor amigo de la vida. Cualquier hombre debería sentirse honrado de salir contigo. Además, mírate. Estás viviendo en este Palacio. Nuestra vida cambió y ya no somos dos simples estudiantes.

Jimin sonrió. Ese era su amigo que siempre empoderaba a todo el mundo. El que no permitía que nadie se sintiera inferior o menos. Ahora que lo miraba bien, realmente sería un Príncipe maravilloso. Sólo debía vencer su timidez y atreverse a mostrar su verdadero yo.

Su conversación fue interrumpida por dos golpes en la puerta. Jungkook se paró de la alfombra en la que estaba sentado y fue a abrir.

—¡Su Alteza!, no es necesario que abra la puerta. Sólo basta con que me indique que puedo pasar—. Taehyung estaba horrorizado que el Príncipe en persona le abriera la puerta. Sin embargo, Jungkook se largó a reír.

—Oye, no estoy invalido. No cuesta nada hacerlo. Pero pasa, ¿Tae verdad? Jimin dijo que le estuviste explicando algunas cosas acerca del Palacio. Creo que yo también necesito saberlas.

—Yo...en realidad Su Alteza, sólo venía avisarles que en media hora la cena será servida, pero si puedo ayudarlo en algo...

—Bueno, para empezar...cómo debería ir vestido a esta cena...¿quiénes estarán? Tengo miedo de cometer algún error...

—Oh no se preocupe es una cena informal. La Princesa Madre, La Princesa Yu-Jin y el círculo dorado.

—¿El círculo dorado? —Jimin se extrañó ante ese término.

Un Príncipe para JeolbyeogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora