Capítulo 18...Una pequeña travesura

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 ¡Hola mis tortuguitas, ninjas y kunoichis! :3

Aquí les dejo:

-.-.-Un corazón que llora-.-.-

Capítulo 18...Una pequeña travesura

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Naves fantasma Krang patrullaban por los cielos luciendo algo aterradoras contra la luz de la luna. Krangdroides vigilaban las calles junto a aquellas esferas que pasaban sus escáneres por todas partes en busca de posibles intrusos.

El hombre miraba todo aquello desde su ventana con un gran temor y fastidio. Y más cuando una de esas esferas pasó cerca de él obligándolo a cerrar la ventana y volver adentro.

—Ya han pasado meses desde la invasión. Tiene que haber una forma de salir de aquí—Se queja con frustración el hombre ruso parando cerca de su escritorio.

—¿Y si usamos uno de tus tanques?—Propone su compañero sentado muy cómodamente en la silla.

El rubio gruñó y se le acercó para empujarlo y después sentarse.

—Ya te lo he dicho, son piezas decorativas—Recuerda con fastidio.

El moreno suspiró y fijó su mirada en una lata de ravioles que parecía cerrada. Pero sus esperanzas se esfumaron cuando una pequeña ratita salió de ella y se fue corriendo.

—¡Muero de hambre! ¡Ya no hay comida y solo queda kétchup con hongos y cucarachas!—Se queja mostrando un sobre con la salsa en una mano y una cucaracha en la otra.

¿En serio estaba tan desesperado como para comérsela?

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Pues al parecer sí, pues echó la salsa sobre el animal. Y se la habría comido si Sterenko no se le hubiera adelantado quitándosela y comiéndosela él...qué asco.

—El cuartel es mío, lo que significa que las cucarachas con hongos también—Declara mirándolo con enojo.

—Oh vamos, Sterenko, eso es muy cruel—Reclama Anton con decepción—Tenemos que salir de esta ciudad antes de que nos terminemos comiendo entre nosotros—Termina sintiendo un escalofrío. Si medía bien la fuerza de ambos, el que terminaría siendo devorado sería él.

—Eso tiene fácil arreglo—Comenta una voz en la oscuridad alertándolos.

—¿Quién anda ahí? Muéstrate—Exige Iván mirando a todas partes, hasta que su vista paró en un solo punto.

Un chico azabache con una sonrisa indescifrable en el rostro y una chica encapuchada sobre una gran caja se dejaron ver.

—¿Quiénes son ustedes?—Inquiere el ruso mirándolos con desconfianza.

—Mi nombre es Hidden, y ella es mi compañera, Zria—Se presenta con cordialidad sin borrar aquella sonrisa—Soy un socio que trabaja con Destructor, y a petición suya, mis ninjas han estado vigilando la ciudad junto al Krang.

Ante esas palabras, los ninjas que aguardaban escondidos se dejaron ver rodeándolos por todas partes.

—Y sé quiénes son ustedes. Iván Sterenko, un traficante de armas que planeó la osadía de robarle a Destructor—Continúa acercándose unos pasos a ellos, quienes comenzaron a sudar frío—Y Anton Zeck, un ladrón muy habilidoso que casi consigue llevarse el Kuro Kabuto.

Los dos hombres frente a él palidecieron. Que los conociera era algo terrible, pero que trabajara con Destructor...

—Descuiden, no tengo intenciones de entregarlos a Destructor, o al menos...no todavía—Aclara con disimulada malicia.

Un corazón que llora {TMNT}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora