Capítulo 30

3.5K 160 14
                                    

Narra Chiara

Despierto poco a poco, encontrándome con unos ojos que me miran con cariño y una sonrisa en esos labios perfectos que tanto me encanta besar. Se acerca y comienza a repartirme besos por toda la cara, provocándome una sonrisa.

—Me encanta levantarme por las mañanas y verte a mi lado, así, toda despeinada. —Tomo su rostro entre mis manos y acerco sus labios a los míos, dándole un beso tierno.

—Siempre me pasa lo mismo. —Ella se toca el pelo. —Y creo que ya es hora de volver a teñirlo.

—Te ves preciosa de todas formas. Me encantaron tus fotos cuando eras morena, y también cuando eras rubia, y cuando llevabas trenzas, e incluso cuando tenías el pelo más largo...

—Entendido, amor. —Me interrumpe, su rostro adquiriendo el color de su cabello.

—T'estimo moltíssim..

—Jo molt més. —Sonrío ante su intento de aprender el idioma.

—Veo que las clases con Duolingo están dando resultado.

—Sí, me están yendo muy bien, Kiki. Ya soy políglota. Español, inglés, francés y catalán.

—¿Ahora resulta que hablas más idiomas que yo? —Le pregunto acercándome a su oreja.

—Bueno, el francés todavía no lo domino del todo. —Su piel reaccionando ante mi aliento.

Le doy un beso rápido en su cuello y escucho sus quejas de inmediato.

—Tengo hambre.

—Yo también. —Respondo mientras sigo besándola.

—No es el mismo tipo de hambre, anoche casi no dormimos, déjame recuperar energías. Y luego no pienso despegarme de ti en todo el día.

—Amor, he quedado con Nick esta tarde. ¿No te lo había mencionado? Voy a aprovechar antes de que regrese a Inglaterra.

Observo cómo frunce el ceño, pero no dice nada más.

—¿Hay algo que te preocupa?

—No, solo pensé que al tener el día libre ambas podríamos hacer algo juntas. No te preocupes, quedaré con ellos. —Me sonríe antes de besarme y levantarse de la cama.

—Amor. —La llamo, sabiendo que hay más detrás de esa apariencia. —Sé que querías decirme algo más. Vamos a ser sinceras a partir de ahora, en todo, sin ocultarnos nada.

—De acuerdo. Me han dicho que esa chica está detrás de ti desde hace bastante tiempo.

—¿Nicole? No me había dado cuenta, y aunque así fuera, no me importaría. Nunca la he visto de esa manera. Además, ahora he cambiado de gustos, ya no me gustan las rubias. Me gustas tú de pelirroja, tú de morena, tú de rubia, tú con el pelo largo... —Le saco una sonrisa involuntaria mientras niega con la cabeza.

—Confío plenamente en ti. Pero quería que lo supieras.

—Lo tendré en cuenta. —Digo mientras también me levanto, yendo juntas hacia la cocina, abrazadas.

Mientras Violeta se ocupa de hacer el desayuno, yo la contemplo con admiración, tomo algunos bocados furtivos y la distraigo en el proceso, lo que termina en quemar las tostadas dos veces.

Pasamos el resto de la mañana unidas, sin distanciarnos ni un instante. Nos abrazamos en la cama, viendo películas románticas y riéndonos de tonterías adolescentes que nunca ocurrirían en la vida real. El tiempo pasa demasiado rápido para mi gusto cuando estoy con ella.

Pasan las horas y Violeta se marcha antes de que Nick venga a recogerme, está claro que no quiere cruzársela. Media hora más tarde, ella llega y nos dirigimos a un Starbucks para tomar algo y hablar sobre su vida.

—Everything is amazing over there. In fact, before you can say anything else, I have a proposal to make. (Todo es increíble por allí. De hecho, antes de que puedas decir algo más, tengo una propuesta que hacerte.)

—Tell me. (Cuéntame)

—As I told you the other day, I have a studio. You told me you were in a bad way with yours... Why don't you become my partner and produce your songs without any problem and in exchange you help me to manage emerging artists? (Como ya te conté el otro día, tengo un estudio. Tú me contaste que estabas mal con lo tuyo... ¿Por qué no te conviertes en mi socia y te produces tus temas sin problema y a cambio me ayudas a dirigir a los artistas emergentes?)

—That's a pretty interesting offer, Nick, are you moving here? (Es una oferta bastante interesante Nick, ¿te vas a mudar aquí?)

—No, Keeks, you should come to England. I wouldn't withhold any expenses from your earnings, all I ask in return is your help and to pay the building fees half and half, which isn't much. (No, Keeks, te tendrías que venir a Inglaterra. No te retendría ningún gasto de los beneficios, lo único que pido a cambio es tu ayuda y pagar las cuotas del edificio a medias, que no es mucho.)

—Tengo que pensarlo muy bien. He encontrado al amor de mi vida y después de tanto tiempo sufriendo no sé si soy capaz de sacrificar ese tiempo con ella por irme a Inglaterra a trabajar.

—La música es tu vida.

—Ahora también lo es ella, son las dos partes de mi vida, y no quiero renunciar a ninguna.

—No sabes si va a durar toda la vida, a lo mejor dura unos meses y has perdido la oportunidad de tu vida. —Su insistencia empieza a sembrar dudas en mi interior.

¿Y si Vivi me deja de querer?

¿Y si la cago y me deja?

¿Y si conoce a alguien mejor que yo?

—Tampoco te he dicho que no, quiero pensarlo bien, con calma, valorar si me apetece moverme otra vez. Me acabo de mudar. Mis amigos no van a querer ir allí. Son muchos contras.

—Puedes conseguir músicos allí.

—Ninguno como ellos.

—No sé qué más decirte. Vas a tenir un equipo contigo que te van a ayudar con todo. Vas a poder elegir si quieres sacar un disco en catalán o en nigeriano. Cuándo, cómo, por qué...

—Reconozco que se te da bien vender ofertas pero tengo que pensarlo todo muy bien.

—¿Qué opinará Violeta de esto?

—No puede enterarse hasta que tome una decisión, Nicole.

—Nombre sin apodos, asunto serio. Yo cierro la boca pero se va a enfadar más si se entera por otra persona o si se entera de que se lo has estado ocultando.

—Todo eso, si al final decidiese irme.

—Me queda medio mes aquí, soy muy convincente, y lo sabes.

—Ya veremos. Pero ni una palabra a nadie, en serio.

—De acuerdo. —Veo que levanta las manos en señal de rendición.

—Podríamos irnos dos días y ves el estudio. Si salimos mañana, lunes, volveríamos el miércoles. Violeta trabaja en Sevilla por lo que me dijiste así que podemos aprovechar.

—Es un poco precipitado, ¿no?

—¡Son los mejores planes! ¿Vienes o qué?

—Está bien. —Suspiro, negando, sabiendo que es la única solución para que deje de insistir con el tema. —Pero no digas la razón por la que voy.

—Que sí, que vale.

Harmony in WhispersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora