Capítulo 15. Los Dursley. (año 5)

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Faltaban dos días para el cumpleaños número trece de Harry. Estaba en el desayunador escribiendo una carta de felicitación para Harry, mientras la señora Moore preparaba la cena.

—Querida, la cena esta lista —dijo la señora Moore, golpeando la cuchara contra la sartén.

—Un momento.

Leí la carta para verificar que no se me olvidara ningún detalle.

Querido Harry:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Tu regalo te lo daré en persona. La señora Moore también te ha comprado algo. Ambas pasaremos a recogerte el 31 de julio a las 11 de la mañana, para celebrar. La señora Moore dice que no es necesario que le pidas permiso a los Dursley, ella se encargara de todo (después de que te dejaran incomunicado el año pasado, ha tenido tantas ganas de dirigirle unas cuantas palabras, si la escucharas, los insulta cada que puede).

¿Te enteraste de que los Weasley fueron a Egipto? Los gemelos me enviaron un tarro con arena que cambia de color por las noches, es increíble.

Por cierto, me contaron sobre la llamada de Ron, espero que los Dursley no se hayan enojado contigo.

RECUERDA el 31 de Julio a las 11 de la mañana, bañado y peinado, que es tu cumpleaños.

Abrazos y besos de

Ivy (tu hermana favorita) y la señora Moore que está cocinando.

—Cena antes de que envíes esa carta —ordeno la señora Moore, ya que vio que me dirigía hacia mi cuarto y pasaba de largo por el comedor—. Que se enfría.

—¿Qué le dirá a los Dursley? —pregunté, sentándome en la mesa y sirviéndome un poco de comida.

Conozco muy bien a la señora Moore y soy consciente que le pude llegar a decir de todo a los Dursley, hasta de lo que se van a morir. Es una mujer que le encanta pelear y más cuando se trata de "defender" a alguien que ella aprecia. A pesar de solo haber visto a Harry en el andén 9 ¾ tres veces, le había tomado cariño, sin contar que yo cada que podía lo mencionaba.

—Pues solo que llevaremos a Harry con o sin su permiso a comer, por el día de su cumpleaños —dijo la señora Moore con tono de inocencia—. ¿Qué es ese ruido?

Escuche unos pequeños golpecitos en la ventana de la cocina. Me levanté y al correr la cortina, vi una lechuza blanca como la nieve. Abrí la ventana y la lechuza se colocó en el alfeizar de esta, como si estuviera esperando una invitación para entrar a la casa.

—¡Hedwig, bienvenida! —dije. Voló hasta el comedor y se colocó en el respaldo de una silla, la que estaba a un costado de la señora Moore.

—Hola, linda —dijo la señora Moore, rascando la cabeza a Hedwig—. ¿De quién es?

Hedwig jamás había visitado la casa de la señora Moore. El año pasado, le dije sin que Harry se enterara, la dirección de la casa, pero jamás pensé que lo fuera a recordar.

—Es de Harry. Y justo tengo una carta para él —dije dirigiéndome a Hedwig—. Pero su regalo se lo daré el día de su cumpleaños en persona.

—Pero primero dale algo de beber —dijo la señora Moore, tomando un cuenco y llenándolo de agua—. También tienes que descansar... No seas necia... ¡Si! Descansaras con Nyx en la casa que le mandé a hacer. No te preocupes hay suficiente espacio para ambas. Ven te llevo —dijo la señora Moore, mientras se colocaba a Hedwig en el hombro, para después salir al patio, en donde se encontraba la casita para lechuzas. A la señora Moore le encantaba hablar con las lechuzas—. Ivy, te toca limpiar los platos. Cuando Hedwig se recupere le enviara la carta a Harry.

What if... Ivy Potter? | Oliver Wood [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora