O.S 🌸 [Ahkmelot]

XV

(Au)

—¿Estás bien? —Ahkmenrah pregunta a Lancelot, quien sentado a su lado, no para de mover la pierna con ansiedad.

—Si, por supuesto, ¿Por qué preguntas? —Lancelot, con una mirada nerviosa, responde.

—Porque no has soltado mi mano desde que llegamos —Ahk dice con cariño. —Y está sudando mucho.

—Lo siento. —Lancelot de inmediato suelta la mano de Ahkmenrah. —Es que estoy un poco nervioso. —dice mientras limpia su mano en el pantalón, tomando la mano del hombre a su lado para limpiarla con su camisa. Luego, la vuelve a tomar.

Ahkmenrah se ríe, divertido por la acción de Lancelot. —Tranquilo, es sólo una revisión de rutina. —le asegura al rubio, alzando las manos unidas para besar sus nudillos.

Lancelot se derrite ante el gesto, el cual le hace calmarse por un momento.

—Benjamín Abasi —una enfermera llama por los nombres de su bebé, haciendo que Lancelot salte de la silla, asustado.

Ahkmenrah se ríe abiertamente, levantandose para tomar el portabebés en el que estaba su hijo, quien iba a una revisión médica para colocarle su primera vacuna. Por eso Lancelot estaba tan preocupado, se había pasado la noche leyendo un montón de tonterías en internet, sobre las primeras vacunas de los bebés.

...

—Oh por...  —apartando la mirada, Lancelot se sobresalta cuando ve la aguja de la vacuna.

—Vamos, Lance. —Ahkmenrah se burla. —No te la van a colocar a ti.

—Igualmente me asusta. —nunca había sido bueno con las agujas. —Y pensar que van a pinchar a nuestro pequeño príncipe con una.

—Realmente eres adorable.

Y mientras los padres conversan, la doctora coloca la vacuna. —Listo. —ella dice.

Volviendo la atención a su bebé, parece tan sorprendido como Lancelot, sin llorar al principio... Pero luego parece darse cuenta de lo que ocurrió, comenzando un pequeño sollozo antes de llorar.

Tomando a Benjamín en sus brazos, Ahkmenrah trata de calmarlo. Cuando ve a Lancelot, no puede creerlo.

—¿Tú por qué estás llorando?

—Es que Benjamín está llorando porque de seguro le dolió. —el rubio confiesa, acercándose a Ahkmenrah para abrazarlo.

—Oh por... Tengo dos bebés. —Ahkmenrah ríe, enternecido por lo sensible que era su esposo.