<<La vida con Theo>>
Habían pasado ya dos meses desde la vez que Theo y yo enfrentamos a mis padres. ¡Vaya que el tiempo pasaba volando!, yo sin embargo tenía 5 meses y 3 semanas de gestación, aunque, por alguna extraña razón el embarazo aún no se notaba en mí, ¡apenas se vislumbraba una pequeña masa abultada en mi vientre!.
Theo y yo teníamos una estrecha relación, aun no estaba segura del todo, creer que teníamos algún futuro juntos para mí era una idea "fantástica", relativamente estábamos más que bien, lucíamos como una verdadera pareja, tan feliz, más de lo que desearía, no quisiera ilusionarme con esta supuesta perfecta vida, no quiero recordarme, al ver fallar a Theo, un "te lo dije" a mi misma, no es agradable.
-¡Qué tal esta mi hermosa familia! –La voz de Theo provenía de la puerta principal, ingresaba a casa, saludando con esa voz tan peculiar y cálida.
Fui a donde él se encontraba, sentado, quitándose los zapatos y aflojándose la corbata, el traje de trabajo lo hacía lucir maduro. Posó sus cálidos ojos cansados en mí, sonriéndome, y llamándome a la vez a ir junto a él, tomé el periódico que se encontraba sobre el estante de decoración y lo llevé conmigo para dárselo, le pasé el pedazo de papel en sus manos, el lo miró por un rato, mientras yo me alejaba...
-¿Té o el café que tanto te gusta? –pregunté, volteando para mirarlo a la cara y escuchar su respuesta.
--El té está bien... -extraño. Pensé.
Me aleje canturreando una música que había estado escuchando en las estaciones de radio, muy animadamente mientras hacía té para mi ¿"hermoso marido"?, está bien... lo disfrutare mientras dure.
--Aquí está, un té de tilo, te calmará de cualquier nerviosismo –dije, depositando la taza de té en la mesita, al lado del sillón donde Theo se encontraba recostado y leyendo plácidamente, sin alzar la mirada para observarme.
Antes de alejarme de nuevo, él alzo la mirada, se encontraba leyendo la parte de noticias futbolísticas. Pasó sus manos sobre mí, tomándome habilidosamente de la cintura y atrayendo mis piernas, obligando a la mitad de mi cuerpo, posarse sobre su falda. Sus manos sobre mi nuca, por debajo de mis cabellos, se ajustaba perfectamente, había logrado posicionarme sobre sí muy hábilmente, aquel acercamiento me ponía realmente nerviosa, tal vez haya estado los últimos 2 o 3 meses viviendo y durmiendo con él, pero todavía me sentía incomoda, la última vez que nos demostramos afecto de una manera amorosa, fue aquel día de la discusión con mis padres, donde él me había abrazado y besado fugaz mente en los labios y yo lo había forzado a besarme como era debido. "Ya que, ¿Por qué no hacerlo correctamente?" Fue lo que pensé en ese momento.
Su mano sobre mi nuca, ajustada, me acercaba cada vez más a su rostro, sus manos encajadas en mi cintura, presionando la curva que se formaba en mi tronco, aquella curva que mi género usualmente poseía al cumplir los 14 a 15 años de edad, en las mujeres eran las muestras de un desarrollo, la etapa donde la niña va tomando forma de mujer joven. Tal curva sería opacada muy pronto por un vientre redondeado y pesado, me maginaba apoyando mis manos en la espalda baja, aguantando el peso del vientre, luciendo así como una verdadera chica embarazada.
--Theo, espera...yo... ¡espera! –dije, presionando mis manos sobre su pecho, tratando de hacer un poco de distancia entre nosotros
--Mely –dijo, separándome unos cuantos mechones de cabello, que se habían escapado de los pasadores que lo sujetaban y caían en mi rostro.
--No es correcto... - A veces soy tan estúpida, ¿Cómo que no es correcto?
-- ¿Qué no es correcto? –preguntó él, divertido.
--Estar tan cerca, no sé, esto, ¡Es tan rar... --No me dejó terminar mis vacilaciones, gracias a Dios que me calló de un beso, ni yo estaba segura de lo que había querido decir, su acercamiento, o más bien, el que él me haya acercado tanto a él me había nublado la mente y puesto de los nervios, como la primera vez que nos besamos.
Sus labios eran cálidos, húmedos, blanditos y dulces, se sentía bien besarlo, posé mis manos en su nuca y le acaricie los pelitos, a medida que el beso se profundizaba yo jugueteaba con su melena, dándole pequeños estironcitos y masajeando su cuero cabelludo. Sentí de pronto sus manos frias entrando sobre mi blusa y acariciar mi espalda, el contacto de sus dedos con mi piel me causo una pequeña impresión, podría decirse que me estremecí al sentirme querida y deseada de nuevo.
--Olvídalo. –dije, bajando mi blusa y despeando mi rostro de sobre el suyo. –¡Nada de eso hoy! Además... --En ese instante fui interrumpida por el.
--Mely yo, quisiera que... ¡nos comprometamos! –al termino de su oración observe que de su bolsillo del pantalón se asomaba una pequeña cajita negra con un moño dorado, era lo que pensaba sin duda alguna, Theo me pedía compromiso de matrimonio, mi corazón paró por unos segundos, procesando la grandiosa e imposible información que recibía, tal vez ya no imposible, pero mi cerebro se había resignado ya a nunca lograr escuchar tal cosa, al menos, que provenga de los labios de Theo.
Estaba tan en shock, abrí la boca para contestar a su petición, fue tan repentina y extraña... hace unos cuantos minutos estuvimos besándonos locamente y ahora esto...
--Theo, yo... no puedo aceptar.
ESTÁS LEYENDO
Adolescente "EMBARAZADA"
Teen FictionMelody con 15 años de edad, proveniente de una familia religiosa, muy conservadora, se encontraba en un dilema terrible. No sabía cómo decirle a sus padres por lo que estaba pasando, ella no sabia como ellos (sus padres) reaccionarían ante tal notic...