SÁLVAME DE MI INFIERNO - BIBLEBUILD

EL ALFA SE MARCHA

-BUILD-

Mi cuerpo chocó contra el piso, mis manos temblaban mientras sentía los golpes uno tras otro, el sabor a hierro inundaba mi boca haciendo que las náuseas subieran por mi garganta, estaba completamente indefenso, desnudo sobre aquel frío mármol, un escalofrió recorrió mi espina dorsal cuando escuché unos pasos acercarse el aroma a tabaco y alcohol inundó pronto mi nariz y sabía muy bien lo que seguía.

— Babiu... Babiu ¿Realmente disfrutas de esto verdad? – preguntó y yo mordí mi lengua evitando gruñir o musitar algo. - ¡Responde! – gruñó con fuerza haciendo que yo me cohibiera. Su risa provocó un eco en la habitación. – Bien, parece que te han comido la lengua... - escuché su respiración recorrer desde mi cuello hasta mi oído haciendo que mis vellos se erizaran.

Sus manos eran frías, asquerosamente frías, recorría mi cuerpo tocando cada rincón, entonces su abuso comenzó, mi reflejo en aquel viejo espejo era lo único que podía ver mientras sentía como me desgarraba por dentro, no era yo, ese reflejo no era yo, era alguien más, alguien que siempre había tenido miedo de luchar.

Alguien que se dejó atrapar.

Alguien que murió en esa misma habitación.

Un par de lágrimas rodaron por mis mejillas al abrir los ojos, solté un pesado suspiro sintiendo aun mi corazón latir rápidamente, nuevamente había tenido una pesadilla.

— Buenos días... - la voz de Bible al despertar me hizo dar un salto para después dejar escapar un gruñido que hizo a mi Alfa sonreír. - ¿Te asusté?

— Sí... - musité.

— ¿Qué pasa? – preguntó Bible enderezándose para mirarme.

— Solo otra tonta pesadilla.

— Build... - los brazos de Bible me rodearon y me refugié en su cuello aspirando su fresco aroma el cual volvía loco a Omega y de paso a mí también.

— No sé qué haré una semana sin ti... - dije y él suspiró.

— Yo tampoco sé que haré sin ti... - dijo y besé su cuello.

Nuestra cita había sido cancelada pues hasta el día de ayer mis hermanitos siguieron enfermos por lo que preferí cuidarlos y Bible no se opuso a ello, pues también estaba al pendiente de mis dos cachorros mayores. Pero lamentablemente el domingo había llegado mucho más rápido de lo que deseaba, por la noche Bible tomaría un vuelo a Nuevo York para estar en aquella ciudad por una semana entera gracias a su trabajo.

— Iré a ver a mis hermanitos. – dije una vez que logré calmar mi ansiedad.

— Bien... yo revisaré unas cosas y me llamas para ayudarte con el desayuno. – asentí mientras me levantaba de la cama.

Sonreí cuando a mitad del pasillo me topé con la abuela quien lucía radiante como todas las mañanas mientras su aroma a orquídeas inundaba todo el pasillo.

— Buenos días... - sonreí y ella me miró.

— Buenos días, hijo.

— Luce muy guapa hoy abuela. – dije y ella asintió mientras miraba su vestido.

— Gracias, hoy llega el abuelo así que... - dijo y yo sonreí.

— Entiendo... bueno yo iré a despertar a mis cachorros y...

— Diles que el abuelo les trae regalos. – asentí y seguí mi camino mirando hacia atrás antes de girar al pasillo de la habitación de mis hermanos.