POF Rose
- ¿De qué estás hablando? – Dimitri había ido hasta el pequeño y mullido sofá que se encontraba junto a la ventana de nuestra austera habitación, su expresión era un auténtico poema, no podría decir con certeza qué es lo que estaba pasando por su cabeza en esos momentos pero, sin duda, sería algo parecido a lo que pasaba por la mía. No había forma en que pudiera creer lo que Karp estaba diciendo, era más que sabido que dos dhampir no podían concebir, era una de las pocas certezas de nuestro mundo, más aún, era una de las mayores razones por las que no había aceptado casarme con Dimitri, yo estaba convencida que jamás podría darle la familia que él tanto anhelaba. Era una locura, Karp estaba desvariando, tal vez el Espíritu por fin había acabado por llevarla a la demencia.
- Sé que es difícil para ustedes asimilar esto pero deben hacerlo y rápido, es vital que crean lo que les estoy diciendo y que comencemos a movernos.-
La mirada de Karp realmente me alarmaba, parecía más que aterrada. No sabía qué debía decirle o cómo reaccionar a lo que estaba ocurriendo, era demasiado pedir que creyera en algo que hasta hace 2 minutos estaba segura era imposible, fue Dimitri quien se recobró primero de la sorpresa.
- A ver ¿cómo es posible que Roza esté embarazada? Ambos somos dhampir, nuestros genes no nos permiten procrear.-
- Pero ustedes no son sólo unos dhampir Dimitri, tu alma y tu cuerpo fueron restaurados por el poder de espíritu al igual que los de Rose así que no sólo es posible que tengan hijos sino que es un hecho. Olendzki lo descubrió cuando te hizo esos exámenes para descubrir el por qué de tu desmayo, por suerte yo estaba ahí y pude hacerla olvidar.
- ¿Por suerte? Espera un segundo, dijiste que estamos en peligro pero ¿por qué? Es decir, si es cierto todo esto entonces será un milagro, un maravilloso milagro, será un punto del que partir para descubrir la manera de salvar a toda nuestra raza, todas las parejas dhampir podrán estar juntas sin sentir culpa alguna por no colaborar para salvarnos, se salvarán familias, incluso si aumentan nuestros números, a la larga, seremos más fuertes, habremos más para proteger a los moroi, todo mejoraría.-
La pasión y la esperanza con los que Dimitri dijo esas palabras me llegaron al alma, él siempre había soñado con una familia, con nuestra familia y la más pequeña de las posibilidades de convertir ese sueño en realidad hacía latir su corazón con una vehemencia inimaginable y, para ser francos, a mí también me hipnotizaba la idea de formar una familia con el único amor de mi vida.
- Es cierto todo lo que dices Dimitri pero, ¿estás seguro que esa sería una buena noticia para todo el mundo?
A pesar de la enorme emoción que me estaba embargando pude entender lo que Karp estaba diciendo. – Los dhampir no pueden reproducirse entre sí para eso necesitamos de los moroi, son ellos quienes mantienen viva nuestra especie por eso los protegemos, por eso ellos siempre son primero.-
- Exactamente Rose, esa es la base sobre la cual se asienta nuestra sociedad, ambos nos necesitamos para sobrevivir pero, ¿qué pasará cuando una de las dos especies deje de necesitar a la otra? En cuanto supe lo que estaba ocurriendo contigo, déjame decirte que tampoco lo creí tan fácilmente a pesar que las pruebas daban positivo una y otra vez, fui directamente a revisar todos los libros y los archivos que tenía sobre El Espíritu, fue hasta hace unas pocas horas que di con lo que estaba buscando. En uno de los libros que nos proporcionó la alquimista que trabaja para Abe Mazur, encontré la historia de la historia de Anna, la shadow kissed ligada a San Vladimir.
Todos piensan que San Vladimir murió de causas naturales y que, tras su deceso, Anna se suicidó debido al dolor pero, en realidad, las cosas no fueron así.
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Nada es eterno
Hayran KurguLas cosas en el mundo de los moroi van cada día mejor, la nueva reina, Vasilissa Dragomir, ha demostrado que juventud no es sinónimo de ineptitud y es que en poco tiempo se ha colocado ante la vista de muchos como la mejor gobernante, en compañía de...