Extra: Pesadilla

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Lz se encontraba recorriendo un sendero árido, el sitio era tal como lo recordaba. Un camino de tierra en una especie de cumbre sin una sola señal de haber albergado vida alguna vez, dicho camino era inconsistente en cuanto a la anchura. A veces se expandía tanto que parecía un valle desierto por alguna sequía horriblemente larga, dejando la tierra completamente infertil. En otras ocasiones se reducía tanto que apenas podía caminar una persona. Obligándolo a pegarse a la enorme pared de piedra para estar lejos del otro lado del camino. Lado que no tenía nada más que un vacío tan oscuro que daba pavor siquiera pensar lo que uno podría encontrar ahí.

Lz sabía perfectamente que esperar ahí abajo, y no estaba dispuesto a volver ahí. Es por ello que se empeñaba tanto en continuar por ese sendero de tierra. Pasó mucho tiempo y Lz empezaba a sentirse cansado, tanto caminar le estaba pasando factura y su cuerpo le rogaba descansar un poco. Pero él se negó rotundamente a parar, cada instante que pasara estático en ese camino, se perdía la considerable ventaja de distancia que tanto trabajo le costó obtener.

Si descansaba ahora era probable que "eso" lo alcanzará pronto y sólo pensarlo le ponía la piel de gallina. No quería volver, ya no. Y si eso lo alcanzaba, era seguro que lo arrastraría de regreso. Es por ello que se obligó a seguir avanzando.

Poco a poco, el ambiente comenzó a sentirse más calmado y pesado de lo normal. Lz sintió un escalofrío en su columna vertebral, esto lo tensó en sobremanera. Había pasado tantas veces que ya sabía perfectamente lo que pasaría, las ganas de volver la cara empezaron a inquietarlo. No necesitaba voltear, Lz sabía perfectamente que eso estaba cerca, podía sentir su presencia.

Lleno de terror, comenzó a correr tan rápido como pudo. Sabía que era inútil, pero mientras no volteara aún tendría una oportunidad de dejarlo atrás nuevamente. Un ruido blanco alcanzó sus oídos y lo hizo entrar en pánico, lo estaba alcanzando rápido, posiblemente le pisaba los talones. Quería voltear para ver que tan lejos estaba de él, pero sabía que no era buena idea.

Corrió con todas sus fuerzas, estaba tan asustado que el cansancio que tenía se rindió ante su instinto de supervivencia. Ya tendría tiempo de descansar cuando saliera de ahí. Un viento frío comenzó a acariciarle la nuca y ahí fue donde no soportó más.

Inconscientemente volteo hacia atrás y vio con horror aquella oscuridad, aproximándose a una velocidad indescriptible. Lz miraba horrorizado como mientras más se acercaba a él, más claras se volvían esas largas, huesudas y enormes manos blancas que salían de la densa oscuridad, más que listas y dispuestas a atraparlo.

Lz empezó a correr mucho más rápido que antes, a este punto las lágrimas nublando su visión. Por lo que no tardó mucho en tropezar, sin embargo, por más que trataba de levantarse, era imposible. Se vio obligado a volver a voltear para saber que estaba pasando, entonces lo vio. No es que se hubiera tropezado, una raíz brotó del suelo aferrándose a uno de sus tobillos. Trató de safarse pero fue en vano, aquella raíz estaba sosteniendolo con fuerza, decidida a no dejarlo ir.

Lz empezó a desesperarse cada vez más y comenzó a patear aquella raíz para que lo soltara. Sin embargo, no fue lo suficientemente rápido. Ya que antes de lograr liberarse, la oscuridad lo alcanzó.

***
Los gritos despertaron a todos los presentes. Jc y Xy se apresuraron a la tienda de campaña donde descansaba Lz, encontrando a un Wxx asustado tratando de despertar a Lz, quien al parecer, estaba teniendo un muy mal sueño.

Lz- *Hablando dormido* No, déjenme, sueltenme. ¡Auxilio! *Grita desesperado*

Wxx- *Abrazando a Lz con fuerza* Lan Zhan, por favor, despierta. Es solo un sueño, vuelve a mí.

Lz- *Forcejeando* Déjenme! No quiero ir ahí. ¡¡¡¡No!!!! ¡Ayuda! ¡Wei Ying, sálvame!

Wxx- *Tratando de despertar a Lz* Aquí estoy. Lan Zhan, mírame. Aquí estoy.

Bandido: Robo al corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora