Para el pequeño niño tener miedo era perder movilidad por su cuenta, incapaz de pensar con claridad mientras que el temblor recorrió su cuerpo. Justo lo que estaba pasando en ese momento. Sus ojos castaños bien abiertos con las pupilas tiritando, su boca seca era olvidada gracias a que apretaba sus dientes hasta el punto del cansancio y el dolor, cuando la presión en su mandíbula era casi peligrosa. Sus piernas débiles, sintiendo que si en cualquier momento decidía correr fracasaría y iría de inmediato contra el suelo.
Cerró los ojos con fuerza cubriendo su rostro intentando no ver nada más inundándose de un extraño color rojo que se expandió hasta volverse negro y después renacer en extrañas manchas. Estuvo a punto de abrirlos hasta que recordó la razón por la que los había cerrado y de nuevo el terror invadió en él.
Escuchó los pasos contra la madera, las risas acercándose y el rechinar de la puerta entreabierta, de nuevo su cuerpo tembló en silencio y se concentró en no respirar muy fuerte, hasta que llegó a ese punto en el que prefirió no hacerlo. Estaba oscuro, aun si abría los ojos y descubría su cara solo había luz suficiente para enmarcar aquello que lo estaba atemorizando. Contó los segundos en silencio, convenciéndose de que al octavo saldría corriendo lejos de ese lugar, sin importarle que estuviera ahí o si la puerta estuviera cerrada, él la tiraría abajo con tal de escapar.
Para cuando se dio cuenta ya iba en el cuarto segundo. El quinto llegó casi sin avisar.
-Seis... -Murmuró en voz baja. -Siete... O...
-¿Estás jugando a las escondidas?
El grito, intentando huir de inmediato, pero siendo intercedido por el dueño de aquella voz infantil, chocando y cayendo en el proceso, con el único logro de haber hecho lo mismo con la otra persona.
-¡Seonghwa! -Le gritaron y las luces fueron encendidas. - ¡Tu padre dijo que no podríamos jugar aquí!
El pequeño niño de diez años por fin abrió los ojos.
≪•◦ • ◦•≫
-Los fantasmas no existen. -Dijo Yeosang con molestia, con sus rasgados ojos retirando la sábana que de algún modo se transparentaba y dejaba ver al horrendo cuadro que había debajo. - ¿Lo ves? No es nada.
Seonghwa observó por largos segundos, sorbiendo por la nariz mientras tomaba entre sus manos la manta transparente. Yeosang suspiró torciendo los labios, colocando sus manos a los costados y esperando a que el mayor respondiera cualquier cosa. Y aunque ambos sabían que uno de ellos había estado llorando ninguno dijo nada al respecto por el momento.
-Parecía un fantasma. -Fue lo que respondió Seonghwa restregando su mano contra sus ojos.- O algo muy feo.
-Eres un tonto, un tonto llorón. -Se burló Yeosang, tomando la mano del mayor y llevándolo fuera del pequeño cuarto donde el padre de Seonghwa guardaba antigüedades variopintas.- Tu padre te sobreprotege demasiado y por eso eres muy miedoso.
-¿De dónde escuchaste eso? -Preguntó Seonghwa caminando un poco más rápido para alcanzar al menor, aun sin soltar su mano. Sin darse cuenta chocó contra la puerta, dando un pequeño brinco a lo que Yeosang respondió apartando la madera y empujando a Seonghwa para que caminara frente a él.
-Lo escuché de las vecinas. También hablaron de que mi mamá no quiere quedarse conmigo porque ella quiere salir. -Yeosang exhaló una pequeña risa.- Como si yo la fuera a encerrar en su habitación.
-Tu mamá no quiere quedarse contigo porque le rompiste un diente a tu primo.
-Papá siempre me dice que te defienda de todos. Mis primos no están fuera de todos.
