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—No estoy entendiendo nada.

—Que Edward lo explique.— replicó molesta Rosalie.

—¿Qué ocurrió hoy, hijo?.— preguntó severamente Carlisle, mirando al cobrizo.

—Creo que encontré a mi compañera.

—Y él casi le encaja el diente el día de hoy.— habló Emmett.

Okey, para resumir lo que estaba sucediendo, con la llegada de Isabella Swan al pueblo trajo muchas cosas, y una de ellas era la curiosidad que ella tenía por la familia de ojos dorados, y sin mencionar el ahora interés en Edward Cullen.

Y al parecer no era indiferente la situación al cobrizo, ya que él no podía leer su mente ni indagar en ella, todo estaba oscuro, no veía nada más que eso.

—¿Perdiste el control?.

Edward negó, frustrado.— Me contuve, es que su aroma es muy atrayente para mi, eso casi hace que pierda el control de mí mismo y que la atacara en plena clase.

Alya los escuchaba mientras intentaba seguir el ritmo de la plática que ellos tenían, más que nada para saber si podía opinar al respecto de la situación, ya que estaba demasiado segura en que no tendría nada que ver con ella, pero si por su lado podía ayudar, lo haría sin dudas.

—Es una humana, si Edward se enamora de ella nos estaría condenando.— y su evidente molestia lo notaban todos.

Pero parecía que el cobrizo quería discutir, por lo que la miró con molestia.— Se te olvida que la compañera de Carlisle también es humana, y ni siquiera nos ha causado un solo problema.

—Sigo presente, ¿lo sabías?.— espetó con ironía.

—Es muy diferente el caso, ella no se metió en donde no le importaba, en cambio, Isabella Swan anda de metiche queriendo intervenir en nuestra familia.

Aunque bueno, Alya técnicamente sí indagó en su familia, principalmente para saber si no eran peligrosos.

—Tal vez no sea así.— habló por segunda vez la castaña-rubia, mirando a los presentes.

—¿Perdón?.

—Digo que, tal vez darle la oportunidad a Isabella no sea del todo malo.— explicó de manera suave a los presentes, principalmente para que Rosalie no se exaltara nuevamente.— mientras que Edward no exponga lo que ustedes son todo estaría bien, bueno, solo hasta saber realmente si Isabella es de confiar o no.

—Alya tiene razón.— Carlisle tomó su mano suavemente, envolviendo sus dedos junto a los de ella.— Debemos darle la oportunidad, después de todo, si resulta ser la compañera de Edward, será su felicidad.

—Bella será una gran amiga y no será un peligro para nosotros, lo he visto.— aseguró Alice.

Rosalie suspiró con fuerza, negando.— No les digan que no se los dije.

Y con eso salió de la sala, escuchando el sonido que dejaban sus tacones al caminar.

Edward por otra parte se veía pensativo, como si estuviese ido.

—¿Edward?.

—Me iré unos días.— aquella noticia los sorprendió por completo.

—¿Por qué?.— preguntó Jasper.

—Necesito aclarar mis pensamientos, iré con los Denali, estaré bien si lo pienso mejor.

—Escapar no solucionará tus problemas, pero si deseas hacerlo, adelante.

"Escapar no solucionará tus problemas".

Aquella frase que dijo el rubio le llegó directo al cerebro, donde repetidas veces estuvo sonando sin cesar, tenía razón, escapar no solucionaba nada, y eso estaba mal.

Miró como Edward abandonaba la sala, dejando a Alice, Jasper, Carlisle y a ella en silencio, ya que parecía que cada uno estaba sumergido en su propia burbuja.

Miró a su pareja, quien mantenía una expresión tranquila, pero a la vez llena de preocupación en ella, apretó su mano, llamando su atención al instante.— Dale tiempo, si él dice que es lo correcto, entonces debe de afrontar las cosas solo.

—Edward es muy impulsivo.— explicó Jasper, abrazando a su pareja.— el nunca piensa antes de actuar, si algo se le viene a la mente lo cumple.

—Pero ya no es un niño, tiene poco menos de 100 años.— Carlisle asintió levemente.— tiene la edad como para saber que está cometiendo un error grave al querer huir de sus problemas.

—Nadie lo hará entrar en razón.— Alice la miró con una pequeña mueca.— al menos que decida alterar el curso de las cosas, él solo tiene la decisión.

—Solo espero que no haga nada incorrecto.

—Tranquila, no lo hará.— el rubio besó su mejilla, tratando de distraerla.

Alice se puso de pie, tomando la mano de la mujer con una gran sonrisa.— Bueno, ahora que eres parte de la familia estás incluida en las charlas que tenemos Rosalie y yo, así que hoy te tocará estar en una.

Miró a Carlisle pidiendo ayuda, pero él simplemente rió y dejó que ella la llevase a rastras prácticamente.

Mientras su relación con los Cullen aumentaba y se fortalecía, ella se sentía muy cómoda y afortunada por tenerlos en su vida.

Y a pesar de los malos ratos que pasó hace unos meses decidió dejarlo todo, olvidar aquello, básicamente, olvidar su vida en Reino Unido.

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𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐄, 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍 ¦ 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐈𝐒𝐋𝐄 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora