Kiyomi Takaoka amaba su cumpleaños.
Cada vez que se acercaba su día, en todos lados desde la escuela a las calles tomaban una nueva vitalidad. Ella era recibida con sonrisas y canciones alegres adonde quiera que iba. Amaba todo eso. Por supuesto, no todos se preocupaban por ella, pero le gustaba pensar que todas las personas del mundo se divertían también. Era el momento del año en el cual los distritos comerciales resonaban con los éxitos familiares "Rodolfo el reno de la nariz" y "Jingle Bells", y se dibujaban las sonrisas en los rostros de quienes transitaban las calles. Era verdaderamente el mejor día del año.
Ella y sus padres decoraban un árbol real en su sala de estar. Desde que estaba en la guardería arreglaban juntos la casa cada año. Kiyomi siempre tuvo el honor de enchufar el cable para hacer brillar el árbol, pero solo después de comprobar que la habitación esté completamente oscura. El gran árbol alternaba entre los colores azul y rojo. Cuando veía aquellas luces reflejadas en el papel tapiz, Kiyomi pensaba lo maravilloso que era festejar su cumpleaños en Nochebuena.
En la escuela primaria todos los años invitaba a sus amigos para su cumpleaños. Su madre preparaba la mayoría de la comida, pero Kiyomi también ayudaba con algunas pequeñas cosas. Cocinar con su madre era siempre divertido. Cuando la comida estaba lista, sus amigos se acercaban y le deseaban un feliz cumpleaños mientras cruzaban la puerta.
Ellos llegaban con los regalos en la mano y Kiyomi se deleitaba al verlos apilarse sobre el árbol de navidad. Luego se ordenaban alrededor de la mesa para comer, jugar y cantar canciones. Kiyomi solía tocar "Noche de Paz", la cual había aprendido de su instructor de piano. Después de que sus amigos regresaran a sus hogares, ella recibía los regalos de sus padres: generalmente eran libros y animales de peluche.
- ¿Sabes Kiyomi? Naciste exactamente a esta hora. – dijo su madre al mirar el reloj en el décimo cumpleaños de Kiyomi.
Su padre estaba sentado en el sillón mientras fumaba una pipa. Miró a Kiyomi con una cálida sonrisa. Le dijo: "Eran las nueve cuando te escuché llorar. Fue un llanto tan hermoso ... cargado de fuerza. Tu madre lloraba también de alegría. Era una noche despejada. Ni una sola nube podia verse en el cielo. A medianoche mire por la ventana. El hospital estaba en una colina, por lo que toda la ciudad se extendía debajo de mí. Las estrellas se podían ver con tanta claridad. En ese momento fue cuando te decidí llamar Kiyomi".
Los caracteres de su nombre significaban "santo" y "belleza".
Mientras agarraba sus peluches, Kiyomi esperaba la llegada de Papa Noel. Pero eventualmente sucumbía al sueño.
Ella tuvo un sueño esa noche, como era habitual cada año.
Un lugar oscuro. Un ruido sordo, resonando sin pausa. Una corriente envolvió lentamente su cuerpo, nublando su percepción de arriba hacia abajo. Se entregó a ella, sintiéndose como si estuviera flotando. Envuelto por un calor parecido al del útero, el tiempo no se podía sentir. Kiyomi intentó imaginar dónde podría estar; se sentía misteriosamente como en casa. He estado aquí antes... hace mucho tiempo. Pero no recordaba dónde era "aquí". Todo estaba oscuro, y no había nada, en este sueño que era como otro sueño...
Cuando abrió sus ojos en la mañana siguiente una pila de regalos de navidad, que rivalizaban con los que había recibido por su cumpleaños, yacían al lado de su cama.
Kiyomi intentó preguntarles a sus padres.
- ¿Santa te hace soñar? – sus padres se miraron confundidos, pero escucharon con atención lo que ella les quería decir sobre el sueño. Cuando les expreso la sensación de haber estado antes allí, ellos hicieron un gesto de sorpresa. - ¿Conocen ese lugar? – le preguntó a su madre.
Su madre sonrió gentilmente y la abrazó.
- Creo que lo conozco, cariño. Tú estabas probablemente en mi barriga.
- ¿En tu barriga?
- De allí es de donde viniste. Estoy segura que tú estabas recordando el sentimiento de estar dentro de mí.
- ¿Era oscuro en ese lugar?
- Sí, oscuro y cálido, y se sentía como si estuvieras flotando en la bañera.
- Ah...
- Nunca he tenido ese tipo de sueño. Debes tener una Buena memoria.
- ¿No sueñan otras personas con esto también?
- Lo dudo. Todo el mundo generalmente se olvida de eso.
Después de eso, sus padres le explicaron cosas complicadas que Kiyomi no terminaba de comprender, como "educación intrauterina" y "formación de la memoria". Cuando decidió aceptar las explicaciones de su madre, no sentía que su curiosidad haya sido saciada. Ella pensaba que era un lugar que había visto antes de su propio nacimiento, pero no era un pasado tan cercano. Era más remoto, más lejano.
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Parasite Eve (Traducción)
HorrorCuando el doctor Nagashima pierde a su esposa en un misterioso accidente de auto, queda profundamente dolorido. Por ello, él adquiere un inquietante sentido del propósito: se obsesiona con la idea de reencarnar a su difunta esposa. Su riñón es trasp...