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Jun Mi entró al cuarto de hotel que había reservado y suspiró con tristeza antes de sentarse en la cama. No podía dejar de recordar la sonrisa que Ji Hoo le había dado a Seo Hyung cuando la vio, una sonrisa que la llenó de una tristeza profunda. Lentamente, llevó una mano a su vientre mientras se acostaba.
—Creo que es mejor que tu papá no sepa de ti. Él es feliz con una mujer que no seré yo— susurró con voz quebrada, sus palabras impregnadas de un dolor silencioso.
Se quedó acostada en la cama durante unos diez minutos, sumida en sus pensamientos, hasta que decidió que era momento de prepararse para la fiesta de Seo Hyung. Se levantó con determinación y, después de aplicarse un maquillaje ligero, se puso el hermoso vestido que le había regalado Ji Woo. Aunque su vientre comenzaba a mostrar una pequeña protuberancia, parecía más una leve inflamación que algo notable. Estaba lista para enfrentar la noche, o al menos para aparentar que lo estaba.
Cuando salió del cuarto, su guardaespaldas de confianza ya tenía el auto preparado para ella. La recibió con una sonrisa amable.
—Se ve preciosa, señorita— la elogió el guardaespaldas, con una mezcla de orgullo y respeto.
—Muchas gracias. Espero que todo salga bien— respondió Jun Mi, esforzándose por mantener una actitud positiva.
—Todo saldrá bien, señorita— aseguró el hombre con una voz firme que intentaba infundirle confianza.
Jun Mi entró al auto, y el chófer se dirigió al lugar donde se celebraría la fiesta. Mientras avanzaban por la ciudad, su mente divagaba, llena de pensamientos y emociones contradictorias. Al llegar, pudo ver a Taehyung esperándola, su figura familiar dándole una sensación de alivio.
Taehyung se acercó rápidamente y, con una sonrisa cálida, ayudó a Jun Mi a salir del auto, tomando su mano con delicadeza.
—Estás hermosa— dijo Taehyung, sus ojos reflejando una mezcla de admiración y ternura.
Jun Mi sonrió, agradecida por su presencia, aunque en su corazón seguía sintiendo el peso de la decisión que había tomado. Mientras caminaban juntos hacia la entrada de la fiesta, trató de ocultar la tristeza que la invadía, sabiendo que, a partir de esa noche, nada volvería a ser igual.
—Estás preciosa, Mimi, eres tan hermosa— elogió Taehyung, su voz suave, llena de sinceridad.
Jun Mi se sintió nerviosa ante sus palabras y, sin poder evitarlo, se abrazó a Taehyung, ocultando su rostro en el pecho de él. Taehyung sonrió y acarició su espalda con ternura.
—Te estoy diciendo la verdad, no te pongas nerviosa— murmuró con suavidad.
—Entremos ya— sugirió Jun Mi, todavía aferrada a él.
Ambos entraron tomados de la mano, captando la atención de Woo Bin y Yi Jeong, quienes se sorprendieron al ver a Taehyung tan cercano a Jun Mi. Era "extraño" para ellos, pues Jun Mi no tenía más amigos cercanos que ellos.
