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ADVERTENCIA:
CAPÍTULO CON CONTENIDO +18.
MENCIÓN DE CONTENIDO SEXUAL
LEER BAJÓ TU PROPIA RESPONSABILIDAD!!!

(Aclaro que no soy buena escribiendo este tipo de contenido, por lo que si en alguna ocasión llega a resultar confuso el resultado solamente ignórenlo o no lo lean<3).




Cuando crees que tu vida puede ir de la mejor manera no termina siendo como esperas.

Un día puedes estar tranquila viendo alguna serie que te guste, al siguiente tienes salidas con tus amigos más cercanos y al terminar te sientes vacía.

Pero, en casos que nunca puedes controlar, la soledad siempre resultará ser tu mejor aliada.
No importa donde te encuentres, estar sola siempre es la mejor opción, claro que esto es para algunas personas que lo soportan.

Pero cuando te acostumbras a estar rodeada d personas que realmente aprecias y siempre te siente segura con ellas, la soledad comienza a ser un problema realista para ti.

O bueno, al menos eso sucedía con Alya Potter.

—Carlisle....

El hombre frente a ella mantenía una expresión nerviosa y reflejante de tristeza, verla ahí parada delante de él, con un semblante triste le partía el alma.

Ya no quedaba algún rastro de lo que alguna vez fue la imponente mujer que él conoció, parecía que todo estaba muy mal con ella, su piel era aún más pálida, las ojeras debajo de sus ojos eran aún más notorias, y sus labios quebradizos eran lo que se notaba más.

Aunque Alya tampoco esperaba ver a Carlisle después de la escena que hizo en su casa, su cabello rubio parecía opaco, su singular sonrisa no adornaba sus labios como era antes, y sus ojos ya no transmitían lo mismo de antes.

El vampiro delante de ella carraspeo un poco, llevando su mano a su cuello para masajearse un poco.— Hola cariño.

Aquel apodo hizo que un sentimiento de culpa la invadiera, y mordiendo su labio tembloroso hablo.— ¿Qué haces aquí?...

Apenas salió en un susurro, y su corazón latió un poco, cosa que Carlisle no pudo evitar escuchar.— Yo...vengo a verte, ¿por qué tienes pulso?.— no pudo evitar preguntar, ya que la confusión y la sorpresa eran evidentes.

Ella suspiró levemente, y acto después se hizo a un lado invitándolo a pasar.— No lo sé...ocurrió dos días después, no entendía qué sucedió y llamé a Remus.

Carlisle se quedó delante de ella, ambos se mantenían en una distancia prudente a la del otro.— ¿Y...tú magia?.

La mujer desvió su mirada, sintiendo sus ojos llorosos.— Está intacta, realmente no sé qué fue lo que sucedió.

El vampiro observó como ella jugaba con su brazo, pasando sus uñas sobre él con ansiedad evidente.
—La magia en ti rechazó gran parte de la ponzoña.

Alya lo observó ligeramente, su labio temblaba, asimilando lo que estaba escuchando.
Y es que era de esperarse, por que ella misma sabía que aquello podía ser una posibilidad, pero reaccionó mal y todo se fue en picada.

Carlisle se mantenía sereno, como si nunca hubiera pasado nada entre ambos, aunque el mismo lo tenía presente, parecía que todo había cambiado a raíz de lo que ella le dijo aquel día en su casa, todo lo que ella pudo decirle y no lo hizo por varias razones.

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐄, 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍 ¦ 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐈𝐒𝐋𝐄 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora