𝐄𝐋𝐋𝐎𝐒 [𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍]

NUEVO HOGAR

La luz entraba por las ventanas carentes de cortinas, eso era trabajo de Hyunjin y Seonghwa se lo había repetido en el auto y al llegar, pero siendo de noche y todos cansados las cortinas quedaron dobladas sobre el sillón. San bajó con prisa al notar la hora y gritó un par de nombres colocándose el abrigo para salir, los zapatos tendrían que esperar hasta estar en el auto, Wooyoung bajó saltando con su uniforme escolar y su mochila colgada en la espalda, Hyunjin tardó en bajar y cuando lo hizo aún estaba en pijama y con un puchero que enmarcaba su molesto rostro, el cabello alborotado y por todos lados lo hizo ver tiernamente atrasado.

–¡Pero aun no estas listo! –gritó San más sorprendido que molesto mientras intentaba peinar a Wooyoung, porque el niño había preparado él mismo su cabello simulando ser una piña.– se me hace tarde, pídele a Seonghwa o Hongjoong que te lleve.

–Hongjoong no tiene auto –habló de mala gana sin mover un solo pie. San corrió a la cocina por la lonchera del niño y se la dio empujándolo con cuidado para que caminara más rápido.– Y Seonghwa sigue dormido.

–Anoche conocí a BinBin –dijo Wooyoung a San mientras era empujado por este, el mayor lo ignoro centrándose en Hyunjin. –tiene seis años. Me mostró el baño.

–¿Entonces como piensas irte? –Preguntó San ya en la puerta tomando sus llaves y colocando encima de la cabeza de Wooyoung su pequeño abrigo.– Ya no viven a unos minutos de la escuela, el camino es largo.

–Ya lo sé, Chan vendrá por mí.

–¡Yo me quiero ir con Chan! –gritó Wooyoung desde fuera.

–Bien, no me opongo, me voy, grita adiós, Wooyoung.

–¡Adiós!

La puerta se cerró gracias al pie descalzo de San quien había conseguido ponerse solo el zapato izquierdo. Hyunjin suspiró apartando el pelo de su rostro con una mano, así eran las siete de la mañana, incluso cuando vivía con sus padres, su madre siempre estaba apurada respecto a Wooyoung y siempre cargaba a Jongho en sus brazos haciendo la mañana más caótica entre llantos y ordenes, odiaba eso, odiaba que lo despertaran temprano por todo el escándalo, pero ahora deseaba escuchar los gritos de su madre.

La casa aun no perdía ese olor a cerrado y había polvo en las esquinas, varias habitaciones no habían sido abiertas aún y algunas telarañas seguían escondidas. Era su nuevo hogar, no le haría el trabajo más difícil a sus mayores y trataría de acoplarse de la mejor manera para que sus dos hermanos menores siguieran su ejemplo. Pero extrañaba su verdadera casa, pequeña y custodiada por su madre todo el tiempo, extrañaba su habitación y como podía ver el cuarto de Christopher desde ella, extrañaba las flores que su madre siempre plantaba en el jardín y el aroma a perfume dulce por la sala de estar, la cocina siempre olía a pan, pero la nueva cocina olía de la misma manera que su nueva habitación donde solo podía ver su ventana la calle.

Lo único bueno que podía encontrarle al nuevo lugar era lo espacioso que era, y los cuartos de baño que poseían una bañera, algo que siempre deseo en su antigua casa. Pero no era tiempo de bañeras o añoranzas, Christopher llegaría por él en su vieja camioneta en cualquier momento y quería ahorrarse los regaños de Seonghwa, asique se arregló lo más rápido posible intentando no despertar a sus mayores o al bebé, pero cuando escuchó el claxon y bajó con rapidez Hongjoong ya estaba en la cocina comiendo lo que debería ser su lonchera. Bien, retomaría las clases con el estómago vacío.

–No le diré que Chan vino por ti y tú no le dices que me comí tu desayuno. –habló Hongjoong con la boca llena. Hyunjin asintió y salió de la casa.

De un salto se subió al viejo vehículo y Chan lo recibió con una sonrisa seguida de un beso, el auto arranco y Hongjoong cerró la puerta de la casa.