☾ Efecto mariposa ☾

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No estoy seguro de en qué momento pasaron 3 años desde que me vi forzado a salir del refugio que había sido mi hogar desde que era un bebé.
Estos tres años me he dedicado a volar de aquí a allá junto a Bella, en busca de nuestros hermanos. Hemos volado tanto que estoy seguro de que la tierra no es plana, sino ya me habría caído por el borde desde hace mucho tiempo.

Descubrí que estos seres infectados por el jodido hongo no salen cuando llueve, por alguna razón odian el agua. También son capaces de empuñar algunas armas como cuchillos o hachas, pero no son capaces de usar algo más complejo como un arco o una ballesta. Son demasiado idiotas como para hacerlo, además de que también cazan en grupo.

Durante estos 3 años he estado yo solo junto a Bella, solamente hemos sido ella y yo, yo y ella.

Pero no puedes sobrevivir en este mundo sin antes llevarte algunas vidas contigo.

—Juro que ni siquiera las cucarachas son tan molestas como estas cosas

Me quejé mientras la daga que empuñaba se clavaba en la garganta de uno de los infectados que tenía en frente. Luego de eso tuve que desenterrar la navaja al mismo tiempo que daba una patada hacia atrás para alejar de mi a otro infectado.

—16 contra 1, me parece algo justo—bromeé para mí mismo mientras que pegaba otra patada pero esta vez hacia adelante, con la fuerza suficiente como para literalmente desprender la cabeza de los hombros de un infectado—ustedes contra mí solo—volví a hablar para mí mismo.

No tener amigos o alguien con quien hablar aparte de Bella ya me está afectando...

Me impulsé en un árbol para saltar y poder patear la cabeza de uno de los infectados, la fuerza de mi patada le decapitó al instante. Aproveché para impulsarme hacia atrás y romper con mis manos el cuello de otro infectado; por desgracia, al hacer eso, comenzó a liberar a presión las esporas de ese jodido hongo.

Apenas y tuve tiempo de cerrar los ojos y taparme la nariz y boca. Aunque eso era lo peor que podía hacer en ese momento.

Sentí que me tomaban del brazo y me jalaban hacia atrás, de manera instintiva volví a agarrar la daga y la clavé en la cara de lo que sea que me hubiese agarrado del brazo. Al abrir los ojos vi el cuerpo de otro infectado caer al suelo; con mi daga enterrada en la frente.

Recuperé la daga y comencé a correr sin dirección alguna. Podía pelear contra grupos grandes pero el terreno me ponía en desventaja y no soy tan idiota como para jugar al inmortal.

El bosque era un lugar peligroso: había rocas, raíces y ramas con las que podía tropezarme y caerme. También habían muchos animales que si entraban en contacto con ese extraño hongo iban a actuar como caníbales y me dejaban en desventaja total.

Me trepé a un árbol alto para escapar de las cosas que me perseguían, llevando mi mano a mi boca para crear un silbido especial; pero ahora tenía un nuevo problema: en el árbol al que me subí habitaba una familia de terribles terror que también estaban jodidamente infectados.

—¡MIERDA!

Salté del árbol sin pensarlo dos veces, olvidando por un momento que yo no puedo volar por mi cuenta.
Por suerte, en cuanto salté algo me atrapó entre sus patas y me llevó volando. Cuando levanté mi mirada pude ver los ojos dorados de Bella que me observaban con preocupación.

—Si, no te preocupes por mi. Casi me muero ahí abajo pero estoy bien

La dragona rodó los ojos y me lanzó hacia arriba para que yo pudiese colocarme sobre su lomo. Me paré y miré hacia atrás mientras que de mi bolso sacaba una pequeña ballesta.