☾ Efecto mariposa ☾

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Era de mañana (creo, aquí adentro no entra nunca la luz del "día" ) cuando sentí a alguien moverme de un lado a otro y llamarme.

—¡________!, ¡________!—me llamaba constantemente esa voz femenina.

—Victoria, deja de molestar y déjame dormir otro rato... —me quejé envolviéndome nuevamente entre las sábanas.

—¿¡Victoria!?, ¡Dioses, ________, debes despertar!

Al segundo llamado reconocí la voz, así que me senté en la cama de manera lenta mientras bostezaba.

—Mamá... ¿cuál es la apuración?

Bostecé observando a mi madre que estaba sentada en mi cama, Bella estaba caminando de un lado a otro de la habitación. Fue entonces cuando tuve un mal presentimiento.

—¿Mamá?...

—¡Victoria se fue!

Cuando la escuché decir eso, me quedé perplejo. ¿Cómo que se había ido? Era imposible, este lugar siempre estaba vigilado para que solamente los exploradores pudiesen salir al exterior y Victoria claramente no era de ellos.

—¿¡D-Dónde está Luno!?

—Se fue con ella

Sentí mi corazón acelerarse, mientras que una sensación de adrenalina recorría todo mi cuerpo.

—¿¡Cuándo sucedió eso!?, ¡hace apenas unas horas estaba durmiendo conmigo!, ¿dónde está mi papá?

Mi madre observaba a Bella que se veía muy inquieta. Ella no era así... Estaba angustiada por nuestros hermanos.

—Probablemente salió cuando todos estábamos durmiendo. Tu papá se fue con los exploradores a buscarla pero no han regresado aún

Dejé salir un jadeo al escuchar eso, así que en un arrebato de emociones me levanté de la cama y salí de la habitación directo hacia la salida del refugio. Bella se fue disparada detrás de mi.

—¡ESPERA, ________!

Escuché a mi madre correr detrás de mi, tratando de alcanzarme.
Llegué al gran portón de madera y traté de tirar de la palanca que activaba el mecanismo para abrir el portón, pero los brazos de mi progenitora me envolvieron por la espalda y tiraron de mi cuerpo hacia atrás.

—¡Mamá, Victoria está allá perdida!—grité forcejeando.

Mamá me jalaba hacia atrás con todas sus fuerzas para evitar que tirara de la palanca, Bella también cooperó al empujarme con su cabeza hacia mi mamá para alejarme del portón.

Con ese empujón, mi madre cayó al suelo y yo caí justo en su regazo.

—¡Mamá, por favor! Tengo que-

—¡No!—gritó tomándome con fuerza—Si algo le pasó a Victoria habré perdido a mi hija, ¡no quiero ni puedo perderte a ti también!

Esas palabras fueron las que me hicieron entrar en razón. Me acurruqué en el pecho de mi mamá, como si fuese un niño que acaba de lastimarse sin querer y necesitara el consuelo de su madre.

No me di cuenta del momento en que mi adrenalina y determinación se volvieron llanto y vulnerabilidad. Solo era yo, aferrado de mi mamá... Tratando de auto convencerme de que tanto Victoria como papá estarían bien.

(...)

Pasó una semana desde el incidente, una semana en la que analizaba el comportamiento de Victoria. Para mi no muy grata sorpresa, me di cuenta de que ella siempre estaba hablando respecto a salir del refugio y conocer el mundo junto a Luno.