Seonghwa sonrió un poquito, sintiéndose orgulloso de ser aquel privilegiado que era protegido por el niño a quienes todos le temían. Era algo así como ser amigo del monstruo. Solo que Yeosang era cualquier cosa menos eso. Yeosang no era un amigo, era un poco más que eso, era aquel que estuvo en todos sus cumpleaños y quien destrozaba su habitación de vez en cuando, el que comía en su casa incluso cuando él estaba fuera.
Yeosang era aquella persona que, en vacaciones, se quedó en la casa de Seonghwa... Mientras Seonghwa estaba de campamento.
-Algún día yo seré quien se defienda por sí solo. -Dijo Seonghwa completamente convencido de ello.
Yeosang casi suelta una carcajada, dejando de empujar a Seonghwa y encarándolo, frente a frente retándose entre ellos. Quizás hablaron con la mirada o por telepatía, porque ninguna palabra resonó en el lugar, ni siquiera un quejido o las respiraciones de ambos. Pasaron unos segundos hasta que el menor ensanchó su sonrisa.
-Cuando llegue ese día tú tendrás que regresarme el favor y cuidar de mí si es que algún día yo no puedo hacerlo ¿trato?
Seonghwa por fin sonrió por completo asintiendo un par de veces mientras tomaba la mano de Yeosang en señal del acuerdo.
-Trato.
Las manos de Seonghwa temblaban, aun sosteniendo con fuerza a Yeosang, intentando ser cuidadoso con todas las heridas sobre su cuerpo. Dios, incluso la esclerótica estaba completamente roja, su mente en esos momentos parecía colapsar, escuchando el montón de preguntas provenientes de Chan hacia Hyunjin.
Las marcas moradas y rojizas a través del delgado cuerpo de Yeosang eran aterradoras, casi pareciendo que la sangre se desbordaba dentro de él, asomándose simplemente a la superficie. La piel abultada y su labio roto no hacían más que causarle un malestar en el estómago a Seonghwa. Cerró los ojos por un largo segundo, intentando contar hasta ocho, para después solo salir huyendo.
-Necesitamos llamar a una ambulancia. -Escuchó de Chan.
-Seonghwa... -La voz de Hyunjin lo llamó. -Seonghwa. -Pero él lo ignoró.
"Hey, no culpes a nadie más, él ya estuvo así antes"
Giró, intentando encontrar a la persona que había dicho aquello, importándole poco que no conociera la voz o que en la casa solo estuvieran Chan y Hyunjin.
"¿Qué más necesitan para irse?"
Giró al lado contrario, molestándose al encontrar solo un sitio vacío. Si los jodidos fantasmas querían sacarlo de quicio lo estaban logrando. Lo único que deseaba era que revivieran para regresarlos al maldito infierno de donde provenían.
-Hey. -Habló Yeosang, haciendo consciente a Seonghwa de que el menor en realidad ni siquiera se desmayó antes.- Al parecer si existen los fantasmas.
-¿Hablas en serio? -Respondió Seonghwa, con media sonrisa. -Quedé como un idiota negándolos todo este tiempo. ¿Cómo les diré a todos que si existen?
-Creo que ya se dieron cuenta.
Ambos rieron, sin entender bien la razón.
-Eres un idiota. Un idiota llorón.
-Tengo una razón para llorar; yo soy quien está lleno de golpes. Pero tú estás llorando por nada. -Yeosang mostró la lengua, riéndose al instante al reconocer el gesto infantil.
Seonghwa sonrió un poco.
Y Hyunjin, siendo espectador solo decidió irse de ahí.
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𝐄𝐋𝐋𝐎𝐒 [𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍]
FanfictionUna familia bastante extraña llega a una nueva casa donde ocurren cosas fuera de lo común. Parejas de esta historia: °Seongjoong °Sansang °Chanjin (Chan x Hyunjin) Y muchísimas más parejas que no puedo poner aquí. Muchas gracias a @C_opaco por darme...