Era gracioso, tener el deber de obligarse a mar a alguien que aborrecía solo por obtener su alma. Por favor tan bajo a caído para eso, era cierto que su masoquismo estaba presente, pero no hasta ese nivel. Después de sellar el trato, había echado a Lucifer de la habitación, de todas formas si no se iba le iba a volver a tirar el piano de antes, solo que esta vez si iba a atinarle.
Y se hizo el día. Acompañado de un dolor de cabeza que hubiera sido sutil si hubiera hecho caso a la loca de su sombre, pero no. Ahora se abstiene a las consecuencias sabiendo que tiene que bajar de su recámara para hacer el desayuno y a sus compañeros de trabajo.
Solo lo hago por mi alma, solo lo hago por mi alma. Se repetía recordando como quemaron la cocina la anterior vez.
Olvidando por completo que un felino buen amigo suyo ya debería de estar dándose cuenta que le faltan varias botellas de vino.
Alastor te juro que si... no pudo terminar al ver el estado de su amigo. Si que estaba demacrado y con los ojos hinchados. Que mierda pasó esta vez no era pregunta.
Solo le sonrió, siendo ayudado por el felino a pararse y llegar a su cama. Esta vez no podría ocultarlo e iba a tener que explicarle todo lo sucedido con Lucifer, omitiendo grandes partes para que no se preocupara de más.
Creo que encontré a la última persona de que me enamore en este lugar hablo con risa para llevarse una mano a la cabeza.
—No se que mierda paso pero no es nada bueno -hablo el alado sobándose el cuello en son de estrés-
—Oye cálmate, no es como si estuviéramos en la iglesia y hubieras vuelto a gritar Lucifer es hora de irnos -pronunció al recordar como sus amigos se le hacían de bromistas en vida-
—Fue gracioso pero casi me terminan crucificando -hablo agarrando las botellas vacías que hacían en el escritorio-
—Mantente tranquilo, pero... -el contrario lo miro- igual duele saber que lo esperaste toda tu vida para enterarte recién que fue una maldita mentira.
Mejor vámonos, si la niña de Lucifer no te ve va a intentar volver a cocinar.
Rio por ello. Se alisto, y ambos salieron de la habitación directo a la cocina, de todas formas no era como que Husk dejara que cocinara solo con la pinta que tenia pintada encima. No estaba tan mal pero si su pequeña lo veía lo notaria de inmediato. Solo ellos sabían cuando estaba mal, y tal vez eso lo reconfortaba en gran parte de que eran la única familia que podía tener y la que no dejaría por nada del mundo.
Niffty por otra parte recién bajaba con peluche en mano sobándose su ojos como si hubiera sido obligada a despertar.
Charlie solo podía mirarla preocupada y con miedo, esa niña si que la estaba mirando con cólera.
Pero ese era otro asunto, mientras ambas olían a lo lejos el desayuno que Alastor hacia reconfortando y haciéndole olvidar a la cíclope que debía agarrar un cuchillo de cocina para apuñalar a alguien. Subiendo a uno de las mesas para utilizar la radio y poner música.
Ya era de mañana y ambos amigos solo podían reír por los gustos de su estimada, de tantas locuras que hicieron en vida.
Deja que salga la luna. Empezó la pequeña mientras que papá y tío la observaban.
Deja que se meta el sol. Continuo Husk, mientras freía la tortillas.
Deja que caiga la noche. Pa' que empiece nuestro amor. Remato el locutor, sabiendo como esa cocina se iba a volver concierto.
Los demás recién bajaban, observando como la princesa estaba en un trance viendo como aquellos conocidos en vida se divertían. Sin ver que los platos eran puestos por una sombra. Siendo despertaba por su novia, empezando a comer mientras la música seguía sonando.
Niffty ya había terminado, poniendo una nueva música en la radio para sacar a bailar a su papá, siendo jalado por la misma a la sala, al igual que su tío hizo con su pareja.
Te quiero
Lo digo como un lamento.Alastor solo podía reírse, la cíclope cantaba la melodía con sentimiento. La princesa solo les daba ánimos, siendo sacada al último por su novia. Termino con la mejillas rojas por la vergüenza y la cercanía con su querida Vaggie.
