Fuego y Niebla

Frío

Salieron en medio de aquella noche congelante, tan solo con la bella iluminación de las estrellas que adornaban el cielo

Kotetsu podía sentir cómo en cada paso el viento recorría su pequeño y delicado cuerpo, sosteniendo una hermosa flor azul entre sus dedos, entrelazando su otra mano con la de su querido pilar

Era una noche tan linda..

Tenían suerte de haberle hecho caso a Kiotsu al abrigarse bien

En medio de su caminata encontraron un gran árbol, algo apartado del bosque y con una hermosa vista hacia un riachuelo bajo la luz reflejada de la luna

-Vaya que por aquí hay muchas flores-.

-Sí, veré si les llevo unas a Kiotsu por si le sirve-.

Ya sentados cerca del árbol, por los siguientes minutos se dedicaron a hablar sobre lo hermosa que era la vista

-Muichiro

-Dime Kotetsu

-Por qué la luna se pone azul?

-No lo sé, pero cuando estaba más pequeño mi madre me decía que era una conjución entre planetas

-Es muy bonita, ojalá pasara eso todos los días

-¿Sabes qué es mejor que una luna azul?

-Hmmh?

-La luna roja

-Existe una luna roja?

-La he visto muy pocas veces, pero sí, existe...

-Imagina que exista una luna morada, sería muy raro

-Cierto

Poco después se levantaron, escucharon ruidos a la cercanía

-Kotetsu, ponte detrás de mí.- ordenó al menor mientras sacaba su katana

Los ruidos fueron haciendose más y más frecuentes, pero parecía no haber nadie

Hasta que..

-Miau.-

-¡¡¿Yucihiro?!!

-Qué haces aquí?.- preguntó Kotetsu para luego cargarlo

-Parece que nos siguió y no nos dimos cuenta.- guardando su katana nuevamente

Jugaron un buen rato con el pequeño felino y se quedaron un tiempo más, hasta que finalmente decidieron regresar a la finca.

-Ah!, cierto, casi me olvido..

El menor tomó unas cuantas flores de las que había en el lugar y las envolvió en un pañuelo

-Ahora sí, podemos irnos.-

Cuando llegaron, Kotetsu le entregó las flores a su hermana, por su parte, Kiotsu las tomó y con mucho cuidado las dejó en una mesa.

Un par de días más tarde..

Muichiro fue citado por el patrón para una reunión de pilares

Kotetsu tuvo que quedarse con Furaraki y Yuichiro, ya que Kiotsu había salido a recoger unas cuantas plantas, y si se podría, frutas silvestres.

Al llegar, algunos pilares lucían preocupados, y tanto Obanai como Shinobu estaban con algunos rasguños y vendas, sin contar que parecía que se habían cortado el cabello, pero eso era lo de menos.

-Parece que un pilar no está, pero quien puede ser?.- se preguntó a sí mismo Muichiro

-Buenos días mis queridos hijos

-Buenos días patrón, espero que se encuentre bien de salud.- Sanemi fue el primero en saludar como siempre

Luego de otros cuantos saludos, empezaron a hablar

-Como pueden ver, su compañera, la señorita Kanroji, no está presente...

-Tuvimos un inconveniente, por favor, les pido que escuchen a su compañero Iguro.

-Hace unos días Kanroji vino a mi finca para visitarme, todo estaba bien, hasta que en un momento me atacó, como si fuera un demonio, ella huyó poco después, pero luego cuando le notifiqué el problema a Shinobu, ella volvió. Pasamos un buen rato tratando de no lastimarla, pero ella logró cortarnos el cabello y causarnos unas cuantas heridas. Afortunadamente, logramos sedarla con un poco de veneno que no es letal para el ser humano.- habló Iguro algo dolido por su tono de voz

Shinobu levantó la mano

-¿Qué sucede Kocho?

-No creo que sea importante, pero en un punto de la pelea, Kanroji lanzó nuestros trozos de cabello a un gorrión, me pareció muy extraño y quise derribar al pájaro, pero no lo pude alcanzar...

-Aconsejo que deberían vigilarnos, para evitar cualquier sorpresa

Muichiro se sorprendió ante su testimonio, por lo que luego de la reunión él se acercó a ambos, primero empezó a hablar con Shinobu, le comentó sobre Kiotsu y la probabilidad de que pueda ser poseída, por lo que aceptó a ir de visita a la finca de la niebla para hablar con ella.

Intentó hablar con Iguro, pero este se negó, diciendo que no le pasaría nada, que él era más fuerte.

-Tengo un mal presentimiento.- Se dijo a sí mismo cuando estaba por irse.

...

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Ya veré si hago horarios para publicar

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