☾ Efecto mariposa ☾

26

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Jadée cuando coloqué el último fajo de suministros sobre el lomo de Chimuelo, hubiera sido bueno que esto también lo cargara Bella, pero ella se rehúsa a usar una montura o tan siquiera una cuerda.

—¿Estás bien, amigo?

Chimuelo ronroneó y me miró como respuesta, así que le di un par de palmadas en la cabeza.

—¿Ya se van?

Al darme la vuelta pude ver a Victoria acompañada de Heather, Cizalladura, Luno y la furia luminosa.

—Si—comencé—Hipo tiene la idea de que tal vez su padre pueda tener alguna información que estemos ignorando sobre este hongo o sobre "el grumos locos". Así que él pensó que sería buena idea irnos a Berk un par de días para investigar, y yo como su novio ahora estoy obligado a ir con él

—Técnicamente hablando, no estás obligado a-...

—¡Shh! Déjame sentir que si

Heather rodó los ojos.

—¿Y dónde está Hipo?—cuestionó Victoria.

—Fue a darles algunas instrucciones a Astrid y a los gemelos, no debe tardar

Me recargué un momento en el cuerpo de Chimuelo, cruzando los brazos y viendo a Luno y a Furia Luminosa. Desde que Victoria llegó aquí, esos dos son muy cercanos.

Furia Luminosa aprovechó que es mucho más pequeña que Luno para meterse bajo una de sus alas como si se estuviera escondiendo de algo. Luego de eso, ella dejó salir un pequeño gorgojeo a lo que Luno contestó con un ronroneo.

Son adorables, ¿cómo puede haber gente que los cace por diversión?

—Hermanito, ten mucho cuidado allá afuera

Me acerqué a Victoria aún con los brazos cruzados, luego sonreí para calmarla.

—Tranquila, he ido con Bella de un lado a otro los últimos 3 años y ni un huésped ha logrado hacerme un solo rasguño

—Lo sé, pero siempre puede haber una primera vez. Yo sé lo que te digo. Me ha tocado ver cortaleñas con el cuello deformado hacia arriba y de sus cuellos a veces les cuelgan los intestinos mientras te persiguen. No quiero que justo después de volver a encontrarte, termines con el mismo destino que ellos

—Vicky...—puse mi mano en su cabeza—entiendo tu preocupación, yo viví 3 años angustiado por no saber dónde estabas o si tan siquiera seguías viva. Prometo que nada malo va a pasarme, ¿de acuerdo?

Victoria asintió con la cabeza, así que le di un beso en la frente. Luego miré a Heather.

—Por favor, cuídenla bien

—Eso haremos. Tú cuida a Hipo

—A veces creo que ese hombre me cuida más a mí de lo que yo lo cuido a él

Los dos reímos un poco, pero nuestra conversación fue interrumpida cuando Hipo finalmente llegó.

—Siento que estoy interrumpiendo algo