Interacción #6

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Dana
30 de octubre, 2023

Los cementerios siempre han sido lugares muy tranquilos a mi parecer.

Tampoco voy a decir que son mi lugar favorito, o que me siento del todo cómoda en ellos, aún después de todos estos años visitando el cementerio en el que descansan las cenizas de mi madre.

La visito una vez al mes desde que he podido tener conciencia de las decisiones que tomaba. Cuando aún era algo pequeña recuerdo que Daniel me acompañaba. El aún la visita... solo que no tan seguido como yo. Me gusta que su lápida se vea bonita, que aquellos que pasen frente a ella  sepan que Arianna Kaplan es recordada aún, qué hay personas que la aman y la visitan continuamente.

Cuando la visito me siento tranquila, es un poco de calma luego de las visitas a papá, en las que, cada vez  y con más claridad noto que él no mejorará. Que en algún momento algo malo pasará y lo que más me aterra de todo eso es que no estoy lista para asumirlo.

Aún no.

Aún no estoy ni cerca de estarlo.

Miro las flores que tengo en mi mano derecha, un ramo de hermosos tulipanes de color rosa; los mismos cada mes para ella, sus favoritos según papá, y los dejo con mucho cuidado en el pequeño orificio junto a la lápida.

—Hasta pronto mamá —digo en un tono bajo de voz y dejo un beso en mis dedos para luego llevarlos hasta la piedra.

Te amo mamá.

Cuando voy saliendo del cementerio hacia el auto mi celular comienza a sonar con el típico tono que jamás me he dedicado a cambiar y al tomarlo y ver quien es, con una sonrisa lo llevo a mi oreja.

—Espero que ya estés de camino para ayudarme a controlar tu desastre —me dice muy tranquila Ellen— los preparativos para Halloween jamás me habían parecido tan cansados.

—Eso es porque jamás los habías hecho de manera profesional y mucho menos estando embarazada, cariño —le recuerdo conteniendo la emoción al decir  lo último.

Porque vamos... ¡Iba a ser tía!

Es algo bueno el que Ellen me caiga genial, es un factor importante.

Eso era la noticia que ella le daría a mi hermano el día de mi última visita a papá, que iba a ser padre... me hubiese gustado que grabase su cara en ese primer momento de shock. Ahora no era tan gracioso, se encontraba eufórico y con una cara de engreído extasiado que daba hasta rabia, pero estaba feliz, al igual que todos... un bebé...

—Sí; eso puede influir un poco —admite— ¿Cuánto crees que demores en llegar hasta aquí? —me dice refiriéndose a la disquera.

—Dame veinte minutos —le digo considerando que ya estoy de camino y luego de despedirme cuelgo la llamada.

La fiesta de Halloween.

Espero que esto aumente un poco mi popularidad en la disquera, la verdad. Es el punto de este lío.

Verán.

Digamos que me frustra un poco la visión que tienen de mí en el lugar, porque ninguna de ellas son buenas.

Por un lado están el resto de los artistas que graban con nosotros, no tengo una buena relación con ni siquiera uno de todos ellos debido a que, al parecer todos piensan que tengo privilegios que no merezco por ser dueña (en parte) del lugar, que no luché en lo más mínimo por ganar mi puesto, por mucho que he intentado demostrar que merezco el lugar que tengo. Y luego tenemos a los trabajadores que me ven como la hermanita menor que no tiene mi voz ni voto en las decisiones importantes.

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