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El sol se levantaba en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos mientras el equipo de Axel se preparaba para otro partido dominical de baloncesto. Dan llegó temprano al campo, saludando a sus amigos con entusiasmo mientras se acercaba a la cancha.

"-¡Hola, chicos, buenos días!", exclamó Dan, contagiando a todos con su energía positiva.

"-¡Hola Dan, ¡qué bueno verte de nuevo!", respondió Axel, el capitán del equipo, con una sonrisa amistosa.

Dan asintió con entusiasmo, aunque su alegría se vio ligeramente empañada al ver a Diego allí después de su lesión. "-Sí, estoy emocionado por jugar.

Iván, se unió a la conversación. -"¡Vamos chicos, tenemos que ganar este partido y seguir subiendo en la tabla!"

Dan asintió con determinación. "-¡Claro que sí, vamos a darlo todo hoy!"

El árbitro hizo sonar su silbato y el partido comenzó con un ritmo frenético. El equipo de Axel mostraba su habilidad y determinación en cada jugada, trabajando juntos como un verdadero equipo.

Durante el juego, Dan se destacó con algunas jugadas brillantes, pero notó que su ánimo estaba algo tenso al enfrentarse a los gemelos en la cancha. A pesar de ello, se enfocó en el baloncesto y dejó de lado las distracciones, concentrándose en ayudar a su equipo a obtener la victoria.

Al final el quipo de Axel se llevo la victoria, Todos reian y había un ambiente de satisfacción por la victoria, fue entonces cuando Iván dio un paso adelante, decidido a romper la tensión. Con delicadeza, se acercó a Dan y posó sus labios en la mejilla de este último, un gesto de arrepentimiento y afecto.

El gesto de Iván sorprendió a Diego, quien había estado observando la escena con incredulidad y desaprobación. Antes de que pudiera reaccionar, Iván sintió la mano firme de Diego en su hombro, deteniéndolo en seco.

Diego miró fijamente a Iván, con una mezcla de molestia y desaprobación. "- ¿Qué estás haciendo, Iván? No puedes seguir jugando con Dan de esta manera. Sabes que no me agrada la idea de que te gusten otros chicos, especialmente él."

Iván se sintió incómodo bajo la mirada de su hermano. "-Lo siento, Diego. Solo quería demostrarle a Dan que me importa y que lamento lo que pasó."

Dan, tratando de calmar las aguas agitadas, intervino. "-No es necesario hacer un escándalo por esto, Diego. Iván solo está tratando de disculparse."

Diego mantenía su ceño fruncido, su expresión reflejando claramente su desaprobación. La discusión no parecía terminar allí, y su postura rígida indicaba que aún tenía mucho que decir sobre la situación.

"-No puedes simplemente ignorar lo que está pasando, Iván. Esto no es solo sobre ti y Dan, sino también sobre nuestra familia y lo que esperan de nosotros", dijo Diego, su tono cargado de seriedad y preocupación.

Iván se sintió cada vez más incómodo bajo la mirada y las palabras de su hermano. "-Lo sé, Diego. Pero necesito arreglar las cosas con Dan. No puedo seguir evadiendo mis sentimientos y lo que realmente importa para mí."

Dan, tratando de mantener la calma y encontrar una solución pacífica, agregó: "-Diego, entiendo tu preocupación. Pero creo que todos deberíamos tratar de resolver esto sin crear más conflicto del necesario."

A pesar de los intentos de Dan por calmar la situación, la tensión seguía en aumento. Las emociones estaban a flor de piel, y el ambiente de satisfacción por la victoria del equipo se había visto opacado por la discordia entre los tres jugadores.

Después de las tensas palabras de Diego y su evidente desaprobación hacia Iván y Dan, la situación dio un giro inesperado cuando Diego perdió los estribos por completo. Sintiendo que la discusión no avanzaba como él deseaba, se abalanzó hacia Dan con intención de atacarlo, dejando en claro su frustración y enojo.

Sin embargo, antes de que Diego pudiera llegar a Dan, Iván intervino rápidamente, colocándose entre su hermano y Dan para proteger a este último. La intervención de Iván solo sirvió para aumentar la tensión en el ambiente, ya que ahora la confrontación estaba en su punto más álgido.

Los otros miembros del equipo, al percatarse de la situación, se apresuraron a intervenir para calmar los ánimos. Axel, como capitán del equipo y líder natural, tomó el control de la situación. Con voz firme y decidida, dejó en claro su postura ante el comportamiento de Diego.

"-¡Basta, Diego! Esto no es aceptable. Somos un equipo de amigos y no toleraré que actúes de esta manera, sea cual sea la situación. Necesitamos resolver nuestras diferencias de una manera civilizada y respetuosa", expresó Axel, su tono reflejando su autoridad y determinación.

Diego, visiblemente molesto y aún lleno de frustración, se resignó ante las palabras de Axel y la intervención del equipo. Con gesto adusto, decidió retirarse del lugar sin decir más, dejando en claro que la situación estaba lejos de resolverse por completo.

El ambiente, que había estado cargado de tensiones y emociones negativas, comenzó a calmarse gradualmente mientras el equipo se esforzaba por restaurar la armonía y la camaradería que siempre habían caracterizado al grupo. Sin embargo, las repercusiones de esta confrontación aún resonaban en el equipo y dejaban en el aire la necesidad de resolver las diferencias de manera constructiva para evitar futuros conflictos.

¡Y así llegamos al final de este capítulo lleno de emociones y giros inesperados! En esta entrega, exploramos las tensiones y conflictos que surgieron en pleno partido de baloncesto, mostrando cómo nuestras acciones pueden tener un impacto profundo en las relaciones interpersonales.

Sus comentarios y opiniones son siempre bienvenidos, ¡así que no duden en compartir sus pensamientos!

¡Hasta el próximo capítulo lleno de nuevas emociones y sorpresas!

Amor en Doble JugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora