Harmony in Whispers

Capítulo 17

Despierto al sonido del tráfico afuera y sonrío al ver a la chica a mi lado.

Podría despertarme así, con ella, siempre.

Con toda precaución, me levanto de la cama, apartando el brazo que me rodea. Me visto en completo silencio, tratando de no despertarla.

Salgo a la calle sin hacer ruido, poniendo en marcha mi plan. Mi primera parada es el supermercado, donde compro el último roscón disponible y debo enfrentar una fila de quince minutos para una simple cosa.

Luego, me dirijo a la churrería, donde adquiero chocolate para dos, churros y porras para el desayuno. Reviso el reloj, yendo justa de tiempo, sabiendo que Chiara está a punto de despertar.

Regreso a casa como si acabara de correr una maratón, algo sudada a pesar del frío matutino. Al abrir la puerta, encuentro a Kiki confundida en el pasillo, con un ojo cerrado y bostezando.

Sonrío al verla así. Ella me devuelve la sonrisa, acercándose con curiosidad.

—He ido a comprar algunas cosas, ya que hoy es día de Reyes.

—Dios, churros y chocolate, me muero de hambre. —Intento no reír al recordar la razón.

—No te rías, ha sido tu culpa, no me dejaste descansar ni un momento.

—Te lo advertí. —Voy a la cocina para preparar el desayuno en los platos y guardar el roscón.

Cuando vuelvo al salón, Chiara está sentada en el sofá con mi guitarra. Coloco los platos y las tazas en la mesa, sentándome frente a ella.

—¿Qué estás haciendo?

—Bueno, iba a enseñarte una canción, pero... me da un poco de vergüenza.

—¿La canción es nueva?

—Sí, la hice para ti. —Una sensación nueva recorre todo mi cuerpo.

—Qué emocionante, Kiki.

—Es que me he arrepentido.

—¿Te da vergüenza? ¿A estas alturas conmigo?

—Sí... es verdad.

Comienza a tocar la guitarra, cometiendo errores varias veces y reiniciando cada vez. Cuando empieza a cantar, lo hace tan rápido y sin articular las palabras que no puedo entenderla.

—¡Kiki! Vamos, cántamela bien.

—Te canto el estribillo primero y, si te gusta, te la canto entera, ¿de acuerdo?

—Está bien, pero después me la cantas completa.

—Ah, se llama "La invitada".

Comienza a cantar, y rápidamente me quedo cautivada por su voz, guardando en mi memoria la imagen de ella en mi sofá, con el pijama puesto y mi guitarra en mano, interpretándome una canción que ha compuesto para mí.

—Me encanta, ahora desde el principio, va.

Me hace caso y comienza a tocarla desde el principio. Aunque nunca imaginé a la inglesa escribiendo este tipo de canciones, la disfruto, sintiéndome la protagonista de la historia.

—No acostumbro a escribir cosas así. —Dice tímidamente mordiéndose el labio y desviando la mirada.

—Sabes que yo hablo de ti como si fueras mi amiga, pero las dos sabemos que eso no es así. —Sonrío al sentirnos completamente identificadas.

—Me gusta mucho, Kiki, muchísimo. —Me acerco a ella y le doy un beso en la frente.

—Felices Reyes, Vivi.