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Era viernes, Dan salía de su clase vespertina de Frances y esperaba a Jean Paul para ir juntos a casa, ambos estudiaban en el mismo instituto, Dan era mayor que Jean Paul por un par de años, sin embargo, ambos eran muy buenos amigos desde que comenzaron a jugar baloncesto, Paul era casi de la misma altura que Dan, piel clara, fornido y de buen ver.

-Hola Dan, ¿Cómo te fue hoy?

- Bien Paul gracias ¿Qué tal tu?

-Todo tranquilo jaja gracias gracias. – Le dio un golpe cariñoso a su amigo. - Y entonces ¿Ya estas listo para el partido del domingo? Sera el debut de los gemelos con el equipo jaja, a ver cuál te gusta.

Dan rio. – Hey, nada de eso, solo quiero ganar la temporada, eres un malvado, no sé porque siempre están shipeandome con todos los chicos que ven.

-Ya es costumbre.

Dan solo negó con la cabeza y ambos comenzaron a caminar.

Llego el fin de semana, el ambiente en la cancha era vibrante mientras Dan y sus amigos se preparaban para el partido amistoso del fin de semana. La noticia de los gemelos había despertado cierta expectación en el equipo, y todos esperaban ver cómo se desenvolverían en la pista.

En medio de la charla y risas, los gemelos, Iván y Diego, llegaron a la cancha. Dan, junto con los demás, los observó desde lejos mientras se acercaban. Los dos compartían una sorprendente similitud física, pero ya se rumoreaba que sus personalidades eran como el día y la noche.

Iván, tenía una presencia tranquila y una sonrisa amigable. Vestía la camiseta del equipo y sostenía una pelota de baloncesto. Su cabello castaño oscuro caía despeinado sobre su frente, dándole un aspecto despreocupado pero encantador.

Diego, por otro lado, era algo más serio. Vestía la misma camiseta del equipo que su hermano gemelo y también sostenía una pelota de baloncesto, pero su expresión facial estaba marcada por una intensidad que contrastaba con la sonrisa amigable de Iván. Su cabello castaño oscuro caía de manera similar, despeinado sobre su frente, pero la forma en que lo llevaba y la firmeza en su mirada daban a Diego un aspecto más serio y decidido. Aunque físicamente eran idénticos, era evidente que Iván y Diego llevaban consigo energías distintas.

Diego parecía escudriñar a cada miembro del equipo de Dan como si estuviera buscando algo que no le agradara. Dan sintió la tensión en el aire mientras se acercaban.

Axel se acercó a los gemelos para darles la bienvenida, presentándolos al equipo.

-Iván, Diego, estos son los chicos con los que jugarán. Jean Paul, Emmanuel, Luis, y este es Dan - dijo Axel señalando a cada uno.

Los gemelos asintieron cortésmente y se unieron al grupo para el calentamiento.

En un momento, durante una jugada clave, Dan e Iván se encontraron compartiendo la posesión de la pelota. Con un gesto instintivo, Dan pasó la pelota a Iván, quien, con un movimiento hábil y preciso, devolvió el balón a Dan en una sincronización perfecta.

La jugada dejó a todos sorprendidos, incluso a sus propios compañeros de equipo. Dan se sintió emocionado por la conexión instantánea que había surgido entre él e Iván en la cancha. Sus movimientos coordinados reflejaban una comprensión mutua del juego y una armonía que prometía ser una fortaleza para el equipo.

Después de la jugada, Iván le guiñó un ojo a Dan con complicidad, como si compartieran un secreto entre ellos. La sonrisa de Iván, combinada con la adrenalina del juego, hizo que Dan se sintiera más cómodo y seguro a su alrededor.

Al final del partido amistoso, el equipo ganó gracias a la destreza de los gemelos. Cuando Iván se acercó para saludar a Dan, este se sintió repentinamente nervioso, pero trató de disimularlo. Iván, notando la ligera tensión, río juguetonamente, su risa resonó en el ambiente de la cancha.

"-Hola, Dan. Un placer conocerte. ¿Cómo te sientes siendo parte del equipo?" - preguntó Iván con una sonrisa cálida y amigable.

Dan, aún un poco nervioso, respondió: "-Hola, Iván. Es genial formar parte del equipo, estoy emocionado por la temporada." - mientras trataba de ignorar el latido acelerado de su corazón. La risa de Iván continuó, pero esta vez más suave y amistosa, como si estuviera disfrutando de la situación. Mientras el equipo celebraba la victoria, Dan no pudo evitar preguntarse qué significaría la llegada de los gemelos para la temporada y cómo afectaría su propia vida, especialmente con la presencia intrigante de Iván.


¡Hola a todos, queridos lectores y lectoras! Después de una pausa que se sintió interminable, estoy de regreso con más emociones y giros en nuestra historia. Como algunos saben, la vida real a veces nos mantiene ocupados, ¡pero estoy comprometido a continuar esta travesía con ustedes cada semana. Agradezco su paciencia y apoyo continuo. Si disfrutan del viaje tanto como yo disfruto escribirlo, no olviden darle un voto y compartir con sus amigos. ¡Gracias por estar aquí! 😊✨

Amor en Doble JugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora