"𝑀𝑜𝓃 𝒟𝑒́𝓈𝒾𝓇" (𝓂𝒾𝓍𝓉𝑒 𝟷𝟿𝟼𝟹).

"ℒ𝑒 𝑔𝒶𝑔𝓃𝒶𝓃𝓉; 𝒹𝑒𝓊𝓍𝒾𝑒̀𝓂𝑒 𝓅𝒶𝓇𝓉𝒾𝑒".

     A lo lejos divisé el área donde iniciaría la carrera, Alain se posicionó en la cuarta fila pero eso no fue lo que precisamente llamó mi atención. A unos metros de él había un círculo de personas, impidiéndome ver qué o quién se encontraba en el centro.

—¡Desirée!—a lo lejos llamó mi atención una voz obligándome a apartar la mirada.

Volteé y la voz provenía de Simone, Michele se encontraba a su lado observando al rededor con notable interés.

Me acerqué a ellas y después de saludarlas con un corto abrazo las guié al lugar donde siempre solía ir para mirar mejor la carrera, sin que invadieran mi espacio personal.

—¡Esto es tan fascinante!—habló Simone emocionada.—¿creen que mi romance adolescente sea con uno de los motociclistas?

—A mi no me molestaría ser una de las chicas que van a la carrera con ello.—mencionó Michele.—¿por qué tú no vas con Alain, Desirée?

Encogí mis hombros.—no es lo mío, prefiero los paseos más tranquilos.

Observé a Louisa, la chica que a veces solía acompañar a Alain en las carreras. Era curvilínea y demasiado bella, estaba segura que más de un chico de los que se encontraban ahí babeaba por ella.

Una lástima para ellos, porque sus gustos eran más femeninos.

Los seis participantes comenzaron a posicionarse detrás de la línea blanca que estaba marcada en el asfalto, el círculo de personas que anteriormente había notado se deshizo dejando a la vista a un chico. Él ya tenía el casco puesto impidiendo que pudiera mirar su rostro, inconscientemente mi mirada bajó a su figura. Toda su ropa era de color negro, dando así la impresión de que solamente era una silueta por la oscuridad de la noche.

Usualmente en este tipo de carreras no era necesario usar casco, dependía del corredor usarlo o no. Pero de los seis competidores solamente tres llevaban uno puesto, excluyendo a Alain.

Después lo regañaría.

El rostro del chico parecía estar volteando a mi dirección, o esa fue la impresión que tuve, probablemente estaba equivocada.

—¿Quién es él?—preguntó Simone observando hacia la misma dirección que yo.

—No lo sé, nunca lo había mirado.

Alain no había corrido durante dos meses, por lo tanto no me sorprendería que durante ese tiempo que no estuvimos presentes nuevos corredores se hubieran unido.

Una chica se posicionó en medio de la calle e inmediatamente todos comenzaron a gritar y alardear.

Ella esperó unos segundos mientras levantaba ambas manos para incitar al público, causando más euforia. De un momento a otro levantó la pequeña bandera y todos salieron a toda velocidad.

La carrera había comenzado.

Todos volteábamos a los lados ansiosos por verlos pasar, en la primera vuelta el chico desconocido fue el primero en pasar, recibiendo una gran cantidad de gritos como muestra de apoyo. En la segunda vuelta Alain llevaba la delantera, junto con la tercera y la cuarta, comencé a sentir la garganta seca de tanto gritar cada vez que lo veía pasar a toda velocidad.

En la quinta vuelta el chico desconocido en un abrir y cerrar de ojos le quitó el puesto dejándolo en segundo lugar.

La tensión y la emoción se sentía en el ambiente cuando ya era la sexta vuelta, la última.

Todos nos acercamos lo más que pudimos para así poder ver con claridad quién sería el ganador, a lo lejos distinguimos dos motocicletas, a la par. Alain y el otro chico conducían a la misma velocidad provocando más emoción, cuando uno avanzaba un kilómetro más, el otro inmediatamente lo alcanzaba impidiendo que consiguiera la delantera.