𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 ⁰⁶
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𝐃𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬 de llegar al barrio y dejar al Tevez en su casa quien no les hablo de muy buena manera en todo el camino, ellos se encontraban caminando hasta la casa de la pelinegra entre bromas y abrazos.
Catalina estaba empezando a sentir cosas diferentes por Danilo, cosas que según el no estaba sintiendo por ella.
—¿Quieres venir a comer en mi casa? —Pregunto ella, viendo hacia su lado, levantando un poco la mirada, pues el chico le sacaba unos centímetros.
—No... —se ríe— Haber si me cagan a palo como a ti? Ni en joda.
Y aunque a el le dio muchísima gracia pudo ver que a la chica no cuando volteo su cara y suspiro.
—Bueno... Si, voy.
—Bueno, ya no quiero que vayas. —Volteo su cara a el otra vez, viéndolo mal.— Te decía por que no hay nadie en mi casa.
—Dale... No te enojes, lo decía en broma.
—Pues no me dio risa.
El rodo sus ojos y paso su brazo por los hombros de ella, quien ya tenía suficiente cara de culo para espantar a cualquiera.
—Dale... Es humor Danilo, tenes que acostumbrarte ¡eh! —Ella lo miro una vez más, su cara había suavizado— ¿Me vas a invita' a come' o no? Mira que no como desde ayer...
Y eso hizo que el corazón de la chica se apretara, y un nudo en su garganta se creará. Danilo era tan inocente y Lindo... No merecía esa vida que vivía, no merecía ni un cuarto de lo que le pasaba.
—Si, vamos a mi casa a comer.
—Vamoo'.
[...]
𝐅𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐀𝐏𝐀𝐂𝐇𝐄.La chica estaba recostada en su cama, mientras que Danilo tocaba y desordenaba todo lo que le parecía interesante. Después de almorzar y que Danilo repitiera dos veces los dos se habían ido al cuarto de Catalina.
—Esto e' un Palacio.
—No exageres Dani... —Dijo ella mientras su mirada seguía fijo en un libro.
Sin embargo un "Uuuuh" por parte del chico le hizo levantar la vista y darse cuenta que este tenía sus bragas en la mano.
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✎: FUERTE APACHE 𝒇𝒕. 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐥𝐨 𝐒𝐚́𝐧𝐜𝐡𝐞𝐳
Romance𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Catalina Reyes llega a fuerte Apache gracias a un castigo que su padre la puso y ahí termina conociendo a Carlos Tévez y a Danilo Sánchez, formando una amistad, o tal vez más que eso. Ó 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Danilo Sánchez empieza a experimentar l...