LASTIMADO

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El dolor se extendió por su pierna, pesado y agudo en algunas zonas, encargándose en piel sin cuidado para escalar hasta su cadera. Incluso inconsciente hizo una mueca y se removió entre las sábanas con los ojos apretados, la mandíbula tensa.

Seonghwa no estaba pasando un mal sueño, aquello parecía tan real y lastimero que dudó de si quiera estar dormido. Sin embargo, era imposible para él elevar sus parpados, salir de esa pesadilla o huir de alguna manera.

Puntos agudos subieron por su torso, encajándose en su cadera, dejándolo sentir con claridad el peso gigantesco sobre la parte inferior de su cuerpo. En un punto fue incapaz de moverse, quedando inmóvil sobre las sábanas.

¿Parálisis del sueño? Pensó buscando una respuesta en la poca consciencia que le quedaba, naufragando en las sensaciones lúgubres del dolor.

Estaba sudando, jadeando, pero de su garganta no lograba salir ni una lastimera suplica. El aire comenzó a escasear en sus pulmones, limitando la poca fuerza que le quedaba en sus constantes intentos por moverse, dejándolo por fin indefenso.

Fue de un segundo a otro cuando abrió los ojos de golpe y se impulsó hacia enfrente, quedando sentado sobre su cama con el pecho subiendo y bajando con ferocidad, su rostro rojo y completamente empapado. Llevó ambas manos para retirar el cabello humedecido, dándose cuenta del constate temblor en ellas.

Buscó entre su habitación vacía alguna explicación del incómodo momento, encontrándose solo con la ventana cerrada al igual que la puerta, mientras que la luz del día comenzaba a colarse.

Con un movimiento brusco examinó su brazo con una clara marca morada en él, hinchada e intimidante. Aún no había comprendido la forma cuando apartó las sábanas lanzándolas al suelo, sintiendo un escalofrío de inmediato.

Su respiración se alteró de inmediato, con el rostro aterrado y las manos temblando de forma exagerada, cerró los ojos esperando estar en medio de una pesadilla, más, al abrirlo, solo se encontró con la misma imagen tétrica.

Una mezcla entre rojo, azul y un amarillo verdoso, seccionado en diversas formas difuminadas con su piel. Sus piernas estaban hinchadas, pareciendo incluso podridas bajo la mirada impactada de Seonghwa. Una vista dolorosa de lo que sería un cadáver en plena descomposición. No era solo la vista grotesca de su cuerpo lo que le perturbo, fueron las claras marcas que perforaban levemente su piel y de las que aun guardaban sangre seca.

"Por favor, que sea un sueño" se repitió una y otra vez mientras cerraba sus ojos "que sea un sueño, que sea un sueño".

Su corazón latía fuerte, casi audible bajo su respiración agitada, con el terrible miedo de darse cuenta de que eso era la realidad y no parte de su imaginación.

Sus párpados se elevaron y por fin exhaló todo el aire contenido en su pecho; los moretones ya no estaban ahí. Su piel seguía viéndose igual que el día anterior. Sus piró y llevó ambas manos hasta su rostro, juntando sus rodillas a su pecho.

Su celular sonó justo a un lado. Lanzó un quejido para después inclinarse hacia su derecha para poder observar la pantalla. Había solo un mensaje.

"Intentaré cuidarte :("  Era del número de Hyunjin.

𝐄𝐋𝐋𝐎𝐒 [𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora