11- Ruido

56 3 0
                                    

El joven la abrazó.
-Tate de verdad eres tú?

Tate confundido dijo.
-Es lo que yo debería decir, pensé que estabas muerta.

Ella le tomó el rostro.
-El te golpeó con una roca, te vi sangrar, pensé que te había matado... Me dijo que lo había hecho.

Al tocar su rostro con ambas manos, vio su mano mutilada. Enseguida recordó que le faltaba su ojo, intentó taparse la cara con su mano izquierda mientras ocultaba la otra.

-No tienes que avergonzarte Zowi.

Tate le tomó la mano mutilada y entrelazó sus dedos.
-Nada de esto te cambia.

Zowi sonrió.
Por fin había recuperado su vida?
No. El seguía afuera y seguro la estaba buscando.
-El me debe estar buscando.

Dijo con miedo.
Elliot vio la oportunidad para interrogaria.
-Sabes su nombre?

Ella miró sus manos.
-No. Me hacía llamarlo señor.

Elliot no le creyó.
-Y su rostro?

Zowi se mostraba incómoda.
-Si, lo ví durante todo este tiempo, no me apartaba de él.

Tate volteó hacia Elliot, al ver su expresión, supo que tenía cierto recelo.

-Puedes describir sus fracciones a un dibujante?

Zowi se acomodó en la cama, incómoda.
-Si, claro.

Dijo con los dientes apretados.

-Voy a hablar con Elliot, tu descansa.

Me besó la mejilla y salió junto con el detective.
Cerraron la puerta y caminaron lejos de la habitación.
-No le crees verdad?

Preguntó el joven fiscal, a lo que su compañero negó firme.
-No.

Tate asintió.
-Yo tampoco. Lo más seguro esque describa a otra persona y nos lleve por otro camino. No sé si es por miedo o porque oculta algo.

Elliot se apoyó en la pared.
-Tal vez se enamoró de él.

Tate lo fulminó con la mirada.
-Eso no.

-Tate. Nuestro primer caso juntos fue algo parecido a esto, la chica estaba enamorada de su captor, no por voluntad, si no por supervivencia. No te cierres a esa posibilidad.

El lo sabía pero quería creer que no era cierto.
Se apoyó en la pared junto con Elliot, mirando hacia la habitación de Zowi.
-No puede estar aquí más tiempo. Ya la incluí en la lista d protección de testigos, vendrán a buscarla en cualquier momento.

Zowi estaba mirando el televisor, hace mucho tiempo que no se sentía tan relajada. No habían gritos, disparos o golpes.

Todo estaba tranquilo hasta que vio su rostro en la pantalla.
"En medio de una redada para desarticular el cartel del oro, se encontró dentro de la casa a Zowi Mitchel, quien se pensaba fallecida y estuvo secuestrada desde el año 2008. Lo que se sabes es que estaba encadenada a unas tuberías en el sótano, junto a un cadáver desconocido hasta el momento.
Se piensa que la joven fue víctima de quién ahora es el jefe del cartel mencionado."

-Mierda.

Tenían una foto suya en el hospital, además de las imágenes de la casa.
Se desesperó.
Si él no sabía que la habían encontrado, ahora sabía perfectamente el lugar donde estaba.

Escuchó murmullos fuera de la puerta y con violencia se abrió.

.
.
.
.

Tate estaba en la estación mirando la noticia.
-Como se filtró la información?

Preguntó el capitán, furioso.
Lee, Elliot y Tate se miraron, ninguno de ellos fue.
-Debio ser del hospital. Alguien con falta de dinero.

Respondió Lee.
Cragen miró al suelo.
-Descubran quien fué, tengo al jefe de los fiscales respirando me en la nuca por este problema.

Los tres se dirigieron al hospital, mientras estaba de camino, Lee veía la noticia en su celular.
-Como pudieron hacer esto sin consultar. Están poniendo en peligro la vida de Zowi y la de todos en el hospital.

El celular de Elliot sonó.
-Si?

Su rostro palideció, dejó el teléfono de lado y aceleró.
-Que ocurre?

Tate nunca había visto esa expresión de terror en los ojos de su compañero.

Lee miró por la ventana, una docena de patrullas les seguia.
-Por Dios.

"Último minuto! Está en proceso un tiroteo en el hospital. Nos informan que son al menos 10 los atacantes"

Elliot frenó a mitad de calle.
Los policías habían realizado un perímetro.
Tate se bajó del auto y desenfundó su arma.
Se podían escuchar los disparos a lo lejos.
-Vinieron por ella.

Elliot fue hasta el oficial a cargo.
-Señor, soy el detective Elliot, el es mi compañero y el joven es el fiscal.

El hombre ya de edad los miró.
-Son del caso de Mitchel. Esos estúpidos de la prensa hicieron esto. Es obvio que en el minuto que se supiera dónde estaba, iban a atacar. Son unos hijos de puta.

Tate intentó mantenerse sereno.
-Cuantos atacantes son?

-10 máximo. Uno de ellos, el más joven es el líder del grupo.

Tate apretó los puños.
Elliot se asombró.
Lee hato las pistas.

-Es el verdad?

Tate asintió.
-Si. Él vino en persona.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A first love tale (Tate Langdon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora