VIII

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   Ansioso, Lancelot espera a que Ahkmenrah aparezca para iniciar con su cita. Tilly les había permitido salir mientras regresaran antes del amanecer.

Caminando de un lado a otro, el caballero que ahora estaba usando ropa casual de la era moderna, se detiene cuando ve por el rabillo del ojo a Ahkmenrah aparecer. Entonces, cuando lo ve directamente, no puede evitar hacer una expresión de sorpresa.

—Te ves... —¿Cómo era posible que Ahkmenrah luciera tan hermoso aún sin sus joyas y su ropa reveladora? —maravilloso.

 —¿Cómo era posible que Ahkmenrah luciera tan hermoso aún sin sus joyas y su ropa reveladora? —maravilloso

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—Me siento raro con tanta ropa. —el egipcio debe confesar cuando está frente al caballero, quien también lucia bastante bien con la ropa que Tilly les había conseguido. —Pero tu haces lucir bastante bien estas prendas. —se acerca para arreglar el cuello de la camisa que Lancelot está usando, dándole una mirada coqueta a través de sus pestañas.

—Oh bueno, eso es... Si, es...

—No tienes por qué decir algo, Lance. ¿Cuál es el plan? —pasando las manos por el pecho del caballero para sentir la tela, le escucha toser suavemente para llamar su atención, lo que hace a Ahkmenrah alzar la vista de su cuerpo.

—Estuve investigando qué hacen las personas en esta época. —Lancelot dice con un orgullo que enternece a Ahkmenrah, quien le sonríe con cariño. —Y... Bueno, Tilly me ayudó con algunas cosas pero... —sacudiendo la cabeza para ahuyentar los nervios, Lancelot infla su pecho y se llena de valor para ofrecerle su brazo a Ahkmenrah. —No te preocupes. —dice con firmeza. Ahkmenrah no estaba preocupando para nada. —Es una sorpresa nuestro destino, pero haré de la velada algo maravilloso.

—Eso no lo dudo. —tomando el brazo de Lancelot, Ahkmenrah se pega a su costado, compartiendo calor corporal. Amaba sentirse vivo, amaba compartir ese sentimiento con Lancelot, amaba haberlo encontrado. —¿Vamos? —la noche pasaba rápido, tenían hasta las cinco de la mañana para volver, siendo actualmente las nueve de la noche. —El tiempo no espera por nosotros. —lamentablemente.

—Vamos. —Lancelot le lanza una sonrisa a Ahkmenrah, comenzando a salir del museo.

...

El primer lugar es un parque de diversiones que, según había leído Lancelot, era el lugar perfecto para iniciar tu primera cita; popular entre parejas "jóvenes". No era exactamente su primera cita, pero era la primera que tenían fuera del museo. Lancelot siempre le había temido a salir, de lo cual no estaba orgulloso como caballero. Ambos tenían, históricamente hablando, unos buenos años encima, Ahkmenrah más que él. Sin embargo, cuando cobraban vida, regresaban a tener dieciocho (la edad que tenía Ahkmenrah cuando murió) y veinticinco (la edad en la que moldearon a Lancelot) correspondientemente. Como caballero y adulto, era Lancelot quien debía dar los primeros pasos (aunque desde que se conocieron Ahkmenrah fue quien los dió)

—¿Un parque de diversiones? —Ahkmentah se detiene frente a la entrada, su mirada brillando por las luces escandalosas de colores.

—¿No te gusta? —Lancelot teme.

O.S 🌸 [Ahkmelot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora