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Seo Hyung, con una mezcla de determinación y nerviosismo, se acercó a Ji Hoo y lo empujó suavemente en dirección a las chicas. La mirada de Ji Hoo se quedó fija en Jun Mi y Jan Di, su expresión cambiando de asombro a una tensión palpable. No podía creer la transformación que había ocurrido en la fiesta: las dos chicas, ahora deslumbrantes en sus vestidos elegantes, eran el centro de todas las miradas.
Sin embargo, al ver a Ji Hoo acercarse, Jun Mi sintió un nudo en el estómago. Su corazón latía con una mezcla de ansiedad y tristeza. La última vez que estuvo tan cerca de Ji Hoo, las emociones no resueltas entre ellos habían dejado cicatrices profundas. Con un leve temblor en sus manos, se apartó discretamente, evitando el contacto directo. Su movimiento no pasó desapercibido para Ji Hoo, quien quedó parado frente a Jan Di, con una expresión de desconcierto en su rostro.
Jan Di, al ver la oportunidad de compartir un momento alegre, aceptó la invitación de Ji Hoo con una sonrisa sincera. Aceptó el baile con un entusiasmo genuino, sus ojos brillando de emoción mientras se deslizaba hacia él. Sus pies, aún no acostumbrados a los tacones altos, tropezaron ligeramente con los zapatos de Ji Hoo, pero ella no dejó que eso arruinara su alegría. El roce de sus pies en los zapatos de Ji Hoo se convirtió en un recordatorio dulce de la torpeza inocente de la juventud.
Mientras tanto, Jun Mi regresó a los brazos de Taehyung. Se permitió ser envuelta en la calidez de su abrazo, el único refugio que le ofrecía un consuelo sincero en medio de la confusión emocional. Taehyung, con una ternura y delicadeza que desbordaba de su ser, la tomó de la cintura con un gesto suave y protectivo, mientras que con la otra mano sostenía la suya con una profundidad que solo el amor verdadero puede alcanzar. Sus sonrisas se encontraban en perfecta armonía, mostrando un amor sincero y puro que trascendía las palabras.
Para Taehyung, cada toque y cada mirada hacia Jun Mi eran una promesa de devoción. Él la amaba con una intensidad que parecía casi palpable, deseando más que nada en el mundo verla feliz, incluso cuando las sombras de sus propias inseguridades se cernían sobre él. Su amor era un faro en la tormenta emocional, un refugio en el cual Jun Mi podía hallar consuelo.
Por otro lado, Ji Hoo continuaba bailando con Jan Di, aunque su mente estaba fija en la imagen de Jun Mi y Taehyung bailando juntos. La escena le resultaba dolorosamente aguda, una herida abierta que se negaba a sanar. A pesar de sus intentos por concentrarse en el ritmo de la música y en la compañía de Jan Di, no podía dejar de sentir cómo una mezcla de celos y melancolía lo envolvía. Cada giro y cada risa compartida entre Jun Mi y Taehyung se sentía como una daga en su corazón, un recordatorio de lo que había perdido y de lo que nunca podría recuperar.
Taehyung, con una expresión de preocupación mezclada con ternura, se inclinó ligeramente hacia Jun Mi mientras conversaban en la pista de baile. Su mirada estaba llena de un sincero interés y una leve tristeza al percibir la preocupación en el rostro de Jun Mi.
