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—Si gustas, puedes llamarlo e invitarlo —propuso Seo Hyung, con un brillo travieso en los ojos.
—Preferiría que sea otro día, Unnie. Tae debe estar cansado; hemos trabajado mucho estos días —respondió Jun Mi, esbozando una de sus perfectas sonrisas fingidas.
Jun Pyo observó a Jun Mi, luego a Ji Hoo, y notó cómo al mencionarse a aquel muchacho, Ji Hoo se ponía visiblemente celoso. Una mini sonrisa apareció en el rostro de Jun Pyo. El hecho de que Ji Hoo había lastimado a su hermanita no iba a quedar en el olvido tan fácilmente.
—Es una pena —dijo Seo Hyung, esta vez mostrando una ligera decepción. Quería pasar tiempo con Jun Mi y recuperar todo el tiempo perdido—. ¿Y tú, Jan Di? ¿No quieres acompañarnos? —añadió, desviando su mirada de Jun Mi hacia Jan Di.
—¿Eh? Ah, no, no gracias —respondió Jan Di, sacudiendo la cabeza, pero Jun Pyo vio en esa respuesta la oportunidad perfecta para molestar.
—Planeamos ir a otro lugar —dijo Jun Pyo con una sonrisa maliciosa, y Jan Di lo miró rápidamente, molesta. Jun Mi cubrió su boca con la mano, sabiendo que todo era parte del plan de su hermano mayor.
—¿Los dos? —preguntó Seo Hyung, sorprendida, mientras Ji Hoo no despegaba la vista de Jun Mi. La incomodidad creció en ella, un sentimiento que no podía sacudir. El aire se sentía pesado, cargado de emociones no dichas, pero nadie se atrevía a romper el silencio.
—Mmh, esta chica y yo tenemos un paseo pendiente —dijo Jun Pyo, con esa sonrisa que sólo usaba cuando estaba tramando algo. Jan Di lanzó una mirada suplicante a Jun Mi, buscando una salida, pero Jun Mi, atrapada entre la lealtad a su amiga y el juego de su hermano, desvió la mirada, sintiendo el peso de la situación.
—¡Eso es cierto! —dijo Jan Di, aplaudiendo con torpeza y forzando una sonrisa que no llegaba a sus ojos. Estaba furiosa por dentro, pero no podía mostrarlo, no en ese momento—. Vamos a pasear.
Jun Pyo sonrió con satisfacción, sabiendo que había logrado su objetivo. Las pequeñas victorias siempre le sabían mejor cuando involucraban a Jan Di.
—Hasta luego, Seo Hyung —dijo Jan Di, inclinando la cabeza con una cortesía que estaba lejos de sentir.
—Nos vemos después —dijo Jun Pyo, con una pequeña inclinación de cabeza. Luego, sin previo aviso, tomó a Jun Mi del brazo, arrastrándola suavemente hacia la salida.
—Adiós, Seo Hyung —dijo Jun Mi, con una voz suave, casi como una disculpa, mientras se dejaba llevar, sintiendo la tensión en cada músculo de su cuerpo.
Jun Pyo ajustó su agarre en Jan Di, tirando de ella con una mezcla de firmeza y afecto, mientras mantenía a su hermana bajo un brazo protector. Parecía un acto de camaradería, pero en realidad, era su forma de marcar territorio.
—Estamos a mano —dijo Jun Pyo, lanzando una mirada cómplice a su hermana, como si compartieran un secreto que sólo ellos entendían.
—¿De qué hablas? —preguntó Jan Di, visiblemente irritada, aunque intentaba mantener la calma.
