México descubrirá la repugnancia que le da cada vez que su maestro lo halaga y hace comentarios fuera de lugar con respecto a él.
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Los halagos por parte de un maestro a un alumno son un sentimiento inexplicable, unos pueden sentir que están en la...
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México
—¿Estás seguro de qué llevas todo?
—Si mamá, no te preocupes, todo controlado.
—Ay mi crio no puedo creer que ya estás en secundaria... Pero bueno ya lárgate que luego te cierran la puerta.
Salí del auto y me puse la mochila, mi madre bajo la ventana del coche solo para decirme:
—Recuerda que tú primo te va a esperar en las gradas de la escuela, y me mandas mensaje cuando llegues a la casa ¿Entendido?
—Si mami—dije con sarcasmo.
Me di la vuelta y empecé a caminar a la entrada de la escuela.
Era el primer día de clases (para alumnos de tercer y segundo grado) en una de las escuelas privadas con más prestigio en la zona industrial, era "la escuela", donde todo niño de primaria desearía estar, como yo.
Argentina, mi primo, me lleva dos años de edad, y gracias a las múltiples "palancas" que tiene mi familia, logró entrar, y ahora es mi turno. Es una lástima que solo nos veamos un año, el va en tercero y yo apenas en primero, será duro pero creo que estaré bien.
Llegué a la entrada, donde me revisaron la temperatura y el uniforme, algo que en su momento me incómodo. Ya adentro me dedique a buscar con la mirada a mi primo.
Es algo extraño... El sistema dice si tienes algún familiar de mayor grado aquí, una semana antes del el primer día te pueden dar un recorrido por la escuela, ya saben para explicar el sistema de educación y todas esas cosas.
—¡Eh boludo!—un grito se escuchó a la distancia, y, obviamente, reconocí la voz—Ay cojudo que bueno que te encuentro, tu mamá me iba a matar si te dejaba solo.
—Estoy seguro de que lo haría—conteste—¿Y que tal la escuela?
—Horrible, uno ya no se puede divertir porque ya van con su reporte—me tomo de los hombros y empezamos a caminar.
—¿Y eso por qué?
—Ya sabes como son los profes aquí, depende de que les hables bonito... Aunque no siempre es así—de pronto se detuvo en un un salón, en el laboratorio 1—. Como ella, mi mami Corea...
Era una mujer algo bajita, super blanca, cabello atado en una coleta y de color negro, muy bonita su edad, no me sorprende que se refiera así con ella.
—Ella si es muy equitativa, revisa todo bien, enseña bien, no deja mucha tarea, es simplemente perfecta, lo más probable es que te toque en segundo.
La maestra desvió su mirada a nuestra dirección y con una sonrrisa movió su mano para saludarnos, Argentina regreso el gesto y me empujó a otro lado.
—Bueno estos son los laboratorios y los salones están al lado, sirven por si no es necesario usar el laboratorio... También en el rincón de allá—me señaló un pequeño callejón que cubría un árbol—, ahí las parejitas van y se chapan unas con otras pero no estás listo para eso.
