"𝒪𝑒𝓊𝓋𝓇𝑒 𝒹𝑒 𝓉𝒽𝑒́𝒶𝓉𝓇𝑒".

747 53 3
                                    


     Jamás creí que evitar a una persona sería tan sencillo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Jamás creí que evitar a una persona sería tan sencillo.

Usualmente cuando tienes un objetivo, la vida suele complicarlo hasta cierto punto, incitándote a que te esfuerces el doble o incluso el triple de lo que habías planeado para lograr cumplirlo.

Y aún así, no siempre obtenías la victoria.

Era como si se tratara de un juego, donde la vida es el jefe malvado que te está observando desde lo más alto de la torre, expectante a cualquier error que cometas para interferir y usarlo a su favor.

Pero por primera vez, todo parecía estar de mi lado.

Los pasillos del Instituto Voltaire se encontraban repletos, la mayoría de alumnos cargaban cajas o materiales mientras caminaban a toda prisa en el estrecho espacio, intentando no interferir en el camino de los demás. Otros colgaban y hacían medidas de cada centímetro que tenían las paredes mientras anotaban con rapidez los números, acatando órdenes a terceros.

Al igual que los demás, con fuerza sostenía contra mi pecho
una carpeta color rosa con hojas en blanco dentro de ella esperando ser llenadas.

Dentro de dos meses y 3 semanas, el Instituto Voltaire cumpliría 20 años desde que abrió sus puertas. Por lo que, a modo de celebración, el director había decidido organizar un evento donde los alumnos de cada taller expondrían algo relacionado con ello.

Yo, miembro del taller de literatura, junto a mi grupo nos encargaríamos de organizar una pequeña obra de teatro.

A lo lejos distinguí el cartel que se encontraba postrado en un caballete de madera desgastada frente a la puerta del auditorio.


Auditions

pour

Roméo et Juliette

¡Osez donner vie à ces grands personnages!


Junto a la puerta ya se encontraba una pequeña fila de posibles candidatos para Romeo, a diferencia a la de Julieta donde la fila era aún más larga.

Me adentré al aula y todos se encontraban organizando el pequeño lugar, movían sillas y se aseguraban de que el escenario se encontrara en perfectas condiciones.

—¡Dessiré, por fin llegas!—exclamó Emir, el encargado principal aliviado.

Sonreí.—el cartel está increíble, hasta a mí me dieron ganas de audicionar para el papel de Julieta.

—No es por alardear, pero soy la mejor.—escuché a Simone
a lo lejos, orgullosa de su trabajo.

—Solo un poco.—sonreí, recordando los días de desvelo que había comentado y había tenido para promocionar la obra en curso.

"𝑀𝑜𝓃 𝒟𝑒́𝓈𝒾𝓇" (𝓂𝒾𝓍𝓉𝑒 𝟷𝟿𝟼𝟹).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora