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Dan caminaba por los pasillos de la escuela con la cabeza gacha, absorto en sus pensamientos. Había pasado un par de días desde que se había sincerado con Iván, pero aún no había recibido ninguna respuesta. La incertidumbre lo consumía, y no podía evitar preguntarse qué pensaría Iván de sus sentimientos.

"- ¿Chris, tienes un minuto?", preguntó Dan con voz ansiosa al ver a su amigo acercarse por el pasillo.

Chris asintió con una sonrisa y se detuvo para escuchar a Dan, notando de inmediato la ansiedad en su voz.

"-Claro, ¿qué pasa?", respondió Chris con calma, preparándose para escuchar lo que Dan tenía en mente.

"-Es sobre Iván... Ya sabes, lo que te conté el otro día...", comenzó Dan, su voz ligeramente temblorosa mientras intentaba articular sus pensamientos.

Chris asintió, recordando la confesión de Dan y la complicada situación en la que se encontraba.

"-Sí, claro. ¿Has tenido noticias de él desde entonces?", preguntó Chris, mostrando interés genuino en el bienestar de su amigo.

Dan negó con la cabeza, una expresión de frustración cruzando su rostro.

"-No, nada. Y eso es lo que me tiene tan preocupado. No sé qué pensar."

Chris colocó una mano reconfortante en el hombro de Dan, tratando de transmitirle algo de calma.

"-Entiendo cómo te sientes, Dan. Pero a veces estas cosas llevan tiempo. Quizás Iván solo necesita un poco de espacio para procesarlo todo."

Dan asintió, agradecido por las palabras de Chris, pero aun sintiéndose ansioso por la falta de claridad en la situación.

"-Supongo que tienes razón. Solo espero que podamos hablar de esto pronto."

Chris le dio una palmadita en la espalda, ofreciéndole su apoyo incondicional.

"-Lo sé, Dan. Y estoy aquí para ti, pase lo que pase."

Dan le sonrió débilmente, agradecido por tener a un amigo como Chris a su lado en momentos difíciles como este.

"-Gracias, significa mucho para mí."

Mientras tanto, en su propia vida, Iván también estaba lidiando con sus propios dilemas internos. Desde que Dan le había confesado sus sentimientos, se encontraba en un estado de confusión constante. La ruptura con su novia solo había complicado aún más las cosas, dejándolo, preguntándose sobre su propio corazón y lo que realmente quería.

Durante los entrenamientos y los partidos, intentaba mantener la compostura y concentrarse en el juego, pero cada vez que miraba a Dan, su mente se llenaba de pensamientos y emociones contradictorias. ¿Debería arriesgarse a seguir lo que sentía por Dan, o debería ignorar esos sentimientos y continuar como si nada hubiera cambiado?

Después del partido, cuando Dan se acercó con su confesión, Iván se quedó sin palabras. No sabía cómo responder a lo que Dan le había revelado. Por un lado, estaba sorprendido y conmovido por la valentía de Dan al expresar sus sentimientos. Pero, por otro lado, se sentía abrumado por la incertidumbre y el miedo al cambio.

¿Qué le depararía el futuro a nuestro intrépido capitán? Con el corazón aún pesado por la respuesta silenciosa de Iván, Dan se enfrentaba a un mar de emociones confusas y preguntas sin respuesta. ¿Podría encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso cuando el camino parecía oscuro e incierto? Solo el tiempo diría qué nuevos desafíos y aventuras aguardaban a Dan en su camino hacia la verdad

Amor en Doble JugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora