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—¡Astrid!

—¿Victoria?, ¿qué haces aquí? Tú deberías estar en casa

La rubia me volteó a ver a lo que me acerqué a ella. El cielo estrellado brillaba sobre nosotras dos y la brisa fresca nos golpeaba.

—Lo sé, pero no me gusta estar sola...

—¿Cómo te sientes ahora?

—Perfectamente bien, creo que solo necesitaba descansar un poco

No es verdad, yo sé y estoy consciente de que mi cuerpo se hizo dependiente de la droga de Grimmel y que lo que me está pasando es solamente mi cuerpo tratando de re acostumbrarse a la ausencia de las drogas. Espero que en una semana o dos mi cuerpo deje de fallarme de la nada.

—Perfecto, yo solo había salido a alimentar a los dragones pero ya lo hice así que creo que deberíamos volver

—¿Qué? Pero yo quería ir a dar una vuelta con Luno

—Sabes bien que tenemos prohibido volar de noche si no es para patrullar la isla

—Pero... Por lo poco que alcancé a escuchar, Hipo y mi hermano no están en la isla en este momento

—Sigo pensando que es mala idea, pero si quieres ir entonces ve tú sola

—¡Astrid!

Tomé a Astrid del brazo para volver a llamar su atención, entonces me llevé una mano al pecho y la miré casi rogándole que me hiciera caso.

—No quiero estar solita... Y no he volado con Luno desde que llegué aquí. Por favor Astrid, por favor...

—Juro que si vuelves a pedírmelo una vez más juro que voy a encerrarte

—...

(...)

Sonreí al sentir el aire frío golpeando mi rostro y jugando con mi cabello hasta hacer que mi nariz y mis orejas se sintieran completamente congeladas. Astrid volaba a mi lado y me observaba.

—Si nos castigan a las dos por esto juro que voy a responsabilizarte

Me reí un poco y miré al cielo estrellado, esta es la primera vez desde que salí del refugio que me doy la oportunidad de ver al cielo sin sentirme triste o deseosa de escapar. Incluso me siento un poco mareada al ver todas esas estrellas sobre mí así que me agarro mejor de la montura de Luno.

—Mira las estrellas, Astrid

—Si, las veo... Son bonitas

Luno deja salir un rugido bajo mientras volamos sin dirección fija y sobre el mar. Solo somos Astrid y yo, yo y Astrid... Siempre quise tener una mejor amiga.

—Y... Dime, ¿Luno también hace lo mismo que Bella?

—¿De qué hablamos?

—Ya sabes, ser un gruñón sin remedio y ponerse ansioso cuando no te ve

—¡no! Bueno, lo segundo si, lo primero no tanto—Respondo mientras acaricio las plumas de Luno, él deja salir un suave ronroneo ante mi tacto—Él es realmente un muy buen dragón

—Hum, ¿y hace lo mismo de lanzar agua hirviendo?

—Ah, ¡claro que lo hace! Pero... Después de pasar tanto tiempo con Grimmel, parece como si le diera miedo sumergirse en el mar

☾ Efecto mariposa ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora