Capítulo 37: "La tía Nemi y el sobrino Sasu"

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Sasuke miró hacia los dos ninjas y al recordar que la enmascarada había sido parte del ataque de los de la niebla unos días antes, con la poca fuerza que había recuperado se puso en posición de atacar.

-¡Kakashi, cuidado! -gritó Sasuke.

Él negó.

-Creo que ese tiempo llegó demasiado antes... -dijo con claras señales de agotamiento, sintiendo la tensión de la mujer a su lado-. Este ninja es inofensivo, Sasuke. Relájate. De hecho, deberías estar descansando. ¿Te escapaste de Sakura?

Sin dejar su posición, el joven negó.

-No tengo tiempo de descansar. -habló con firmeza-. Necesito que me entrenes. ¿Seguro que es inofensivo? -preguntó mirando al ninja al lado de su maestro.

Al ver a Kakashi asentir, relajó su posición y se acercó a ellos. El enmascarado estaba temblando un poco, notó, y Kakashi tenía su mano en la espalda de este.

-Creo que me perdí de algo... -concluyó, sentándose al lado de ambos-. ¿Se conocen?

Vio al jonin asentir de nuevo. El hombre estaba físicamente agotado, pero tenía que controlar a la mujer a su lado que todavía no podía calmar la ansiedad y la sorpresa de ni siquiera haberse preparado para enfrentar a su sobrino. Sasuke en un momento se le vio analítico, pero luego recordó que la voz de la ninja de la niebla le era demasiado familiar y se puso un poco nervioso.

-Estoy cansado, Sasuke. Fue una batalla muy dura. -mencionó-. Y tú fuiste el que salió más herido. Deberías quedarte en cama.

Sasuke de pronto recordó algo.

-Ya recordé lo que quería preguntar, Kakashi. Tienes que responder porque no puede ser que no me hayas dicho esto. -dijo con el corazón en la mano y una pequeña pizca de esperanza en su voz-. Tú... eres un miembro del clan Uchiha, ¿verdad?

Los adultos se miraron un momento sin entender la razón de su pregunta. Tonemi tenía el mismo rostro dudoso de Kakashi y Sasuke, frente a ambos, no daba crédito a lo similar que habían reaccionado los dos a pesar de que la ANBU estuviese con la máscara puesta. Hubo unos segundos de pensar y conectar puntos, para que en un momento, el ninja que copia negara.

-No, lo siento. -comenzó-. No soy del clan Uchiha. -lo vio bajar la mirada con frustración y se sintió algo apenado ante la negativa de que alguien de su familia seguía vivo-. Mi ojo Sharingan es... El recuerdo de una guerra y de un amigo que me lo dio. -Le comentó, sorprendiendo al menor-. Es una larga historia, pero ahora que lo mencionas, sí conozco a alguien del Clan Uchiha que no es quien crees que es.

Itachi fue lo primero que se le vino a la cabeza al joven genin y negó rápidamente. No podía estar hablando de él. Seguramente lo conocía pero, no podía estar refiriéndose a su maldito hermano mayor. Luego lo vio mirar al ninja de la neblina a su lado y a este, respingar algo asustado. Sasuke no entendía nada, era como si el ANBU de la neblina estuviese extremadamente nervioso ante su pequeña presencia. ¿Acaso el enmascarado era parte de su familia extinta?

Sus ojos lo miraron con incredulidad y su corazón nervioso, trató de no demostrar lo ansioso que estaba por saber la identidad de aquella persona que su sensei conocía lo suficiente como para estar a su lado, cuando hacía una semana se estaban enfrentando con la misma técnica.

-Cuando... estés triste, mira los dientes de león volando junto al viento. -habló la mujer con melancolía, abriendo el corazón del Uchiha menor y haciéndolo recordar la mañana de aquel fatídico día-. Esa soy yo, cuidándote y amándote, esperando volver a verte y guiando tu camino a casa. -la voz del ANBU temblaba, como si le doliera el solo hecho de hablar-. No sé si recuerdas eso, pero...

Un pequeño sentimiento de esperanza surgió del joven del clan de los abanicos de fuego. Había escuchado esas mismas palabras hacía cinco años.

-Me lo dijo mi tía... -de pronto comenzó a hilar la presencia familiar del ANBU con las reacciones de Kakashi al lado, que si no recordaba mal, tenía la misma edad de la chica que lo pasaba a buscar a la academia cuando su hermano mayor no podía. La misma que había vivido toda una vida con su familia, que era una ninja conocida en la aldea y lo había criado incluso más que su padre. La tía Nemi había sido muy especial y fue una razón para Sasuke de vengar a su clan.

Nemi-san les había dado todo porque ella lo había perdido todo. Sabía que su hermano había muerto en una guerra, lo escuchó de su padre, y que Tonemi se quedaba con ellos desde que era muy pequeña. Había sido una integrante más de la familia y Fugaku le tenía un cariño especial. Los tratos hacia ella eran diferentes a los que tenía con sus hijos hombres, similares a la delicadeza que había visto tratar a Mikoto. Pero tampoco era demasiado delicado con ella y la veía con respeto (similar al que le tenía a su hermano mayor) porque al parecer, Tonemi era conocida por haber sido una de las que paró la guerra.

Nunca lo entendió demasiado bien.

Pero la amaba. Sus compañeras siempre lo espiaban cuando Tonemi lo pasaba a buscar y murmuraban que no solo él era guapo, sino que su familia también. Y es que la sonrisa que la mujer le regalaba cada vez que lo veía, era como si él fuese su mundo entero. La amaba, amaba a su tía.

¿Estaba frente a él? ¿Por eso le era tan familiar?

Pero de los recuerdos que tenía, pasó por su habitación ensangrentada. No reparó mucho en ver si había cuerpo (como los de sus padres tirados cerca de la entrada principal) pero la escena era tétrica. Asumió que había muerto.

De pronto, el ANBU frente al de cabellos azabache se quitó la máscara, revelando a una hermosa mujer con sus mismas características: piel blanquecina, ojos oscuros y cabello negros como la noche. Tenía lágrimas en sus ojos y la máscara temblaba en sus manos. El corazón se le detuvo al joven Uchiha al no saber cómo reaccionar.

¿Estaba viendo bien? ¿Tenía familia todavía? ¿Itachi no logró matarla? No podía ser.

-Tú... -Sasuke sentía todo demasiado fuerte. No sabía si estaba emocionado, conmocionado, enojado o lleno de ira. Solo sabía que todos esos sentimientos estaban peligrosamente entrando en su sistema y los había intentado borrar de la existencia para cumplir su deseo de venganza-. ¿En serio eres tú?

Kakashi se levantó con dificultad y miró con unos ojos que no había visto en él, a la mujer que derramaba lágrimas frente al Genin.

-Les daré un poco de espacio. -Les dijo-. No me mires con esos ojos, Tonemi. -mencionó su nombre, haciendo ciertas las suposiciones de Sasuke-. Ya no eres una niña, lo debes enfrentar tú.

Y con eso caminó hasta perderse en los arbustos. Seguramente se iba a quedar cerca, pero no lo suficiente como para que el genin lo sintiera. Hubo un espacio de silencio en el que solo se escuchaban los pequeños sorbeteos de la mujer y él mismo dejó que todos esos sentimientos finalmente lo invadieran.

Se puso de rodillas y se afirmó con las manos temblando, sin creer que realmente ella estuviera allí con él. Lo intentó, pero en vano se le escaparon algunas lágrimas. ¿Cómo tenía que reaccionar después de enterarse de que todavía le quedaba familia por la cual luchar? ¿Cómo se le hablaba? ¿Qué debía decir?

-Mírate, Sasu-chan... cuánto has crecido. -dijo ella con un timbre nervioso en su voz. Intentaba aguantar las ganas de llorar a mares-. Tan guapo, mi niño. -sonrió-. Debes captar la atención de todas las chicas, ¿no es así? -preguntó divertida, limpiando sus lágrimas-. No puedo creer-

No alcanzó a terminar de hablar cuando sintió un peso sobre ella. Sasuke se había lanzado encima tal y como Kakashi unos minutos antes, pero se escondió en su pecho y escuchó sorbeteos después de un apretado abrazo que le dio. La mujer correspondió con todo su cariño y dejó que las lágrimas cayeran solas, acurrucando a su sobrino querido en sus brazos y haciendo cariños en su cabello, sintiendo cómo él se desmoronaba poco a poco ante la noticia de que su tía estaba viva.

-Nemi-San... ¡Nemi-San! -exclamó con hipitos, aferrándose al chaleco de su tía.

Ella sintió el sufrimiento de todos estos años de su pequeño sobrino y acarició su cabello, su espalda y repartió besos en su frente y su cabeza, correspondiendo todos los gestos de Sasuke.

-Ya, mi niño. -Le dijo suavemente, con algunas lágrimas cayendo por su rostro. Kakashi veía todo esto con el corazón en la mano, a unos metros de ellos-. Ya pasó. Aquí estoy.

Tonemi Shinden || El Diente De LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora