te amo,te odio

Capitulo IX

Toda la semana la paso en cama ya que el médico le dio incapacidad a Regina estaba muy débil jamás la había visto así.
—No puedo creer que sucedió todo eso en la junta.
—si así fue, pero bueno ya todo está solucionado.
—te voy a extrañar estás dos semanas que te vas.
—te llamaré no te acostumbres a vivir sin mi.
—te prometo que no.
Era jueves en la noche y yo ya me iba sólo me estaba despidiendo de mi familia o lo poco que me quedaba.

—Ya deja ir a tu tía Regina.
—ya se pero esque me quiero ir con ella.
—Lastima que no tienes pasaporte.
—lastima.—ella dijo eso dándome un beso y un abrazo de despedida.
Después de ahí salí lo más rápido que pude ya que mis lágrimas querían salir puesto que llevaba años sin separarme de ella.

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Regina.

Apenas llevaba como un día de que Carmen se había ido de aquí ya que esto  de estar con mis padres sola no me apetecia del todo bien pero me tenía que acostumbrar ya que Carmen tiene que tomar rumbo a su vida.

—Buenos días señorita Regina le traigo su desayuno.
—Gracias Lulú pero creo que desayunaré abajo, ¿lo puedes llevar?
Ella asintió y  se fue, era  viernes por la mañana y yo estaba sola  mi madre en el trabajó, mi padre igual y yo aquí en recuperación ya me sentía mejor pero no podía evitar que aún me  doliera un poco la cabeza así que evite por una semana los pupilentes y me puse lentes ya que no estaba lista  para usarlos pero no tenía de otra.
Mientras bajaba las escaleras para ir a desayunar sonó mi teléfono y si era Rafael la única persona que ha venido desde aquel incidente pero todo estaba bien el me estaba cubriendo en lo que yo me reponía.
—Aqui está su desayuno.
—Gracias Lourdes.
—De que niña disfruta.
Ella era muy amable conmigo me preparaba lo que yo quisiera.

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Después de una semana de descanso supongo que ya estare bien
Pero hoy me toca ir al médico la verdad estos días sin Carmen esque me he sentido sóla en esta casa ya que mi madre y mi papá se la pasan todo el día trabajando y bueno hoy saldré después de 7 días de estar encerrada y sin ninguna visita.
—lista para irnos.
Mi madre ya había llegado del trabajo y bueno eran las 3 de la tarde era justo que ya llegará.
—si—dije—bien entonces ya me subo o te espero a que te cambies.
—no vamos de una buena ves para que te revisen y ya te den de alta para que ya mañana asista al colegio.
—Claro al gran colegio Villalobos el prestigiado colegio que todos aman.
—Regina es momento de que guardes silencio cariño.
—si, si, como digas madre.

Angélica

Jamás pensé se que mi hija estuviera en malas condiciones de su vista y si talvez yo fui la culpable por exigir demás pero ella debería entender que en este pueblo jamás tendrá lugar como líder aunque su padre lo intente no lo creo.
—mamá,  ¿ es necesario que lleve gafas oscuras?
—Cariño la luz aún te lástima un poco.
Ella se quedó callada y bueno ya no dijo nada para ser sincera agradezco no haberme hecho cargo de mi hija desde un inicio siempre quise que fuera un varón aunque siempre me guarde ese secreto para mí es lo que más quería un niño.

Después de la visita con el optometrista ella salió más mejor puesto que le habían entregado sus nuevos lentes pero bueno era cosa que no me interesaba por completo.
—Regina vete a casa a prepararte para mañana yo tengo una junta.
El chófer se llevó a Regina a la casa mientras que yo iría con mis amigos puesto que ya necesitaba un descanso.

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Rafael

La tarde con Regina me la había pasado genial puesto que nos pasamos toda la tarde noche haciendo sus tareas y deberes que tenía atrasados.
—Gracias Rafa por ayudarme, ¿te quedas a cenar?
—si, claro Regis.
Le había dicho que si puesto que mi madre de seguro no estaría en casa y una vez más cenaría sólo como siempre, desde que papá nos dejó ella sólo se la vive en su trabajo para según ella ponerme en una condición económica estable.