<<Revolución por honor>>
La sala donde nos encontrábamos; imaginaba, era la sala v.i.p, en donde solo los propietarios podían acceder, era un lugar acogedor con una gran pantalla que transmitía los juegos del campus, y unos parlantes estéreo que hacían retumbar cada cuadro. ¡Los cuadros! Valiosas piezas de Van Gogh y Picasso apoyadas en los muros, demostrando su esplendor y dándole un aire sofisticado y artístico al lugar. Sus decoraciones eran finas e irradiaban su costo "exuberante" por donde lo miraras, la tecnología dentro era un sueño.
En ese momento me sentí un pedazo de piedra dura, sucia, sin un pequeño valor ante diamantes costosos y finos, pulidos, tan deseado por todos. Miré a Theo, el era sin dudas diferente, cómo podría despreciar tanto lujo y alejarse a un departamento normal y acogedor, alejarse de estos beneficios, de los lujos y de todas las personas y "chicas sexys" que deseaban poseer a este diamante brillante y deslumbrante. ¿Acaso era la rebeldía juvenil? ¿La testosterona aflorando de mala manera? Lo más probable era que había perdido la cabeza y la razón con todo lo que había ocurrido.
-Bueno, estos palos los escondí de tu madre, fue bastante difícil, ¡Gracias a Dios que Georgia existe, ella me ayudó!- exclamó el padre de Theo, sacándome a empujones de mi larga ensoñación.
-Siempre tan servicial. –comentó él, con una sonrisa en su rostro.
Mis sentidos se alborotaron, estaba pensando lo impensable. No sé porque razón esa Georgia me daba una mala espina, y la expresión sonriente de Theo aún más.
-¿Georgia? –susurré, apretándole el antebrazo y buscando su mirada.
El solo se encogió de hombros apenado.
-¿Cómo andan todos en casa?- preguntó él, curioso.
-Muy bien, tu madre es la más afectada en todo esto...-titubeo el Señor. En seguida disipé su mirada acusadora.
Claramente la preocupación de la madre de Theo tenía nombre y apellido, y ese era el mío.
-Claro, teniendo en cuenta de que casi nunca estaba por la casa, y que las únicas veces que me dirigía la palabra era para darme órdenes. ¡Imagino la afectaba que está!- ironizó. Metí los labios dentro, mordiéndolos, quería reír y no lo podía evitar, me aclaré la garganta disimulando la risita, atrayendo de inmediato la atención de Theo y su padre.
-Tengo sed...- exclame- buscaré un bebedor.
Mientras me disponía a buscar agua, creí que la mejor opción sería mantenerme tras la puerta, tratando de escuchar lo que su padre quisiera decirle en mi ausencia. Me coloqué y me concentré.
-Es una buena chica...-era el padre de Theo, apenas lo entendía tras la puerta.
-Lo es, padre...-titubeó él.
No oí nada más, tal vez hablaban muy bajo. Busqué con la vista algún vaso, no había nada, me acerqué nuevamente pegando la oreja a la puerta.
-Si ha perdido el niño ya no hay nada que te una a ella...¿Por qué no la dejas?- era el padre de Theo.
-¿Debo dejarla solo porque ha perdido al heredero bastardo?
No estaba segura de lo que escuchaba, mi corazón poco a poco se quebraba en pequeños fragmentos. Mis ojos se aguaban involuntariamente.
-Pues, mira hijo...esta chica puede dejarnos en la ruina, bueno...podía dejarnos en la ruina, pero aun tienes oportunidad de dejarla y evitar que vuelva a embarazarse, dejándonos sin nada.
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Adolescente "EMBARAZADA"
Teen FictionMelody con 15 años de edad, proveniente de una familia religiosa, muy conservadora, se encontraba en un dilema terrible. No sabía cómo decirle a sus padres por lo que estaba pasando, ella no sabia como ellos (sus padres) reaccionarían ante tal notic...