La pequeña quedo en el miedo cantando mientras su padre se sentaba en uno de los sillones.
Y se preguntaran donde esta Sir Pentious, pues... También bailaba con sus huevecillos.
A todos se les veía contentos por la situación y debes en cuando cambiaban de pareja, ojo que el demonio de la Radio fue obligado por el felino a seguir con el baile. De todas formas era un gran karma por las veces que lo llevo a las fiestas de la clase alta a rastras con Rossie.
Ay a a a a ay
Ay a a a a ayQuiero que se oiga mi llanto
¡Cómo me dolió perderte!Después de quererte tanto
Pero había un pequeño problemilla, Charlie se había olvidado que su padre pronto vendría para hablar sobre el hotel.
Y ahí estaba viendo la escena, y como el bartender bailaba a gusto con aquel cervatillo, tenía ¿celos? Bueno no era el único, Anthony estaba del mismo modo, lo cual ni el se lo podía creer.
Tal vez por impulso hizo lo que acababa de hacer, separar al locutor de su amigo y apegarlo asimismo. Primeramente el cervatillo no le tomo importancia, pero viendo la expresión de su estimado ya se imaginaba quien podía ser la persona con la que estaba bailando.
Se separo de su agarre y se sentó en un de las sillas, en su interior estaba alegre por volver a estar con uno de sus amores, pero su parte cordial le decía que lo dejara ir por que nunca fue de él.
Decidido siguió su parte cordial, dejando el lugar mientras los demás disfrutaban.
Pero el rey del infierno no lo iba a dejar tan fácil. Lo siguió hasta el segundo piso mientras la música aun sonaba.
Camino hacia uno de los pasillos y lo volvió a acorralar.
—Su alteza, acaso tiene alguna maña de acorralar a sus amantes -hablo con un leve enojo en su rostro-
—Que quieres que haga, se que empezamos con el pie izquierdo pero quiero remediar las cosas -respondio-
—Ja, como si pudiera cambiar que yo solo fui una aventura -miro a los ojos al más alto- Lucifer como socio de su hija le pido que se aleje ahora mismo.
—Al, tu nunca fuiste una aventura, lo sabes bien, fuiste mi pareja, mi gran amor, mi prometido... -el contario se tenso por la confesión pero todavía seguía con temor-
—Lucifer por favor no hagas las cosas más difíciles -el más bajo no le respondió- de todas formas no es como si acabaras de cumplir nuestro acuerdo.
El ciervo solo se burlo de la reacción del mayor, sacando un leve quejido al sentir una de las manos del contrario en su cuello para quedar inmóvil.
El rey del infierno solo pudo maldecirse así mismo por dañarlo pero no sabía como reaccionar.
—Si sigues así no podre seguir fingiendo -el de menor estatura lo miro confundido-
Alastor solo se quedó resignado, para besarlo.
Esto sorprendió al contrario pero lo correspondió sabiendo cuanto había extrañado esa cercanía. Las orejas del más alto temblaban por los toques, sabiendo que era su oportunidad ya que ahora era abrazado con cariño desde su cintura.
No iba a separarse, claro que no, se sentía tan feliz de volver a sentirse amado, pero no soportaba la idea de que Lilith sufrió por aquel amorío de el rey y un pecador en el reino de los vivos. Se aborrecía, el lo amaba, lo espero pero eso ya termino, el tenia una familia y el no quería ser el segundo plato de la mesa, lo empujó.
Te amo pero no puedo creer que hagas lo mismo. Es lo que pronuncio antes de desaparecer como una sombra más entre los oscuros pasillos del hotel.
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Amores Prohibidos Pero No Imposibles
FanfictionQue pasaría si tres demonios se conocieron en vida. Uno más que el otro y se volvieron a reencontrar en el infierno. Al parecer el famoso locutor tuvo pretendientes, tal vez una pareja en vida. Quien sabe. ⚠ Advertencias •▪︎Ship's principal °•Lucif...